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La concertada, bicoca para el Estado

Aunque el dinero siempre ayuda, la calidad de la Educación no sólo depende de unos puñados de euros más. Hablar de una buena Educación supone contar con una estructura educativa adecuada y con la conciencia social de que es necesario ofrecer una Educación con la máxima calidad posible. Por el contrario, la pérdida de competitividad en términos económicos e incluso la descomposición social son peligros que derivan de un sistema educativo que no funciona.
Miércoles, 2 de noviembre de 2005
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Autor: Marta SERRANO

El sistema para financiar la enseñanza empieza a hacer insostenible la viabilidad de muchos centros concertados. Tanto es así que el Foro Calidad y Libertad de la Enseñanza que preside el prestigioso economista Juan Velarde ha publicado un documento que pone sobre la mesa la necesidad de un nuevo marco económico para la Educación no universitaria que asegure una verdadera libertad de enseñanza tal y como garantiza la Constitución.

El Foro considera que “es el momento de diseñar un nuevo sistema de financiación de la Educación escolar que, superando insuficiencias históricas y prejuicios infundados, haga posible el ejercicio concreto y real del derecho de libertad y de gratuidad de la enseñanza obligatoria para todos los ciudadanos”, señalan.

En este sentido, el documento, presentado, entre otros, por el economista Juan Velarde, el catedrático de la Universidad Complutense José Raga y el secretario general de FERE-CECA y EyG, Manuel de Castro, indica que la cuantía del módulo de concierto debe establecerse de forma que se garantice la gratuidad de la enseñanza, es decir, de manera que se tenga en cuenta el coste real que se deriva del ejercicio de la actividad docente.

Coste del puesto escolar

La situación hoy por hoy, dista mucho de ser la más idónea para los responsables del documento Libertad y financiación de la enseñanza: condiciones y exigencias. En defensa de un sistema educativo de calidad. De hecho, el Foro denuncia el “despilfarro” que supondría apostar por la escuela pública, cuya gestión “es mucho más ineficaz a la luz de los datos del propio Ministerio de Educación y Ciencia”. El documento lamenta la discriminación que padece la escuela concertada frente a la pública, y es que se puede cifrar en 1.676,87 euros la diferencia del coste por alumno al año en la escuela pública (3.517,62 euros) frente al coste del puesto escolar en la concertada (1.840,75 euros), lo que supone una inversión de un 48% más en los estudiantes de la red de titularidad estatal.

Déficit acumulado

Los datos indican que la Concertada, hoy por hoy, es una bicoca para el Estado, y ésto hace sentir mal a los titulares de estos centros, que se consideran maltratados.

De hacer inviable la enseñanza concertada mediante mecanismos financieros que acaben por ahogarla y, por ende, de suprimirse los conciertos con los centros privados, el sector público debería hacer un esfuerzo adicional de 1.676, 87 euros por alumno, lo que supone gastar 3.206 millones de euros anuales más. “Esta es la cifra que se están ahorrando los poderes públicos con la enseñanza privada concertada”, señaló Velarde, demostrando así que la enseñanza Concertada supone una verdadera ganga para el Estado.

Por si esto fuera poco, el déficit en la financiación de los módulos de conciertos se acumula año tras año de tal manera que “en los últimos ocho años dichos módulos han perdido un 13,70%, lo que ha supuesto una pérdida de ingresos para los centros de unos 100 millones de euros.

El baile de cifras se completa con la pérdida del poder adquisitivo de los módulos, que asciende ya a un 17,72% según Fernando López Tapia, asesor jurídico de FERE y EyG, dificultando aún más las posibilidades de supervivencia de muchos centros.

La situación no mejorará para la enseñanza concertada con el proyecto de Ley Orgánica de Educación (LOE). Al contrario de lo que ocurrió con Sanidad, el sector educativo no parece buscar una fórmula definitiva que resuelva la financiación de uno de los principales servicios básicos que garantiza el llamado Estado de Bienestar.

Con la LOE, peor todavía

Es más, el secretario general de FERE-CECA y EyG, Manuel de Castro, denuncia que la situación de inferioridad se “endurece” en la LOE al restringir la libertad de enseñanza y la elección de centro y coartar el proyecto educativo de los concertados. “La redacción de la ley no nos satisface. Pedimos que la Educación se financie suficientemente y sin discriminar para nada a los centros concertados”, señala.

