Construyendo nuestra identidad

En nuestro centro llevamos a cabo una experiencia práctica de Atención a la Diversidad con un alumno de 3 años de edad y, tras realizar las adaptaciones convenientes, hemos constatado que está muy bien aceptado tanto por el grupo-clase como por el resto de compañeros del centro.
Miércoles, 10 de octubre de 2007
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Autor: Eva GALLARDO, Vanessa JIMÉNEZ y equipo educativo

Nuestro centro se define como público, concebido para todos los niños, sin exclusión. Está gestionado democráticamente y responde a las Necesidades Educativas Especiales de los niños que a él asisten. En él se pretende integrar y compensar las diferencias individuales y las desigualdades y facilitar experiencias que sean fuente de satisfacción. También se pretende desarrollar de manera armónica todas sus potencialidades y se fomentan los valores de: autoestima, convivencia, etc.
Para lograr lo anteriormente expuesto se organizan los espacios, los tiempos, los materiales y los agrupamientos del centro. En lo referido al espacio, se distribuyen las aulas en las siguientes zonas: zona de juego simbólico, zona de corro, zona de trabajo y desayuno, zona de aseo y zona de movimiento. Con respecto al tiempo, está organizado en torno a rutinas. Asimismo, disponemos de una buena dotación de recursos materiales.
Los principios metodológicos en los que se asienta nuestra tarea educativa son: clima de seguridad y confianza, afectivo y seguro, que respeta la individualidad y la atención a la diversidad, que potencia la magia y aprovecha los recursos del entorno rural.

Estudio del caso

El caso que se presenta es el de un niño de 3 años de edad, valorado y diagnosticado por el equipo de Atención Temprana del sector correspondiente al centro. Este niño tiene un retraso madurativo de 9 meses aproximadamente, asociado a Síndrome de Down, con las siguientes características: un tipo de personalidad específica (cariñoso, extrovertido, hiperactivo y disperso). Está escolarizado en el centro desde el curso 2004-05, en el que entró con 15 meses de edad en el aula de 1-2 años. Su evolución ha sido  favorable. Se adaptó perfectamente al centro, comenzó a andar y estableció una relación afectiva buena con las educadoras y con los compañeros del centro.
En el siguiente curso 2005-06, se escolarizó en el mismo grupo formado en su mayoría por varones (sólo había una niña) y otro niño con Necesidades Educativas Especiales (NEE). Ambas razones tuvieron como consecuencia una situación difícil de manejar por las educadoras al tratarse de un grupo especialmente activo.
Para dar una respuesta ajustada a las necesidades del grupo se dejó el aula diáfana y se eliminó todo aquel mobiliario que impedía el movimiento y suponía riesgo. Durante el tercer año, se le otorgó una prórroga de permanencia de un año más en el centro y estuvo en el grupo de 2-3.

Objetivos

El objetivo general que se propone para este aula es:
–Cubrir las necesidades educativas de todos los niños.
Los objetivos específicos para el niño son:
–Trabajar los aspectos educativos relacionados con su retraso madurativo.
–Facilitar su integración mediante la flexibilidad de grupos (puertas abiertas).
–Desarrollar la interrelación entre iguales.
–Iniciar la adquisición de las habilidades adaptativas de la vida diaria (fomentando su autonomía).
–Favorecer el desarrollo del lenguaje, tanto en gran grupo como en pequeño grupo.

Evaluación

Cuando este niño llegó al centro al equipo educativo le preocupó no saber responder adecuadamente a sus Necesidades Educativas Especiales, pero poco a poco el trabajo cotidiano, las rutinas de equipo, la orientación del equipo de atención temprana (EAT), etc., han contribuido a proporcionar mayor seguridad y tranquilidad en el trabajo con este niño. Esa preocupación inicial ha dado paso a un trabajo de aula personalizado y normalizado para él y para el resto de sus compañeros, lo que ha favorecido una relación enriquecedora con el niño y su familia.

Metodología utilizada en el aula

Para fomentar el desarrollo integral cognitivo, afectivo, social y físico del niño se han tomado las siguientes decisiones metodológicas:

    —Se considera la socialización como un proceso en el que, en interacción con el medio social, el niño va construyendo su propia identidad.
    —Se pretende que todos los aprendizajes que realice el niño en clase sean significativos, y se considera fundamental la participación de las familias en la tarea educativa de nuestra casa de niños.
    —Las capacidades de los niños se desarrollan a través de la interacción que realizan con los iguales, con los adultos y con el medio.
    —Se entiende la globalidad como la forma en que el niño desarrolla sus capacidades de forma integral.


CN de Becerril de la Sierra (Madrid)
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