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Cataluña publica su informe PISA 2003 en versión ‘light´

Había cierta expectación por saber si el Consell Superior d´Avaluació del Sistema Educatiú (el Inecse catalán), iba a abordar en profundidad los problemas del sistema educativo catalán detectados por PISA. No ha sido así.
Miércoles, 15 de febrero de 2006
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Autor: José M. LACASA

Como ya saben los lectores de MAGISTERIO, hubo cuatro comunidades que se presentaron al PISA 2003 con muestra ampliada: País Vasco, Cataluña, Castilla y León y Andalucía. Mientras que el País Vasco presentó su informe propio hace más de un año (un informe excelente, lo puede encontrar en www.isei-ivei.net, la página web de su instituto de evaluación), Castilla y León está ultimando el suyo, y Cataluña lo presentó la semana pasada con el título Resultats de l’alumnat de Catalunya i items alliberats. Informe PISA 2003, Andalucía sigue negando que se presentase a PISA…

El estudio ha sido elaborado por el Consell Superior d’Avaluació del Sistema Educatiu (CSDA) –dirigido por Joaquim Prats–, dependiente del Departament de Educació que dirige la consejera Marta Cid, y se puede encontrar en la página del Consell (www. gencat.net/educacio/csda).

Decepción

Pues si alguno esperaba algo más profundo que un análisis –correcto, eso sí– del sistema educativo catalán tratado como si fuera el del sistema coreano realizado por un albanés (es decir, por alguien a quien no le preocupa o desconoce la realidad social subyacente a ese sistema educativo), estaba equivocado. El informe del CSDA aplica simplemente los moldes PISA a los datos catalanes.

En principio, puede parecer legítima la opción del CSDA: yo me comparo como nación con los otros países, relleno los datos que PISA no publica en su informe por considerarme región, y punto (a lo mejor por eso en ningún momento se compara con otras comunidades no nacionales, ni españolas ni extranjeras; aunque podría ser porque queda por debajo de Castilla y León o País Vasco).

¿Por qué evaluarse?

Sin embargo, no todos han optado por esa línea: el País Vasco ha elegido evaluar en profundidad su propia organización del sistema educativo, adaptando la evaluación no a los estándares de PISA, sino a su propia realidad social, aprovechando la evaluación en profundidad. Por ejemplo, contrató una ampliación de muestra para que cada modelo lingüístico tuviera datos representativos. Y se hizo preguntas sobre el funcionamiento y las consecuencias del sistema que el organismo evaluador catalán ha eludido. Y eso que no se está poniendo en la picota la gestión del tripartito, sino la de CiU, y en concreto la de su consejera, Carme Laura Gil.

Lo que el CSDA elude es que casi la mitad de los alumnos evaluados por PISA tienen el castellano como lengua materna (sin contar hijos de inmigrantes), y que estos alumnos tienen un rendimiento muy inferior a esa otra mitad de estudiantes cuya lengua materna es el catalán. Y que esa diferencia se mantiene en las dos redes educativas; y que, aunque se reduzca, también existe diferencia una vez que se detraen las condiciones socioeconómicas del alumnado, como ya ha publicado MAGISTERIO.

Lo que subyace en el fondo es la razón para evaluarse. Se invierte mucho dinero y tiempo en ello, es lícito preguntárselo. Uno puede sacarse la foto y enseñarla a los demás. O uno puede analizarla con cuidado para buscar errores e imperfecciones, y aprender de la experiencia. Se puede hacer todo; pero no es lo mismo.
 

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