"La concertada nos hace competencia desleal"

Enhorabuena porque ha sido reelegido como presidente de la patronal de la escuela privada. ¿Cómo ve el futuro de este sector?
El principal problema sigue siendo la dificultad de los padres para poder elegir centro por causas económicas. Por eso, nuestra oferta está muy condicionada por las posibilidades o la capacidad de sacrificio que estén dispuestas a hacer las familias. Otro problema es la competencia desleal que tenemos con la escuela concertada. La creó el partido socialista y nadie ha querido cambiarla.

¿Qué es lo que no les gusta de la concertada?
En primer lugar, financia a todas las escuelas por igual, lo que es una gran injusticia. No tiene sentido que se financie con el mismo dinero a un colegio del suburbio que a otro de un estatus socioeconómico alto. Por tanto, no corrige ninguna desigualdad. En segundo lugar, la ley prohibe que estos centros cobren a las familias y esto no se cumple.

Pero todo esto, ¿a ustedes en qué les afecta?
Nos afecta porque en las comunidades en las que se les permite los colegios cobran lo que les falta para funcionar y para el resto viven de la subvención. Y esto es competencia desleal.

¿Lo tiene mal la privada, entonces?
Nuestros centros son muy dinámicos, muy innovadores, muy ágiles, toman decisiones para mejorar, se preocupan por la formación constante del profesorado, presentan proyectos de mejora, etc. Por todo esto, seguimos siendo muy competitivos.

¿Podríamos llegar a una situación como lo que ocurre en Cataluña donde casi todo está concertado?
Nosotros no queremos que se financie a los centros porque queremos dar poder a los padres. Así se creará un mercado de la Educación más libre. En la concertada el alumno está cautivo porque  realmente lo elige el centro. No son los padres los que eligen el colegio. Además, pensamos que la Educación no debe estar condicionada por el sistema político de turno. Como ‘quien paga, manda’, en la concertada tiene una gran influencia el poder político y lo estamos viendo últimamente con la LOE. Por eso, a la concertada le va muy bien en algunas comunidades donde se le felicitan las cosas y peor, en otras.

Se da la paradoja de que a vosotros os interesaría que la concertada estuviera limitada en sus autonomía de gestión.
Luchas con el corazón y con la mente. Nosotros queremos que no haya competencia desleal, que las reglas del juego sean limpias. Si es concertada, cúmplase la ley. ¿Es que no nos llega? Pues habrá que financiarla más o buscar otro sistema. Es muy duro para un empresario que quiere crear una escuela, saber que para sobrevivir va a tener que incumplir la ley. Es como si hubiese decidido hacer trampas, no pagar impuestos y así poder competir en mejores condiciones.

Sin embargo, en este oscuro contexto, Esperanza Aguirre hizo público hace unas semanas su intención de aplicar la desgravación fiscal por los gastos en Educación. Supongo que se alegra.
Ya antes se había pedido al Gobierno regional, desde el Consejo Escolar de la Comunidad de Madrid, que se buscaran fórmulas alternativas al concierto para financiar la Educación. Pero fue hace unas semanas cuando la presidenta de la Comunidad, a una pregunta que le hice en un acto público, contestó que estaba dispuesta a extender la desgravación fiscal a la enseñanza obligatoria a fin de evitar que las familias paguen dos veces por la Educación de sus hijos, con sus impuestos y con su bolsillo. Yo no quiero echar las campanas al vuelo por esta declaración histórica, pero es un compromiso de la presidenta ante más de trescientas personas. Quiero que quede claro que en esta ocasión no se comprometió a estudiarlo –como ha dicho Esperanza en otras ocasiones– sino que se comprometió a aplicarlo. Lo digo porque ha habido un medio –El País, en concreto– que ha querido manipular las declaraciones.