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“Intentamos que el máximo sea también para todos”

Entrevista a Jaime Jiménez y Luis Domínguez, profesores del Seminario de Matemáticas del IES "Alfonso VIII" de Cuenca, centro que ha ocupado el primer puesto en el listado de Selectividad de Castilla-La Mancha publicado por MAGISTERIO.
Miércoles, 25 de mayo de 2005
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Autor: José M. LACASA

El IES “Alfonso VIII” de Cuenca ha sido noticia por ser el primero en el listado de Selectividad por centros de Castilla-La Mancha, publicado por MAGISTERIO. Pero más llama la atención la nota media del centro en Matemáticas, más de un nueve para 24 alumnos. Jaime Jiménez, que dirige el seminario de esta asignatura –que fue director del centro y senador por el PSOE en 1986–, nos explica cómo consiguen estos resultados.

Después de haber visto muchas notas de Selectividad, nunca había visto calificaciones como estas en Matemáticas. La pregunta obligada es: ¿cómo se hace?
De entrada, esto no cuesta dinero –lo digo porque las medidas que están proponiendo ahora parecen costar mucho–; aunque se deben dar una serie de características, como es que te encuentres en tu seminario con gente que esté de acuerdo con tu forma de trabajar. Esto es efecto de coordinación y organización del Seminario, nada más. Es algo de lo que la Administración educativa hace montones de años se ha olvidado: de que hay que trabajar en equipo, de que para que la cosa funcione en un departamento la gente no debe trabajar de forma aislada, sino todos conjuntamente.
Y este año, por primera vez ha sido posible desglosar tres “terceros”, por lo que bajamos la ratio y hemos pasado de cinco grupos a siete. Bueno, pues estamos obteniendo peores resultados que otros años. No quiere decir que la disminución de alumnos sea, en sí, mala, sino que, por sí solo, el descenso de la ratio no basta. Y eso sí cuesta mucho dinero.

Eso lo confirman los estudios de un francés y un belga (Meuret y Grisay), que decían que bajar la ratio no sirve si no se forman grupos de 12-15 alumnos…
Nosotros estamos trabajando en Bachillerato con veintitantos, pero en muchos de los resultados obtenidos las clases eran de treinta y bastantes. Con veintitantos en los últimos años, porque al haberse creado tantos institutos en Cuenca la ratio ha ido bajando. Pero no hay mucha diferencia con los tiempos en que la ratio era mucho mayor.

¿Qué ha fallado?
Lo que ha fallado este año en tercero ha sido la coordinación, porque ha habido compañeros nuevos que se han incorporado este año. Yo tengo bastante culpa de no haberme ocupado, como es lo habitual, de ella. Quizás porque, al llevar todos bastante tiempo en el seminario, funcionaba por sí sola, venía rodando. El despiste de este año, sobre todo en tercero, ha sido que yo he seguida en esa actitud y… El hecho es que en este departamento tenemos algunas cosas casi como máximas y que no se están cumpliendo. Por ejemplo, dentro de la coordinación tenemos una programación que a lo mejor no es muy bonita de cara a la Inspección, pero es una programación que todo el mundo acepta y que todo el mundo sabe que la tiene que dar.

Eso de que “no es muy bonita de cara a la Inspección”, ¿qué significa?
Yo sé de una compañera que era ya mayor y que no sabía hacer las programaciones, y se las devolvían. A otra, de Inglés, se la abrió expediente, y es que el inspector defendía que un buen profesor hacía una buena programación (buena es que la redacta bien, con sus apartados, etc). Pero luego no comprueban si esa programación se hace o no bien, si se cumple…
Aquí hay una programación en la que, además de resultados finales, aparecen los del curso. En esa programación se dice que el 15 de diciembre tiene que estar visto tal bloque, y puede que no esté el 15, pero tiene que estar el 17 o el 18. Y no se corrige con medidas académicas, sino entre nosotros: si alguien no ha hecho la prueba correspondiente al bloque, no nos la ha enseñado, la ha corregido y ha apuntado en el tablón las notas, nos vamos a un bar y allí paga todas las cañas y raciones que resto del departamento pueda comerse.

¿Qué es lo que dan en 4º de ESO, por ejemplo?
En 4º es donde nuestra programación comienza a ser diferente. Nosotros tenemos en cuenta lo que decía un inspector de “el mínimo para todos”, pero también intentamos que el máximo sea para todos. De hecho, el año pasado aprobaron la asignatura el 87,5%…

Pues eso se ve poco.
El año anterior el 73,5%, el anterior el 77%. En la región (Castilla-La Mancha), según el informe de hace dos años aprobó el 58%, una diferencia de 18,5 puntos que el último año serán casi 30. En 4º de ESO yo acabo de terminar los complejos.

¿Los números complejos? Pero si yo sé de institutos que dan suma de quebrados…
Los complejos no es que no los den en 4º, sino que no los dan en ningún curso, porque no entran en Selectividad. Igual que en 1º de Bachillerato nadie da cónicas porque no caen en ese examen. Nosotros, suma de quebrados en 3º y 4º ni lo tocamos, se da por sabido. También es verdad que hemos tenido suerte con los compañeros maestros que nos han llegado: son mayores, llevan dando Matemáticas desde hace mucho tiempo, se han integrado en el seminario y funcionan muy bien.

A eso lo llamamos “el recuerdo de una escuela mejor”. Saben que las cosas se pueden hacer de otra forma.
También hemos visto, por compañeros de Magisterio, las cosas que se están haciendo con los nuevos planes de los maestros de ahora. Y si los resultados del Informe PISA son lo que son, cuando dependan de estos alumnos van a ser todavía peores. O cambian ese método de estudio en Magisterio o…

Sigamos con el método…
A final de curso, aparte de los informes que legalmente tenemos que dar a los que suspenden, pasamos al compañero uno de cada alumno, donde bloque a bloque le explicamos cómo ha aprobado la materia. Así, al empezar el curso siguiente –aparte de lo legalmente obligado de la prueba de evaluación interna, que no sirve para nada–, tenemos el informe y conocemos al alumno antes de empezar. Todos nos fiamos, porque todos nos vemos en el tablón. Yo me apunto también, y si lo hago tarde, pago las cañas como todo hijo de vecino. Nadie en el seminario se ha quejado porque no quiera que aparezcan sus notas. Si uno falla de manera continua, tiene que ver qué es lo que está pasando –uno puede fallar un año, nos puede pasar a todos–, tiene que explicárnoslo. Las adaptaciones curriculares que marca la Ley sólo son permitidas en casos excepcionales. Pero si no ha pasado nada, el profesor tiene que cumplir, tiene que sacar su trabajo adelante. En cualquier sitio alguien controla el trabajo de los demás: aquí nos controlamos todos.

¿Cuántas veces les ha felicitado la Inspección o la Consejería por estos resultados?
Ninguna. Nos daríamos por contentos con la del claustro…

Evaluar

—Al publicar los resultados de Selectividad, siempre intento incluir los alumnos matriculados en 2º de Bachillerato. Pero nunca me los dan.
—Pero si todas las leyes educativas dedican un apartado a la evaluación.

—Han transformado la evaluación en no se sabe qué. No hay números.
—Pero si la evaluación son resultados.

—No.
—¿Cómo que no?

—Si yo estoy de acuerdo, pero no quieren comparaciones.
—Vaya. Y cuando se habla de la economía del país, ¿no son comparaciones?
 

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