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Una fiesta para la familia educadora

Valencia acogió durante toda la semana pasada los diferentes actos del V Encuentro Mundial de las Familias, cuya cita más multitudinaria fue la visita de Benedicto XVI a la ciudad, la primera que hace a España. Cientos de miles de peregrinos siguieron la misa del Papa el domingo donde habló de la familia “fundada en el matrimonio indisoluble entre un hombre y una mujer” y fomentó el asociacionismo en defensa de la familia.
Miércoles, 12 de julio de 2006
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Autor: Antonio ROMERO
Pablo ROVIRA

El fin de semana, en Valencia, fue un encuentro de familias llegadas de los cinco continentes para ver al Papa. Cientos de miles de peregrinos participaron en este Encuentro mundial.

Ya lo dijo Benedicto XVI a los periodistas durante el vuelo de Alitalia poco antes de llegar a Manises. Una cita para hablar de “las cosas positivas”. Y de ellas habló y muy claro. Un mensaje alegre dirigido a los católicos en los que predominaron verbos como “invito”, “propongo”, “promuevo”… El máximo representante de la iglesia no vino a Valencia a imponer ni a hablar en clave local, sino a decir las verdades universales en las que creen millones de católicos en torno a la familia, “fundada en el matrimonio indisoluble entre un hombre y una mujer” y su labor como primera instancia educadora, especialmente “como transmisora de Fe”.

Muchos valencianos optaron por abandonar la ciudad huyendo del tumulto, lo que sumado a una organización precisa y casi exagerada convirtió el centro de Valencia en un lugar tranquilo, alegre y peatonal. Las calles eran prácticamente en exclusiva para los peregrinos, uniformados de blanco y amarillo, que vieron pasar a Benedicto XVI en los cinco viajes en Papamóvil y dos a pie que hizo durante su visita.

Antonio Romero, que participó en el acto, explica que “fuimos en bicicleta un grupo de sesenta ciclistas al Aeropuerto para esperar la llegada del Papa que llegó escoltado por dos aviones de la OTAN. Nada más aterrizar el avión, salimos escoltados por un coche de la policía local que nos abrió el camino durante los doce kilómetros que hay hasta Valencia. Desde el inicio ya comenzamos a ver mucha gente en la cuneta y en todos los puentes. La gente se volcó con nosotros porque nos identificaba por el maillot como un anticipo del Papa”. Poder ser abanderado del Papa y anunciadores de su llegada “fue muy gratificante”, comenta Antonio.

Durante el encuentro, fueron mayoría las familias, muchas de ellas acompañadas de niños pequeños, aunque no faltaron los grupos de jóvenes de diferentes movimientos cristianos y parroquias. También se vio por Valencia estos días a numerosos sacerdotes y monjas de todo el mundo, muchos de ellos extremadamente jóvenes.

Y es que el calor que este fin de semana hacía en Valencia obligaba a tener cierto aguante físico. Durante la misa del domingo, los servicios sanitarios atendieron casi 700 lipotimias y 25 personas tuvieron que ser trasladadas a hospitales.

Más allá de los mareos, no hubo incidencias en todo el fin de semana. Lo que sí hubo fue un recuerdo constante y de oración por las 42 personas que perdieron la vida en el accidente del Metro del día 3 de julio. Fue el momento más emotivo de la visita papal, su encuentro en la catedral de Valencia con familiares de las víctimas.

El Papa vino a Valencia “a reafirmar lo que predica la Iglesia, no me ha sorprendido, por tanto, nada de lo que ha dicho, sino ha ratificado lo que ya sabía”, relata Curro Pacheco, padre de dos hijos. Es decir, como señaló en su homilía Benedicto XVI, “los padres, partícipes de la paternidad divina, son los primeros responsables de la educación de sus hijos y los primeros anunciadores de la Fe”.

La familia educadora

Para escuchar este mensaje, muchos de esos padres pasaron la noche a la intemperie. El cauce del río Turia, convertido desde hace dos décadas en la referencia lúdica y deportiva de la ciudad, transformó sus zonas verdes en un gran camping urbano con decenas de carritos de bebé aparcados y familias acurrucadas con los bebés en los brazos. Los jóvenes, por su parte, hicieron la versión ‘peregrino’ del botellón, sin excesos alcohólicos, algarabía controlada y mucho rasgar de guitarra. Estas verbenas improvisadas se alargaron durante la madrugada y pasaron factura en la misa del domingo. El aleteo de abanicos se turnaba con los bostezos disimulados.

El Papa no vino a Valencia a hablar de política. Se reunió protocolariamente con los representantes políticos de todas las instancias y siglas y mejoró, según señaló el Gobierno central, las relaciones entre la Iglesia y el Estado en España. Eso no quita para que sus palabras universales se convirtiesen a oídos de los peregrinos en una reafirmación de sus ideas en clave local. Así lo explica Pilar Terrádez, madre de cuatro hijos, para quien Benedicto XVI “es un Papa valiente, que a pesar del país en el que vivimos, con tantos ataques a la familia, no se cortó un pelo y dijo las cosas clarísimas”. Para Manuel Moya, profesor en Valencia y padre de tres hijos, “esto nos tiene que dar fuerza a la mayoría católica para pelear por una Educación en cristiano porque se está legislando en nuestra contra porque queremos”.

Chimo Ivars, padre de tres hijos, resume así el fin de semana: “Me ha llamado la atención la alegría del Papa, una alegría que no era postiza sino fruto del calor de la gente”. Fue, también, un calor real de 35 grados.

