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“La Ley de la Lectura espera en el Consejo de Ministros”

Leonés de nacimiento, Rogelio Blanco es, además del director general del Libro, catedrático de enseñanza Secundaria y ensayista. Ha sido uno de los grandes promotores de la Feria Internacional del Libro Infantil y Juvenil Leer León, que se celebra por primera vez este año.
Miércoles, 10 de mayo de 2006
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Leonés de nacimiento, Rogelio Blanco es catedrático de enseñanza Secundaria y ensayista. Ha sido uno de los grandes promotores de la Feria Internacional del libro Infantil y Juvenil Leer León, que se celebra por primera vez este año.

¿Qué es lo más importante que aportan las ferias del libro a la sociedad?
Todas las campañas que se hacen ayudan poco a poco. Es una cuestión de presupuestos y de organizar un proyecto aunque eso no es suficiente. Lo importante es que al hacer una campaña se vean unos efectos de forma lo más inmediata posible. Por ejemplo, en 2002 se hizo una campaña de fomento de la lectura y estamos empezando a ver resultados. Pero repito que no es suficiente, porque hasta ahora se hacía todo de arriba abajo y tiene que ser al revés, de abajo arriba. Hace poco asistimos un congreso en Cáceres al que asistieron 800 personas. Creo que vamos por el buen camino.

Los alumnos no salen bien parados en estudios como PISA respecto a la lectura, ¿podemos ser optimistas?
Los sindicatos docentes nos piden colaboración para celebrar eventos de formación de profesores en torno a la lectura y también el profesorado nos muestra su entusiasmo porque la LOE contemple la biblioteca escolar. Hay mucha sensibilidad por el tema y estamos asistiendo al crecimiento de los índices de lectura en la población infantil y juvenil. Es creible, es una realidad. Aquello que se empezó institucionalmente ahora lo pide la ciudadanía y empieza a ser creible.

¿Por qué una ley? ¿Puede ser la lectura algo obligatorio por norma?
El proyecto de ley está ya lista en Consejo de Ministros para iniciar su trámite en esta legislatura. Es la ley de la lectura, el libro y las bibliotecas. El porqué la llamamos finalmente Ley de la Lectura responde a que creemos que la lectura es el elemento globalizador. El libro es un soporte sobresaliente de la lectura, pero no es el único soporte. Y la lectura abarca todos los soportes e implica que el individuo tenga capacidad de interpretar la realidad. Saber leer la naturaleza, saber por ejemplo cuando brota un árbol es también saber leer y presupone capacidad lectora. La capacidad lectora no es sólo leer libros. El libro es el gran soporte pero hay otros, que implican entender los códigos. El Quijote fue un verdadero modelo de lector. Necesitó leer libros pero también leer el rostro del vecino, interpretar la realidad.

¿Cómo afectará a los centros educativos?
La ley regula en general, pero los libros de texto aunque se tocan de pasada es competencia de las comunidades autónomas y cada una será responsable de lo que haga. La normativa marca las pautas a todo el sector porque es una ley marco. Cada comunidad regulará si regala los libros de texto, si los compra, etc.

¿Qué cambios se van a producir en la biblioteca escolar?
Creo que tampoco hay que inventar nada. Está inventado todo. Cuando estudiamos el ranking de los países con mejores resultados académicos de los alumnos, si vemos evaluaciones como PISA de la OCDE por ejemplo y vemos el ranking por países, tenemos que pensar en lugares como Finlandia, donde el éxito educativo viene acompañado por un importante red de la biblioteca escolar. También en España tenemos experiencia de esto. Creo que biblioteca escolar, éxito académico educativo, éxito lector están íntimamente relacionados. Es una relación directa. Es decir, creo que este año que el gobierno haya dedicado una partida de 25 millones de euros para comprar libros y que en una ley se apueste por la lectura también por primera vez es para alegrarnos. Los desarrollos ya dependen del Ministerio de Educación y de las comunidades y creo que lo harán bien.

Al parecer, el 84% de los alumnos de 6-14 años lee al menos 30 minutos diarios al margen de los libros de texto, ¿qué pasa con los adolescentes?
Bueno, ciertamente, el porcentaje baja un poco en la adolescencia, pero hay un dato importante. Si después de los 14 años la cifra baja un poco no hay que alarmarse porque una vez que el virus de la lectura se adentra en los individuos se vuelve a recuperar más adelante porque vuelve a haber otro impulso importante después de los 24. Es decir, yo creo que si se inocula el virus de la lectura, y eso sucede en la infancia, en la familia y en escuela, aunque en un determinado momento como la adolescencia quede latente o aletargado, luego se recupera. De ahí la importancia de la biblioteca escolar.

¿Qué papel debe jugar la familia?
El efecto de la familia con su mimetismo es esencial. De ahí que la nueva campaña sobre el tema del Ministerio de Cultura lleve por lema Si tu lees ellos leen. Es importantísimo que a esto le acompañe la biblioteca escolar porque familia y escuela son las dos grandes piezas de la sociedad lectora.

¿Las familias españolas, los padres, leen lo suficiente?
La media de población lectora es un 57% y desde los 40 hasta los 55 años la proporción no es mala, sobre todo en la mujer, en la madre. Hay una caída muy fuerte después, desde los 65 años, pero hay que pensar que a nuestros mayores les faltaron posibilidades y que en nuestro país tampoco hay una gran tradición lectora.

Barómetro de lectura

Según el Barómetro de hábitos de lectura y compra de libros durante el primer trimestre de 2006 elaborado por Precisa para la Federación de Gremios de Editores de España, “las mujeres jóvenes, universitarias y que viven en grandes ciudades son las que más leen”.

Según el estudio, “el porcentaje de personas que leen libros en España todos o casi todos los días ha aumentado durante el primer trimestre del año, hasta situarse en un 25,4% de la población mayor de 14 años”.

Los lectores que leen al menos una o dos veces por semana suponen un 41% del total de personas de 14 años y más en su mayoría mujeres, un 42,2% frente al 39,4% de hombres. Según los datos recogidos, el perfil del lector español es de una persona joven, mujer, con estudios universitarios, de gran ciudad y que lee mayoritariamente novela.

Por el contrario, los mayores de 55 años son los que menos leen, especialmente a partir de los 65 años y más. Los no lectores de este segmento de edad representan un 19,1% de la población estudiada y un tercio del total. La diferencia se acrecienta aún más en municipios de menos de 50.000 habitantes, donde vive un 48,9% de la población.

Según Rogelio Blanco, esto se debe sobre todo a que España no tiene una tradición lectora como los países del norte. Según el director general del Libro, Archivos y Bibliotecas, esto presupone factores climatológicos y religiosos porque “mientras los luteranos tenían que leer la biblia porque se jugaban el destino eterno, los países de tradición católica como España no estimulaban la lectura. Sólo la hacían los clérigos y fundamentalmente en latín y de espaldas a la gente”, subraya.

El informe refleja también un dato negativo: el incremento del 3,2% de la población no lectora. Respecto a las lenguas, el 94,7% de los españoles aseguran que su idioma habitual de lectura es el castellano, pero el 45,1% reconoce leer en otras lenguas. El porcentaje más elevado corresponde al inglés ((14,6%) y al catalán (10,5%).
 

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