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El rodillo reaparece en el Pleno del Consejo Escolar

Abajo el debate y arriba la crispación. El Pleno del Consejo Escolar del Estado sobre el informe a la LOE del mismo organismo se convirtió en una sucesión para votar las más de 1.800 enmiendas.
Miércoles, 1 de junio de 2005
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Autor: Marta SERRANO

La sesión del Plenario del Consejo Escolar del Estado (CEE) celebrada la semana pasada volvió a estar marcada por la polémica, el malestar, la crispación, el enfado… Tras la aprobación del Informe de la Comisión Permanente sobre el anteproyecto de LOE por 43 votos, el pleno del CEE (máximo órgano consultivo de la comunidad educativa) se ha convertido en una mera sucesión de votaciones. En concreto, más de 1.800, una por enmienda parcial al informe de la Comisión permanente. Todas bajo la indignación y el estupor de buena parte de los presentes y que contrastaba con el ánimo de la Presidenta del organismo, Marta Mata, que era la más optimista, e incluso destacó la posibilidad de que “aún se llegue a un acuerdo –en referencia a un Pacto educativo y social–, antes de que el proyecto del Gobierno entre en el Parlamento”. Por su parte, la Confederación de padres ( Concapa ) y el Sindicato de Estudiantes ( SE ), cuyas propuestas alternativas (enmiendas a la totalidad) no fueron lo suficientemente apoyadas por falta de votos (16 votos favorables paraConcapa –que además había pedido la dimisión de la presidenta del organismo– y 2 votos para el Sindicato de Estudiantes), manifestaron su disconformidad tanto por la composición del Consejo Escolar, al que han calificado de “nada representativo”, como por el sistema de votación.
Lo más destacado a lo largo de toda la jornada del jueves fue, sin embargo, la aprobación de una enmienda que supone establecer como etapas obligatorias y, por tanto, gratuitas el tramo 3-6 años, así como las etapas de Primaria y Secundaria. Según José Luis Fernández Santillana, presidente de USO,“la enmienda aprobada supone la obligatoriedad del segundo ciclo de Infantil y de toda la Secundaria, incluyendo el Bachillerato y la FP”. No obstante, después también se aprobaba otra enmienda por la que la escolarización obligatoria sería sólo de 13 años consecutivos, tres más que en la actualidad, dando buena prueba de las incoherencias que se produjeron.

La sesión del viernes, que se alargó hasta la madrugada, deparó más sorpresas como el no considerar la Educación como un Derecho sino como un servicio público. Más de un miembro del Pleno calificó esta sesión como “absurda” y criticaron a la presidenta de permitir “un auténtico rodillo” en el Consejo Escolar.

Aprobar con suspensos

La gota que colmó el vaso para padres y sindicatos –excepto CCOO y UGT que también estaban encantados– fue cuando se dio luz verde a rebajar la exigencia académica a la hora de otorgar los títulos de ESO y Bachillerato, que se podrían obtener aún con dos asignaturas suspensas.

Ocho organizaciones educativas (patronales, padres, sindicatos y estudiantes) llegaron a acusar incluso a los representantes del Ministerio de Educación de estar votando “contra” la Constitución en asuntos de libertad de enseñanza y de elección de centro.

Provocaciones

Fue la propia presidenta del CEE, Marta Mata, quien señaló que el artículo 27 de la Constitución dice que los padres tienen derecho a escoger la Educación religiosa y moral que esté de acuerdo con sus convicciones, “pero no dice que tengan derecho a escoger escuela”, ni que los alumnos que no quieran religión confesional tengan que estudiarla, dijo.

En un descanso del Pleno, la presidenta de la Confederación Española de Centros de Enseñanza (CECE), Isabel Bazo, consideró “inaceptable” que la mayoría de enmiendas a favor de los derechos fundamentales de las familias y la libertad de enseñanza y elección estén siendo rechazadas. “No se pueden hacer votaciones en contra de la Constitución, y el ministerio está votando en contra de Constitución”, aseguró.
 

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