En este sentido, De Castro insiste en que los poderes públicos deben corregir esta situación de “injusticia” que padecen los centros privados concertados y que hace que los padres tengan que colaborar económicamente porque “el Estado no está dispuesto a asumir el coste real”.

Si no cambia nada en la financiación Velarde vaticina que será muy difícil evitar que peligre que las órdenes religiosas mantengan los centros concertados por dos cosas: Por un lado, porque los Presupuestos Generales del Estado (PGE) no incluyen las amortizaciones del capital, ni otros gastos como la obsolescencia de los equipos informáticos, etc. El Ministerio va decidiendo que “otros gastos” son los que se cubren y con qué partidas, pero sin duda, el hueco con el coste real de los “otros gastos” de un centro concertado es cada vez mayor y aumenta más si cabe el déficit en la financiación, dejando a muchos centros, con la soga al cuello. El otro aspecto va ligado a la actual crisis de vocaciones religiosas, que hará que los concertados tengan que salir a buscar docentes a precios y condiciones de mercado.

“Sabemos que el modelo privado de Educación es más eficaz que el público”

Catedrático y académico, Juan Velarde es actualmente consejero del Tribunal de Cuentas y no se muerde la lengua al decir que la Educación era mucho mejor antes y que hay que buscar un nuevo sistema de financiación de la Educación.

Se puede decir más claro pero no más alto. La Educación concertada es una bicoca para el Estado…
Sí. Es lo que sale al hacer cuentas, de ver cuanto se destina a Educación en los Presupuestos Generales del Estado, y ver cuánto se lleva la escuela pública en comparación con los alumnos que tienen, y al mismo tiempo ver cuánto se lleva la concertada y a cuántos alumnos atienden. La diferencia es del orden de 3.000 millones de euros al año, que es aproximadamente el 3% del PIB, que es una cifra muy alta, ¡ojo!

¿Qué puede hacer frente a estas cifras la escuela Concertada?
El sector privado podría abandonar la enseñanza porque, como cualquier empresario, no lo puede sostener por la vía de los costes, que son mucho mayores que los ingresos. Entonces la enseñanza cargaría más sobre el sector público, que es mucho más caro.

¿Qué valoración hace de la Ley y de su proyecto de memoria económica?
Es una ley de castigo para la enseñanza concertada.

Pero han asegurado que la enseñanza concertada no va a desaparecer…
Bueno. Eso son declaraciones, fatus vocis, o voces que no tienen ningún sentido en la realidad. Es como si usted me dice que una ley plasma que todos los niños a la salida del colegio encontrarán un lingote de oro… Pues bien, aunque lo diga la Ley, la realidad es que no lo van a encontrar, así que es una declaración totalmente irrisoria y que sí va contra la libertad de la gente. Es un mensaje que coarta la libertad de la gente, porque se dice: lleve usted a su hijo a la escuela pública y llévelo porque no hay otra y sanseacabó.

¿Hay algún artículo que le llame especialmente la atención?
Por ejemplo, el artículo 112, que elimina cualquier posibilidad de que una fundación o persona particular pueda dar algún tipo de ayuda complementaria. Por ejemplo, mi hija, que es notario, y quiere dar una determinada cantidad al centro para que se mantenga en mejores condiciones y para que otras niñas también puedan estudiar en él, y le dicen que como es madre de una niña no puede hacer ninguna aportación. ¿Por qué a mi hija se le prohíbe hacer eso? No tiene sentido.

Quizá se están mezclando conceptos como la libertad, la equidad…
Yo diría que es más grave que eso.

¿Qué diría?
Es una postura sectaria. Aparentemente les vamos a dar libertad pero en realidad no. Es chavismo. Eso cuando se plantea en una ley, hace que sea una ley sectaria.

¿Le parece sectaria la LOE?
Claro. Es una ley sectaria porque parece que dice que sí cuando no…. Y es una ley hipócrita en su conjunto. Mire usted, o en serio planteamos cómo mantener la enseñanza concertada o si no va a ser una enseñanza pública única. Si planteo esto último me pueden acusar de inconstitucional, bueno, pues de esta manera, es hacerlo pero a través del mecanismo financiero. Castigo esto de tal manera que sea inviable y que la cosa acabe finalmente en enseñanza privada, pagada exclusivamente por los particulares, por la minoría de los pudientes, o la pública, igual para todos…

Por cierto, ¿conoce usted el llamado Pacto Nacional de Educación planteado en Cataluña?
Sí. Lo conozco. Lo he estudiado.

