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"La objeción de conciencia es una libertad de cada uno"

Licenciada en Empresariales y Trabajo Social, Inmaculada Tuset ha ejercido la docencia en varios centros del Levante y el noreste español. Desde hace dos años es la máxima responsable en FERE-CECA y EyG de la Provincia de Aragón (que engloba a ésta comunidad, además de Cataluña, Valencia y Almería). Hace escasos días que asumió la presidencia de ambas organizaciones en sustitución de Miguel Ángel Velasco.
Miércoles, 7 de marzo de 2007
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Autor: José M. LACASA y Rodrigo SANTODOMINGO

¿Le hace ilusión asumir la presidencia de FERE-CECA y EyG? ¿Es un cargo deseado?
En estos casos no existe una candidatura previa expresa, digamos que es algo que te piden. Soy muy consciente de que no soy la primera ni la última a la que se lo pidieron. Por una cuestión de disponibilidad, yo señalé la conveniencia de que ocupara el cargo alguien que residiera en Madrid. En cualquier caso, es un servicio que hago a la escuela católica, a la Iglesia y a la sociedad, y a partir de ahí es algo que emprendo con la ilusión de hacer lo que esté en mi mano.

El cargo de presidente tiene escasa responsabilidad ejecutiva dentro de su organización. Sin embargo, el presidente saliente, Miguel Ángel Velasco, sí se ha implicado bastante en este terreno.

En mi caso será distinto, es algo que le he expuesto con claridad al secretario general [Manuel de Castro]. En primer lugar por la distancia geográfica, y también porque el volumen de trabajo de mi provincia no me va a permitir una dedicación como la que ha llevado a cabo Miguel Ángel.

Es una cuestión de tiempo y espacio, pero también de actitud. Quizá usted no concibe el cargo de igual forma que su antecesor.
Tengo claro que se me ha pedido un servicio a unas entidades determinadas. En ocasiones tendremos que expresar lo que hayamos consensuado como colectivo. Y en otras podré dar una opinión más personal. No es fácil compaginar ambas posturas, en especial este año. La situación no es precisamente calmada.

También celebran el 50 aniversario de FERE-CECA.
Sí, es algo que lleva un plus de actividad en algunos aspectos.

¿Servirá el aniversario para cerrar la división, no oficial, pero sí evidente, entre FERE-CECA y EyG?
La única comunidad en la que no se ha alcanzado la unión funcional es Valencia. Nos hemos sentado a hablar en alguna ocasión, y espero que lo volvamos a hacer en breve con el deseo de que podamos ir por fin todos a una.

Esta falta de consenso también ha tenido un matiz político obvio. Aquellos que apostaban por la unión parece que tenían una línea más contemporizadora con este Gobierno, mientras que aquellos que no han contemporizado son actualmente algo así como la oposición interna.
Yo creo que una cosa es contemporizar sin más y otra tener un buen clima de diálogo. Si estamos haciendo un servicio a la sociedad, no podemos hacerlo al margen de esa sociedad de la que forma parte un gobierno elegido democráticamente con el que tendremos que dialogar y también hacer valer nuestros proyectos educativos y nuestra autonomía, aspectos en los que considero que no tenemos que claudicar.

En la rueda de prensa de su presentación como presidenta, Manuel de Castro mencionó que están recibiendo presiones por no apelar a la objeción de conciencia frente a la asignatura de Educación por la Ciudadanía. Él prefirió no dar nombres…

No tengo suficiente conocimiento de causa para saber exactamente nombres y apellidos. Sé los que ha puesto la prensa… Nuestro criterio es que la objeción de conciencia es una libertad de cada uno para poder ejercerla. Si no, no es ni objeción ni de conciencia… En ese camino, cada uno que vea si la tiene que aplicar o no. También hay que reconocer que en nuestra sociedad plural, multicultural y multirreligiosa, hay distintas opiniones sobre algunos temas. Y también hay leyes que existen, y lo que no se puede es hacer como si no existieran. Lo que sí se puede hacer es leerlas, ponderarlas, valorarlas desde lo que uno cree y entonces dar una opinión. 

