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El parque amigo... y enemigo

Más del 70% de los accidentes infantiles se producen en diferentes áreas de juego. En la actualidad las ciudades han acondicionado parques para que los más pequeños puedan sentirse bien, y aprender jugando con los demás chicos. En teoría estos parques deberían de estar acondicionados para que los menores estuvieran totalmente seguros. Pero la práctica es otra totalmente diferente, ya que últimamente los parques se han convertido en verdaderos enemigos de los menores.
Miércoles, 17 de mayo de 2006
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Aspectos tan importantes como la seguridad, la calidad, la ubicación o el estado de conservación de los aparatos de juego infantil pasan totalmente desapercibidos para los niños –y para muchos adultos también–. Se da por supuesto que el niño se encuentra a salvo de percances por el simple hecho de que está jugando junto a otros niños con unos aparatos construidos para su disfrute. Pero lo que muchos adultos ignoran es que con este planteamiento confiado y poco previsor se menosprecian ciertos riesgos que pueden derivar en accidentes más o menos graves.

De hecho, las zonas de juego infantil no son tan seguras como podría pensarse: en 1998, el 4% de los accidentes registrados en España se produjeron en áreas de esparcimiento y ocio. Y de todas las actividades que realizaban los accidentados, una de cada tres era de tipo lúdico, sin incluirse las deportivas. Precisamente el pasado 8 de mayo murió un niño en un pueblo de León cuando estaba jugando en una zona deportiva. Ante sucesos así cabe preguntarse si son estas las zonas más apropiadas para que jueguen los más pequeños.

Según el psicólogo Manolo Calderón, “los niños necesitan divertirse y relacionarse con los demás chicos de su edad, pero no por ello hay que descuidarlos. Los más pequeños necesitan estar bajo la atenta mirada de sus padres o de algún adulto, y no sólo eso, sino que hay que mirar detenidamente dónde encuentran su diversión”.

El suelo y el juego

El estudio sobre el tema publicado por la revista Consumer demuestra que un alto porcentaje de parques no cumplen la mayoría de las medidas de seguridad. Uno de los aspectos más descuidados en la actualidad y que es muy importante para los niños es el material y buen estado del suelo. Así lo asegura Ana Sánchez, directora del laboratorio de la Asociación de Investigación de la Industria del juguete (AIJU). “Es alarmante comprobar que más del 70% de los accidentes infantiles que se producen en el área de juego se deben al mal estado de sus superficies”, según datos tomados de la investigación en más de 1.000 áreas públicas de juegos realizadas por Consumer Federatión of América.

1 de cada 5, peligrosos

Ana Sánchez añade que es imprescindible “un diseño seguro y la elección de materiales amortiguadores para las caídas que permitan evitar ciertos percances y reducir la gravedad de las posibles lesiones en los niños”. En estos casos se puede afirmar que la arena o las baldosas de caucho son los elementos más apropiados y aportan el nivel óptimo de seguridad para los pequeños, aunque en la actualidad son muchos los parques que carecen de ellos.

Es más, un informe sobre el tema conocido la semana pasada destaca que un 70% de los parques infantiles en España “no cuenta con protección ante el sol”. Para los autores del informe éste no es un tema baladí puesto que a partir de mayo las temperaturas en nuestro país suelen ser muy elevadas, por lo que para los niños pequeños puede ser muy nocivo estar un período prolongado de tiempo jugando en el parque a pleno sol.

Además, según el estudio de la revista Consumer para Eroski, que valoró la seguridad de 151 elementos oscilantes, 114 columpios, 112 estructuras multijuegos, 78 toboganes y 65 balancines. en diversas ciudades españolas, “el 19% de los aparatos instalados presentan defectos graves que comprometen peligrosamente la seguridad de los más pequeños. En concreto, uno de cada tres parques visitados tenían algún aparato en mal estado.

Los elementos con más problemas de seguridad, a los que más atenciones hay que dedicar, son las estructuras de multijuegos (en uno de cada tres se vieron faltas graves) y los columpios, ya que el 27% de estos aparatos presentaban anomalías. Se consideraron defectos graves principalmente las partes rotas que pueden causar accidentes, piezas sueltas que reducen la estabilidad en algún sentido, sistemas de fijación inadecuados, tornillos que sobresalen excesivamente, alturas demasiado elevadas sin protección, pavimentos inadecuados por su dureza, posibilidad de atrapamiento.