¿Qué le parece? Ahí se aboga por una única red de centros… Y pública además.
Pues muy intervencionista. Aparentemente rompe la Constitución y, por tanto, lo demás da igual. Es cínica…

¿Ve viable en términos económicos una red publica de centros, aunque sea más cara?
Viable, desde el punto de vista financiero, lo es, porque es una cuestión de gasto público, pero es atentatorio a la Constitución y es un despilfarro de dinero. Eso significa que el sector publico tiene que dedicar 3.000 millones de euros más que deja de invertir en hacer carreteras, mejorar los centros públicos que existen, atender a las vacunas para la gripe, etc.

Apuesta usted por aumentar el módulo de conciertos para optimizar los recursos que se gastan en enseñanza, ¿por qué?
Por una razón muy clara. Porque el sector privado es más eficiente que el público (en Sanidad, en Educación, etc.), es decir, que con el mismo dinero hace más y eso sale en los estudios econométricos de autoridades en la materia y además eso sale en el modelo Desantin. En este modelo, que mide la eficacia de la enseñanza, resulta que los alumnos con nivel más bajo son los de la enseñanza pública, el nivel más alto es el de los alumnos de la enseñanza concertada y el nivel más altísimo es el de la enseñanza privada.

¿Por qué cree que optimizan mejor los recursos?
Pues quizá es un problema de organización interna, de la gente que va a esos colegios. Eso no lo sabemos, pero sí sabemos que el modelo privado es más eficaz que el público.

¿Qué valoración hace del presupuesto de Educación para 2006?
Que me den una cifra del presupuesto es algo que me trae sin cuidado. Los economistas trabajamos con la relación capital producto, es decir, con el qué servicio, qué beneficio genera cada gasto. A mí me trae sin cuidado lo que aumente el presupuesto de Educación. A mí lo que me importa es el resultado, ¿los chicos saben más Matemáticas? ¿Qué dice el PISA sobre los alumnos españoles? Los resultados de los estudios internacionales señalan que la situación de la enseñanza en España es grave. Muy grave diría. Y lo que hay que ver es si el gasto en Educación hace que mejores los resultados de mi nieta en Matemáticas o que haya más científicos, por ejemplo, más patentes. Sin embargo a día de hoy lo que se observa es que la balanza comercial de España refleja el mayor déficit del mundo y eso supondrá pérdida de competitividad y, por supuesto, mala calidad de la enseñanza.

A su juicio, ¿hay algún país que debiéramos tomar como modelo?
Irlanda lo está haciendo extremadamente bien porque es un país serio y porque allí hay una mayor implicación de las familias. Hay que fijarse en Irlanda y también en países como Japón y Corea.

Peor que antes

La familia es importantísima en la Educación y, aunque el sistema educativo ha empeorado –yo al salir del instituto sabía resolver ecuaciones diferenciales y ahora los alumnos no saben–, explica Velarde, las familias deben implicarse más y ser más exigentes con los alumnos porque ésa es una de las claves del éxito escolar.

De hecho, como catedrático de Universidad, como español y como abuelo, Velarde se muestra indignado con los resultados del PISA y del TIMMS y alerta de la pérdida de competitividad que sufre España según su balanza comercial y las previsiones económicas y de las consecuencias que esto acarreará sobre la situación de la enseñanza que a día de hoy ya califica de “grave”. Según el economista y académico, la Educación en España ha perdido en niveles de exigencia y de calidad.

Por eso, Juan Velarde pide que las familias sean más “duras y exigentes” con sus hijos y que si hay que repetir, se repita porque lo que no se puede bajar es la exigencia y el nivel educativo para evitar que aumente la brecha con la eficacia educativa de los países de nuestro entorno.

En cuando al papel de las familias, Velarde considera que deben siempre respaldar al centro por encima de todo. “ A los alumnos, por exigirles, no se les crean traumas infantiles. Yo no los tengo y mis compañeros de clase tampoco. Eso son tonterías ,ridiculeces”, afirma.  

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