Otro mundo es posible, otro mundo es necesario

Otro mundo es posible, otro mundo es necesario es el título del proyecto ganador del Primer Premio Nacional de Innovación Educativa 2004. La dotación, 12.000 euros, viajó íntegramente a Perú.
Miércoles, 28 de junio de 2006
0

Autor: Zaida PÉREZ DE ARANDA

Mª Dolores Vidal Silva es profesora de Matemáticas del IES “Ágora” de Alcobendas (Madrid) y voluntaria de la ONG Setem, con la que colabora desde 1998. Por eso, ha participado en varios campos de solidaridad en verano en Guatemala, San Salvador, Bolivia y Perú. A la vuelta de su viaje a Perú en 2002, se trajo proyectos de desarrollo comunitario para intentar conseguir financiación aquí. Esto no es tarea fácil, pero Mª Dolores pensó que presentando una propuesta a su instituto podría conseguir la sensibilización y la financiación de un proyecto.

Y así fue: el claustro eligió la financiación de la construcción de un Centro de Educación Ocupacional (CEO) en Santiago de Borja, comunidad rural del Departamento de San Martín, en Perú, que serviría para formar a jóvenes en computación y alfabetización. La profesora puso en marcha el proyecto en 2003: se hicieron huchas para cada clase (se pretendía que el alumnado participase echando el dinero de las chuches, el bocata, etc.) y en la biblioteca se recaudaron fondos con las multas por retraso. Así participa toda la comunidad educativa, también las familias. Además, a pesar de las dificultades de comunicación, se organizó un carteo entre el alumnado del instituto y el del Colegio de Primaria y Secundaria de Santiago de Borja. Mª Dolores mueve alrededor de 200 cartas, unas dos veces al año.

Otro mundo es posible, otro mundo es necesario fue el nombre elegido para el proyecto de Educación en Valores que se estaba trabajando de forma global en el centro. 40 actividades forman parte de este proyecto que pretende que los alumnos se puedan formar como ciudadanos del mundo.

Posteriormente, Otro mundo es posible, otro mundo es necesario ganó el Primer Premio Nacional de Innovación Educativa 2004, dotado de 12.000 euros, que –salvo el 15% que se quedó Hacienda– viajaron a Perú. Una parte de este dinero se ha dedicado a la compra de materiales para la construcción de la Casa de la Juventud en el centro poblado de Sangamayoc (San Martín, Perú). Se trata de mejorar así la calidad de la Educación y la capacidad de organización de la comunidad. Ahora, después de cuatro años, Mª Dolores ha conseguido reunir lo suficiente para volver este verano a Perú y tocar los sueños que ha ido tejiendo poco a poco. 

0
Comentarios