25.000 niños rinden homenaje a las víctimas del 11-M
Autor: Zaida PÉREZ DE ARANDA
Esperanza Aguirre, presidenta de la Comunidad de Madrid, ha presidido la semana pasada la entrega de los premios escolares Paz y Cooperación Por un mundo sin violencia, en el que han participado cerca de 5.000 niños de 35 países con sus murales, dibujos, fotografías, lemas y vídeos –si bien a estos trabajos hay que añadir los de otros 20.000 estudiantes que no fueron seleccionados por sus países de origen–.
Con el patrocinio de la Comunidad de Madrid, Paz y Cooperación convocó a escolares y profesores de todo el mundo a sumarse al clamor de los madrileños por los trágicos sucesos del 11-M. Y es que, según Aguirre, “los niños son, sin duda, los que mejor pueden expresar los anhelos de paz y libertad porque son el futuro de la humanidad”.
Una niña búlgara de cinco años, otra serbia de seis, una madrileña de cinco (Alba Díaz Navarro, de la EI “Javier García Pita”), una siria de 11 y una moscovita de nueve son algunos de los estudiantes premiados. También recibieron diplomas alumnos de Bolivia, Egipto, Estonia, México, Rumania, Panamá y Uruguay, entre otros.
En el capítulo de centros escolares, destacó el primer premio obtenido por el Colegio “Guadalpín” de Marbella y el Colegio de Bellas Artes de Targovishte de Bulgaria, con menciones especiales para Bolivia, Eslovaquia, Gabón, Rumania, Rusia y Turquía. El premio extraordinario de esta XX edición recayó en el centro escolar AI. I. Cuza de Rumanía por un excepcional mural en el que todo un colegio rechazó la violencia y reclamó un mundo solidario.
Al acto acudió Susan Nizkat, una brillante profesora iraní que, junto a colegas de Arabia Saudí, Bulgaria, España, Rumanía y Serbia Montenegro, ha formado parte del cuadro de honor del profesorado de este certamen.
Al final del acto, el presidente y fundador de la ONG Paz y Cooperación, Joaquín Antuña, presentó la XXI edición del concurso dedicada en esta ocasión al tema de la violencia doméstica. La apertura de esta convocatoria tuvo lugar ayer, bajo el lema Por un planeta sin violencia de género, en la sede de Naciones Unidas en Nueva York.
