Escribo con mi abuelo
Autor: Mariano GALIÁN TUDELA
Desde hace cinco años aproximadamente, algunos profesores de mi colegio hemos deseado tocar con frecuencia teclas muy precisas para atraer la curiosidad de nuestros alumnos, con ocho, nueve y diez años, y desde allí enfocarlo a la mejora de los mismos en su vida personal y en el área de Lengua Española, concretamente en expresión escrita y ortografía. El anzuelo para captar su admiración han sido los abuelos, que pueden dar mucho juego en nuestras aulas.
Podríamos empezar por hacer un estudio de su árbol genealógico. Se desviven, aprenden y preguntan en el ambiente familiar. Tras haber pinchado en su curiosidad, hacemos venir a los abuelos al aula de su nieto. Qué duda cabe que es todo un espectáculo: preparación del aula, preguntas a realizar… Un viernes por la tarde, a última hora, puede ser un buen momento. No más de 40 minutos de tertulia. ¿De qué se habla? Juegos infantiles de su tiempo, ambiente en su aula, sus amigos, cómo conoció a la abuela… Da para mucho. A todo esto, siempre la máquina de fotos al brazo.
Exposición de objetos
Al despedirse del aula los abuelos firman en el libro de honor y nos dejan en depósito por un tiempo –previamente se ha hablado con ellos– dos o tres objetos de su tiempo. Con el paso del tiempo y de los abuelos por las distintas aulas, podremos hacer una buena exposición de objetos antiguos. Dichos objetos tienen un nombre y esos nombres serán con los que trabajaremos en el área de Lengua Española.
Varios objetivos del apartado de Lengua podrían ser los siguientes:
1. Mejorar la capacidad de expresión escrita en nuestros alumnos.
2. Aumento de vocabulario con palabras, expresiones y utensilios de la época de los abuelos.
3. Realizar cada día, con especial esmero, la grafía en los trabajos realizados.
4. Disminuir las faltas de ortografía y utilizar con más frecuencia el diccionario.
Los objetivos hacia los abuelos son:
1. Impulsar el respeto y amor hacia nuestros mayores.
2. Escuchar las vivencias de los abuelos cuando eran niños.
3. Incluir a las familias (padres, madres y abuelos) en los diversos proyectos a realizar.
Otros objetivo es hacer partícipes del proyecto a los medios de comunicación de nuestra ciudad.
Dos libros
A partir de este momento tendremos dos libros especiales. Uno, El libro de las palabras antiguas, corresponderá a todas las palabras que procedan de los utensilios que han depositado en el centro los abuelos. Se trabajará con ellas tanto en el aula como en casa. Dibujar las palabras, buscarlas en el diccionario y colorearlas son parte del contenido fundamental de este libro.
Al otro libro le llamaremos El libro de las historias viajeras. Con él los niños harán uso de su buen saber al realizar redacciones contando la visita de sus abuelos al aula. Se podrán incluir todo tipo de fotos familiares. También los abuelos podrán escribir en el libro lo que le ha supuesto la tertulia en el aula de su nieto. Los abuelos que viven lejos pueden enviar cartas al colegio para que se puedan incluir en el libro.
Lo maravilloso de todo esto es el enriquecimiento de vocabulario que empiezan a poseer los niños. Los profesores, como a nosotros nos ha sucedido, también pedimos ayuda para traer utensilios distintos a nuestros padres procedentes de nuestros abuelos. Las redacciones, siempre y cuando les hayamos enseñado unas pautas, y los dictados, a la larga, brillarán por su no presencia de faltas de ortografía.
Evaluación
Si tenemos la ilusión de comentar el proyecto a los padres y a los propios abuelos, así como a los medios de comunicación, ya, casi al término del proyecto, todos pensaremos que ha merecido la pena. ¡Por cierto! Hay que finalizar con una fiesta de homenaje a los abuelos, y cómo no, una charla de formación para los mayores para que sigan realizándolo todo tan bien como hasta ahora. La manera de invitar a los abuelos al homenaje final será realizando un buen folleto y que sean los nietos quienes les inviten de nuevo a venir al colegio. La emotividad surge más aún cuando tienes niños adoptados. ¡Ha merecido la pena!
Colegio “Monteagudo”, Murcia
