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Educación para la Ciudadanía: ¿vuelta a una moral de Estado?

Pese a que el MEC insiste en que la asignatura tendrá un currículo basado en valores universales, las críticas no cesan por quien ve en Educación para la Ciudadanía la imposición de una moral de Estado.
Miércoles, 11 de enero de 2006
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Autor: M. S. E.

La LOE aprobada en el Congreso de los Diputados confirma la introducción en el sistema educativo de una asignatura nueva que se impartirá en un curso de Primaria, en uno de los tres primeros cursos de Secundaria y en 4º de ESO y que será obligatoria para todos los alumnos. En Primaria se denominará Educación para la Ciudadanía y se centrará, sobre todo, en los derechos humanos. En 4º de Secundaria se pasa a denominar Educación ético-cívica y principalmente promoverá la igualdad entre hombres y mujeres.

Pero aunque la LOE aprobada por el Pleno de la Cámara Baja confirme lo que era una materia anunciada, desde los primeros indicios de la implantación de esta materia los detractores de la LOE manifestaron su temor a que se convirtiera en una asignatura para imponer la moral del Estado. Así, al mismo tiempo que los anti-LOE llegaban a calificarla de “materia doctrinal”, los populares criticaban que la materia “sería como la Formación del Espíritu Nacional del franquismo”.

Pese a todas las críticas, el secretario general del MEC, Alejandro Tiana, defendía la nueva materia. “El objetivo es inculcar valores democráticos como los derechos humanos y la igualdad entre hombres y mujeres. Si se adoctrina, será en la tolerancia”, explicó a MAGISTERIO.

Con el nuevo año la polémica lejos de disiparse, se ha avivado. Esta vez por un informe que critica la propuesta de la Universidad Carlos III y la Fundación Cives.

En el documento elaborado por Profesionales por la Ética se rechaza la “posible influencia del laicismo excluyente de la Universidad Carlos III” en el enfoque y los contenidos de la nueva asignatura “que puede venir a confirmar el propósito ideológico de la mencionada asignatura”, señalan.

Falacia de neutralidad

El documento –según ha señalado Profesionales por la Ética en un comunicado–, no pasaría de ser “un muy discutible estudio académico si no fuera por la vinculación de la ministra San Segundo con la citada Universidad y la convicción generalizada de que es en el seno de la misma donde se ha gestado la nueva reforma educativa socialista, al menos en sus aspectos de mayor calado”.

Tras analizar la propuesta conjunta de la Carlos III y Cives, Profesionales por la Ética asegura que la asignatura de Educación para la Ciudadanía, tal y como está planteada, “va a convertirse, bajo la falacia de una pretendida neutralidad moral, en un instrumento para convertir el laicismo excluyente en la ideología oficial de la escuela pública española”. Lo que es igual, los autores del contrainforme vaticinan que la nueva asignatura se convertiría en una materia de adoctrinamiento con la moral del Estado por bandera.

Su argumentación principal es que el documento distingue entre moral privada y moral pública. La moral privada quedaría sujeta a lo que propongan las distintas confesiones religiosas o corrientes ideológicas presentes en la sociedad, mientras que la moral pública consistiría en un “mínimo común ético” acogido por el Derecho de un Estado regido por criterios de laicidad.
 

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