Opiniones para todos los gustos

Las familias y, sobre todo, los padres y madres fueron los protagonistas de este encuentro mundial. MAGISTERIO pregunta a los padres qué destacarían de este fin de semana:

Antonio Durán (44 años), padre de cuatro hijos: “Lo más sorprendente ha sido la cercanía y espontaneidad del Papa, alejado de lo que se piensa de un alemán. Continuamente se saltaba el protocolo. Se le notaba a gusto”.

Curro Pacheco (38), padre de dos hijos: “Lo que más me ha llamado la atención ha sido el sacrificio tan enorme de la gente que ha venido de fuera. El sacrificio de estas personas me ha ayudado mucho a la hora de vivir mi Fe”.

Chimo Ivars (33), padre de tres hijos: “Me ha impresionado haber podido comulgar entre tanta gente y ver al Señor en la calle, tan cerca de donde yo trabajo”.

Pilar Terrádez (41), padre de cuatro hijos: “Se refirió a una frase de Juan Pablo II que repitió mucho en su pontificado: hay que luchar con el amor y las ideas”.

Pepe de Hevia (29), padre de tres hijos: “Destacaría la unidad de todos los católicos en torno al Papa. Que pudiéramos estar con él gente tan variada y de edades tan distintas”.

Manuel Moya (56) padre de tres hijos: “Lo que mas me ha impresionado es que el Papa ha recordado que los padres son los primeros educadores de los hijos”.

Arturo Cañete, 57 años, padre de 4 hijos y abuelo de 3 nietos: “Me quedo con la importancia de los abuelos en la familia como pieza fundamental en la estructura familiar y con la tremenda paz con las que el Papa ha dicho las verdades sin necesidad de atacar. Me impresionó mucho la tremenda alegría de familias enteras”.

Paco Martínez, 72 años, padre de 6 hijos y abuelo de 1 nieta: “Me ha removido especialmente el mensaje del Papa a los abuelos y nuestro papel insustituible en la transmisión de la fe a los nietos. Podemos hacer mucho bien a la familia”.

Benedicto XVI promueve el asociacionismo pro-familia

En cada uno de los discursos que Benedicto XVI dio en su visita a Valencia, el Papa insistió en la “familia, fundada en el matrimonio indisoluble entre un hombre y una mujer”, en la que “los padres cristianos están llamados a dar un testimonio creíble de su fe y esperanza cristiana”. Benedicto XVI destacó el valor de la familia como principal educadora y, sobre todo, transmisora de Fe para los cristianos. El Papa destacó que “los padres tienen el derecho y el deber inalienable de transmitirlo a los hijos: educarlos en el descubrimiento de su identidad, iniciarlos en la vida social, en el ejercicio responsable de su libertad moral y de su capacidad de amar a través de la experiencia de ser amados y, sobre todo, en el encuentro con Dios”.

En este contexto, el Papa llamó a la movilización de los cristianos en defensa de la familia, al señalar que “deseo invitar a todos los cristianos a colaborar, cordial y valientemente con todos los hombres de buena voluntad, que viven su responsabilidad al servicio de la familia, para que uniendo sus fuerzas y con una legítima pluralidad de iniciativas contribuyan a la promoción del verdadero bien de la familia en la sociedad actual”.

Este discurso pasó más desapercibido en las valoraciones realizadas por los medios de comunicación, más centradas en analizar la ausencia del presidente del gobierno a la misa. No fue así para los peregrinos asistentes, para quienes “la visita del Papa me ha servido de estímulo para seguir luchando contracorriente”, como señala uno de ellos, Curro Pacheco.

Alternativas para el ocio familiar en la Feria

A medida que se acercaba la llegada a Valencia de Benedicto XVI, los 150 stands de la Feria Internacional de las Familias cobraban mayor vida. Allí, asociaciones, organizaciones no gubernamentales, fundaciones, editoriales y movimientos católicos, todas éstas entidades de base cristiana, participaban en este certamen como aperitivo al Encuentro Mundial de las Familias.

La Feria contaba, paralelamente, con una feria lúdica infantil donde los más pequeños disfrutaban de multitud de actividades recreativas mientras que sus padres recogían todo tipo de información de los expositores.
Entre las ponencias, figuró la participación del presidente del Instituto Teológico Internacional para los Estudios sobre el Matrimonio y la Familia en Gaming (Austria), Michael Waldstein, quien propuso a los padres de familia la lectura en voz alta y escuchar música con sus hijos como elementos educativos frente a “una industria del entretenimiento” que “ataca las pasiones más inmaduras” de los menores, “sobre todo las eróticas y la ira”.

Grupo SIENA, editora de este periódico, también estuvo presente como expositor en esta Feria Internacional de las Familias, donde repartió a todos los visitantes el gratuito PADRES. Muchos de ellos, por cierto, lectores ya del periódico que les llega a su domicilio a través de los más de 1.200 colegios en los que se distribuye PADRES.
En Feria Valencia se alojaron 12.000 peregrinos que participaron en el Encuentro.

10.000 PADRES repartidos entre las familias

El periódico PADRES se encontró con muchos de sus lectores en el Encuentro Mundial de las Familias. Profesores y directores de centros educativos, padres de familia y, como se ve en la foto, los voluntarios del Encuentro recibieron un ejemplar de este periódico mientras esperaban a la misa que celebró el Papa Benedicto XVI ante más de un millón de personas. El Grupo SIENA, editor de PADRES y MAGISTERIO, repartió diez mil ejemplares de esta publicación gratuita dirigida a padres y madres con hijos en edad escolar. 

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