Derecho a garantizar

Según el artículo 31 de la Convención sobre los Derechos del Niño, el juego es un derecho que debemos garantizar. Para ello es necesario dotar a las zonas verdes y espacios libres de áreas de juego para todos los niños. A la espera de que la normativa europea sobre seguridad en las zonas de juegos infantiles sea de obligado cumplimiento en España, diversas organizaciones, entre las que destacan; la Asociación Española de Parques y Jardines Públicos, la Confederación Española de Asociaciones de Padres de Alumnos, la Confederación Católica de Padres de Alumnos, CC.OO, la Federación Española de Municipios y Provincias, han presentado un informe con el decálogo del parque diez, con el fin de promover el aspecto lúdico de los mismos sin olvidar los criterios de seguridad.

Entre los derechos que exigen está la necesidad de crear un servicio de inspección que garantice con la periodicidad necesaria la adecuada conservación e higiene de los parques infantiles. Además un tema que parece olvidarse son los discapacitados, por ello también establece que los parques infantiles deberán ser fácilmente accesibles, especialmente para las personas que tengan minusvalías, porque entre ellos se encuentran muchos niños que también tienen derecho de divertirse.

IU pide más seguridad

Por otro lado Izquierda Unida de la Asamblea de Madrid registró una iniciativa en la que se insta al Gobierno a regular “las medidas de seguridad que deben reunir los parques evitando los riesgos que puedan perjudicar su salud e integridad física”. El autor de dicha iniciativa, Eduardo Cuenca, explica que “Madrid en la actualidad no tiene regulación sobre esta materia”, cuando las administraciones deben velar para que los niños disfruten de espacios de ocio de la región.

Normas básicas

La protección corresponde a los progenitores y a los adultos encargados del niño. Para que los chicos disfruten del juego en un parque infantil y lo hagan con el menor riesgo posible, no sólo interviene la calidad de los aparatos de juego, sino también la Educación que reciben.

Una norma básica es enseñarles a respetar a los demás niños. Así como vigilar que los juegos estén bien mantenidos y cuidados, es decir, que funcionen bien. Conviene que se habitúen a evitar resbalones, fijándose en las superficies que pisan, y a agarrarse firmemente en las estructuras que pisan.

Otra de las medidas de precaución con muy poco predicamento en los parques es que los niños mayores tomen conciencia de la vulnerabilidad de los más pequeños, que los respeten e intenten no atropellarlos.

El juego es vital en esta edad, pero no es una tarea sólo de los pequeños sino que los padres también tienen ahí una responsabilidad.

Decálogo del parque diez

El lugar de encuentro de los más pequeños en las ciudades es el parque infantil, por ello es imprescindible saber cuáles son las cualidades perfectas para dicha zona. Una vez conocidas podremos analizar si las áreas de juego donde los niños pasan las tardes son las más idóneas para su disfrute, y también aportar a los padres una tranquilidad, al poder evaluar ellos mismos la zona de juego.

Toboganes; deben tener una plataforma de espera al inicio del tobogán, un tramo recto que facilite la parada al final y barandillas protegiendo los travesaños.

Columpios; lo ideal es que la cadena lleve algún tipo de revestimiento. Debe haber un asiento adaptado para los más pequeños.

Balancines; deben contar con algún sistema de amortiguación.

Espacio libre; los equipamientos deben estar colocados de forma que se eviten posibles interferencias entre los juegos, para evitar accidentes.

Suelo; los materiales más adecuados son el caucho reciclado y los materiales sintéticos blandos, aplicados en el grosor adecuado, porque amortiguan golpes y caídas y son antideslizantes, además se secan rápidamente sin dejar charcos.

Materiales; mejor los alternativos al hierro (madera, PVC)

Formas; los bordes deben ser redondeados, sin esquinas ni salientes peligrosos.

Vallado; lo ideal es que estén acotadas por vallas o setos, para que los chicos no puedan salirse del recinto de una forma fácil.

Para los padres; es necesario poner paneles informativos que expliquen las edades mínimas y máximas recomendadas. Especificar el centro sanitario más cercano. Por último, también es importante establecer la forma de notificar los desperfectos en los elementos, para que se subsanen los daños lo antes posible.

