Trabajamos la paz y la cooperación en clase de Educación Física
Autor: Marta SAHELICES
Todos estos aspectos, según la maestra, están relacionados con el concepto de fair play, término que nace del mundo del deporte y que se traduce en juego limpio. Puede parecer que se identifique más con el ámbito reglado y competitivo, sin embargo puede ser perfectamente aplicable a Primaria, a pesar de utilizar otros términos como no-violencia o Educación para la Paz.
Esta propuesta se originó en primer lugar para celebrar esta efeméride y, de forma paralela, para paliar la problemática actual de las conductas violentas que se presentan en muchos centros educativos, concretamente en el área de Educación Física, con el objetivo de concienciar y fomentar en el alumnado una actitud de respeto, tolerancia y colaboración consigo mismo y con los demás.
Para Belén Garrido, como educadora, durante la práctica de este evento se han tenido presentes, entre otros, los siguientes aspectos: actuar con coherencia en todo momento, puesto que los alumnos necesitan un código de conducta al cual atenerse, y proporcionar más oportunidades en la escuela y en la sociedad para actividades autogestionadas, juegos cooperativos y no competitivos.
Por otro lado, para la profesora, los educadores deben procurar crear una atmósfera de tolerancia que facilite la igualdad y respeto: entre géneros, entre los diferentes en función de las capacidades, las personalidades, las actitudes, etc. También deberán valorar tanto las actividades competitivas como las cooperativas y, al mismo tiempo, entender que la competición es mucho más que ganar, es respetar a los demás, valorar la progresión, el esfuerzo, las estrategias, la calidad del juego, etc.
Además, Belén Garrido estima que los profesores deben asumir que se ha de intervenir en los conflictos y no dejar pasar la oportunidad de analizar y comentar el conflicto con todos los protagonistas de cara a clarificar sus causas y las actitudes manifestadas. Así mismo, se enseñarán estrategias de autocontrol, de relajación y destrezas para animar la armonía familiar y de equipo.
La maestra ha querido destacar como reflexión personal: “si la Educación Física no garantiza los derechos humanos: igualdad sin ningún tipo de distinción, seguridad personal, libertad de expresión, disfrute del tiempo libre sin amenazas, desarrollo positivo de la personalidad, fomento de la tolerancia, compresión y amistad entre las personas, nunca llegaremos a conseguir una vida, un deporte sin violencia”.