Entonces es por completo compatible enseñar Educación para la Ciudadanía desde una óptica cristiana.
Yo no lo veo incompatible. Precisamente si estamos viviendo en una sociedad en la que existen distintas apreciaciones, cada uno tendrá que ser capaz, desde la coherencia debida, de interpretar ciertas cuestiones desde lo que uno quiere transmitir. Estimo que se puede decir que una postura no es acorde a los valores que estamos transmitiendo sin necesidad de decir “te prohíbo hablar sobre esto”.

Lo que parece fuera de toda duda es que las distintas posturas ante la asignatura están alejando a FERE-CECA de la Conferencia Episcopal, y viceversa. La jerarquía eclesiástica apuesta porque no se enseñe en absoluto.
No sé si su postura es exactamente esa. Hay un documento de la conferencia [La Ley Orgánica de Educación, los Reales Decretos que la desarrollan y los derechos fundamentales de los padres] que vamos a trabajar y debatir a fondo en la próxima junta del día 9.

Hablando de los centros católicos, en ese documento se dice que “el Gobierno no puede obligarles a hacerlo [enseñar los contenidos de Educación por la Ciudadanía], si no es vulnerando el derecho a la libertad de enseñanza y a la libertad religiosa. Textual.

Una cosa es que los contenidos tengan una única formulación, y otra es que, al tratar un contenido, pueda hacerse una valoración de una ley o de una orientación. Esto lo tendremos que ver.

Para muchos, lo que informan los reales decretos ya está en contradicción con la antropología cristiana.

En ese caso tendrán que ser revisados. Insisto, si se dice que un contenido sólo se puede enseñar con un único texto, entonces tendremos que plantearnos si ese es el texto que debemos que tener.

¿Aceptarían sin problemas que en un centro de FERE determinado se quiera ejercer la objeción de conciencia?
No es el centro como tal el que la ejerce, sino cada padre. Si se da el caso, tendremos que estudiar la postura que se toma. Es difícil hacer una valoración universalmente aceptable.

¿Y temen que entre los padres de los colegios FERE se extienda el derecho a la objeción?

Por lo que conozco, creo que primará la sensatez a la hora de abordar la planificación de la asignatura. Eso que apunta nos podría haber ocurrido antes con Ética o incluso Filosofía. No por no estar en desacuerdo con una corriente filosófica vas a dejar de enseñarla. Lo que no se puede es negar que existen otros conceptos sobre el hombre y las relaciones humanas distintos al cristianismo.

A mí lo que me molestan es que esos conceptos sean estatales.
Este es el Gobierno que en estos momentos tiene derecho a legislar, siempre y cuando respete una serie de valores.

También hay leyes injustas.
Evidentemente, y las tendremos que denunciar como tales. Pero no sólo en este ámbito, también existen en las dinámicas económicas, el trato a la naturaleza…

Una crítica frecuente es que FERE se haya olvidado del resto, de todo lo que no es FERE. Muchos pensamos que Educación por la Ciudadanía en la Pública puede ser tremendo… También lo dice, por ejemplo, la Concapa, que agrupa a la mayoría de los padres de escuelas católicas.
Voy a ser franca: lo cierto es que no conozco la secuencia completa. A veces, no es que te desentiendas, es que no llegas a todo… En cualquier paso, puede ser algo digno de análisis. Hablar de si debemos opinar sobre otros ámbitos, algo que a veces puede ser una injerencia.

Parece que Educación para la Ciudadanía lo monopoliza todo… Cambiemos de tercio, hablemos de inmigración. ¿Piensa FERE que hay una parte de la Concertada que no se esfuerza tanto como su organización en la acogida de alumnos inmigrantes?

Reconozco que no sabría decir…

Estadísticamente no hay duda.

Creo que en conjunto hay un gran esfuerzo, pero que cada uno haga su propio examen de conciencia.

¿Algún deseo especial para este año de aniversario?
Pienso que es un momento de acción de gracias: en estos 50 años FERE ha hecho un servicio a la escuela y en muchas ocasiones una defensa para que los padres tuvieran acceso a esta escuela más o menos en condiciones de igualdad. Sabemos que el concierto no nos llega, nos faltaría un 40% más para tener las mismas condiciones que los centros públicos. También es un momento de reto en cuanto a calidad y en cuanto a actitud de acogida ante los más desfavorecidos. Hay muchas sombras, pero también un camino de esperanza frente a nosotros.

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