Animales; es preferible que en las proximidades haya zonas caninas acotadas, para evitar que los perros realicen sus deposiciones en los areneros infantiles, ya que si no se podría convertir en un foco de infección para los más pequeños.

Mantenimiento; se realizarán inspecciones periódicas para garantizar el correcto mantenimiento de los juegos. Se retirarán de forma inmediata los que estén en mal estado.

“Tirarse bien por un tobogán es otra forma de prevenir”

Pedro Núñez Morgades, defensor del Menor de la Comunidad de Madrid, habla para MAGISTERIO sobre los parques.

Da la sensación que los accidentes en zonas de ocio infantil se podrían prevenir en la mayoría de casos, ¿es así?
Estamos hablando de espacios públicos, y hay dos cuestiones. Por un lado, las administraciones competentes deben hacerse cargo del cuidado, limpieza y conservación de estas zonas, pero también los ciudadanos, porque muchas veces los problemas vienen por el mal uso de los elementos. Tirarse por un tobogán de la manera correcta es otra manera de prevenir.

Recientemente un menor falleció por el derrumbe de una portería. ¿Está prevista en Madrid algún tipo de regulación como la normativa que ya existe en otras comunidades respecto a zonas de esparcimiento infantil?
En la actualidad existen dos normas generales: la Ley Orgánica 1/1996 de protección jurídica del menor, que en su artículo 11 se refiere a los espacios libres, y la Ley autonómica 6/1995 de garantías a los derechos de la infancia y adolescencia de la Comunidad de Madrid, que obliga a espacios diferenciados para ocio infantil. No obstante, es verdad que existen las normas UNE sobre seguridad en los equipamientos de áreas de juego qué no son de obligado cumplimiento salvo en Andalucía y Galicia.

Las estructuras multijuegos y los tradicionales columpios son, a la luz de distintos estudios, los elementos que más problemas causan en los parques y zonas de recreo, ¿es así también en Madrid?
Nos llegan algunas quejas, aunque cuantitativamente hay que decir que son pocas y casi siempre son referidas a la falta de limpieza, a problemas con el uso o a la presencia de excrementos caninos, de ahí la importancia del comportamiento de los ciudadanos.

¿Qué debe y qué puede hacer un padre cuando teme que ocurra un accidente en el parque más cercano a su casa si ve que los equipamientos están rotos u oxidados?
El padre debe ponerlo en conocimiento de la administración competente, que normalmente es el Ayuntamiento. Se investiga que la queja es verídica y hay elementos deteriorados y se procede a su renovación.
¿Se lleva algún tipo de control o estadística sobre los accidentes que ocurren en zonas de ocio infantil?
La inspección es competencia de los ayuntamientos. Nosotros como Comisionado Autonómico sólo actuamos en función de las quejas que recibimos e hicimos un estudio sobre el tema en 1999.

¿Aconsejaría usted utilizar las zonas de ocio de los centros educativos públicos?
Por supuesto. Ya existe el Programa de Centros Abiertos de la Consejería de Educación que está funcionando muy bien, por ejemplo, en Getafe. Para ello, hace falta un programa educativo y monitores. Pero además nosotros como institución proponemos abrir el centro para disfrutar con la familia, es decir, que las actividades sean conjuntas y no se utilicen los centros como aparcamientos de niños.

Normativa Europea

La normativa europea (UNE-EN 1176 y 1177) establece una larga serie de exigencias en materia de seguridad para evitar accidentes en los parques de juego infantil. Estas normas recogen los requisitos que deben cumplir los equipos (columpios, toboganes, balancines, etc.) y los materiales utilizados, las dimensiones de los huecos y espacios libres que eviten riesgos de atrapamiento, las distancias y alturas de seguridad, la protección contra caídas y enganchones de ropa y pelo. Además, hacen referencia a los grosores de recubrimiento de las áreas de juego, a los requisitos de la instalación, las distancias libres de obstáculos y al mantenimiento posterior del área de juego. Sin embargo, esta normativa no es de obligado cumplimiento y sólo Francia la aplica en la actualidad. En España, exclusivamente Galicia y Andalucia cuentan con una normativa específica de parques infantiles. 

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