Un museo creado a través del ordenador

Hace nueve años nos propusimos introducir a los niños en el mundo del arte a través del conocimiento de obras pictóricas, esculturas, monumentos arquitectónicos, etc., utilizando los bits de inteligencia (basados en las experiencias de Glen Doman) y las visitas a los museos y exposiciones que hubiese en nuestra localidad. Hoy lo hemos conseguido incorporando a esta labor de aprendizaje el uso de los ordenadores.
Miércoles, 16 de noviembre de 2005
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Al principio teníamos bastantes dificultades para hacernos con todo el material necesario, pero, a raíz de llegar los ordenadores a las aulas de Infantil, nos elaboramos nuestros bits escaneando de libros y folletos todas las obras de arte que nos iban interesando o que podíamos necesitar.

Posteriormente, a través de un programa visor de imágenes (Acdsee), se los íbamos presentando a los niños, con la ventaja de poder utilizar el zoom que tiene y así visionar algunos detalles.

De esta manera, nos propusimos hacer un montaje sobre el pintor ciudarrealeño Manuel López Villaseñor, uniendo el arte y el ordenador.

Además, teníamos la ventaja de tener en la localidad un museo que lleva su nombre y que cuenta con una exposición permanente de sus cuadros. Este museo está enclavado en una casa antigua de Ciudad Real, con lo cual, al mismo tiempo, estudiábamos también la arquitectura típica de nuestros antepasados.

¿Qué pasos seguimos?

Para conseguir los objetivos que nos habíamos propuesto, seguimos los siguientes pasos:

1. Primeramente, escaneamos todos los cuadros que pudimos de Villaseñor sacándolos de libros, catálogos, publicaciones, etc., lo guardamos en un archivo y, posteriormente, lo grabamos en un CD para así poder utilizarlo en el aula Althia con los niños.

2. En la siguiente sesión, fuimos al aula Althia y uno a uno fuimos presentando todos los cuadros mediante el programa de visor de imágenes. Lo hicimos de una manera rápida y sin detenernos en detalles.

3. Al día siguiente, nos fuimos deteniendo un poco en todos los cuadros, al tiempo que les dábamos una explicación. Esta misma sesión la repetimos durante una semana.

4. Posteriormente, las sesiones fueron algo más detalladas, pues aprovechando el zoom del programa nos deteníamos en observar y comentar detalles del pintor, y otras veces eran los niños los que nos pedían que les mostrásemos determinados detalles.

5. Imprimimos todos los cuadros a tamaño cuartilla, cada niño escogió un cuadro, escribió su nombre en el ordenador, lo pegamos todo en una cartulina negra e hicimos así una colección del pintor.

En el museo

La visita al museo fue una experiencia maravillosa y muy enriquecedora, ya que como pudieron observar de cerca lo que hasta ahora para ellos era una imagen en el ordenador, les resultaba rarísimo la diferencia de tamaño, las texturas, las tonalidades, etc.

Curiosamente, conocían todos los cuadros hasta los más mínimos detalles, e incluso preguntaban por cuadros que no están en el museo porque pertenecen a colecciones particulares.
La casa también les llamó muchísimo la atención por el modo en que estaban dispuestas las habitaciones, el patio central, el tipo de escaleras, las puertas, etc.

Después de la visita

Al día siguiente, organizamos una asamblea en la que decidieron que ellos también querían hacer un museo dedicado a Villaseñor, con sus propias creaciones, con lo cual iniciamos un proyecto de trabajo en el que hemos estado inmersos durante dos meses.

¿Cómo hemos hecho este trabajo? Ellos mismos, en la asamblea, elaboraron un listado detallado con todo lo necesario, y, poco a poco, lo fuimos haciendo:

1. Carteles-murales anunciadores del museo.
2. Listas de invitados.
3. Invitaciones que ellos mismos elaboraron.
4. Entradas: hicimos un texto entre todos y luego lo pasamos a ordenador y lo imprimimos.
5. Distintos tipos de cuadros para formar el museo:
—Con ceras raspadas.
—Con todo tipo de recortes de papeles que vamos guardando.
—Con plastilina.
—Con rotuladores difuminados con gotas de agua.
—Con ceras imitando cuadros de Juan Mark.
—Con ceras imitando los cuadros de Villaseñor.
—Murales de 2×2 metros pintados con pinceles y témperas, que hicieron los niños de cuatro en cuatro con el tema que eligieron.
—Esculturas hechas en plastilina.

Para la elaboración de todo este proyecto hemos utilizado el ordenador también para otras tareas como visionar los cuadros, hacer notas para los padres, los logotipos que utilizamos en los carteles, las entradas, las listas de invitados, etc.

¿Qué hemos sacado con esta experiencia?

Los niños se han dado cuenta de que el ordenador es un instrumento que en muchísimas ocasiones te facilita determinadas experiencias y trabajos, que serían más difíciles o casi imposibles de realizar sin él.
Lo único que hay que hacer es intentar buscarle todos los recursos, descubrir las aplicaciones que tiene y cuáles pueden interesar a los alumnos, para así saber cómo aplicarlo en nuestra aula.

También hemos deducido que los niños son capaces, si se les escucha y les alienta, de hacer cosas sorprendentes, tanto con el ordenador como sin él. Además, hemos descubierto que, con un poco de motivación, son capaces de sentir y saber expresar mucha sensibilidad alrededor de una obra de arte, al mismo tiempo que desarrollan su creatividad.

No es necesario tener demasiados conocimientos de informática para poder utilizar el ordenador en Educación Infantil como recurso pedagógico.

Ana María ALBERCA
CP “María Pacheco”
(Ciudad Real) 

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