Nos adaptamos multisensorialmente
Autor: Alexis de Jesús MONZÓN
En los últimos años, la situación educativa y social del niño con Necesidades Educativas Especiales ha cambiado de modo sustancial en nuestra comunidad.
La causa más frecuente de la pluridiscapacidad es la parálisis cerebral infantil y los síndromes determinados genéticamente. Con respecto al primer grupo, hay que tener en cuenta que los avances médicos de las últimas décadas permiten la supervivencia de niños muy prematuros o con graves problemas neonatales, de modo que la prevalencia de este tipo de trastornos no disminuye en las sociedades avanzadas de un modo drástico.
Ante esta situación, los recursos y estrategias convencionales para el tratamiento tienen una aplicación muy limitada en esta población, por lo que tanto educadores como terapeutas se ven obligados a abandonar los métodos que se aplican habitualmente en niños con menor afectación y buscar nuevas estrategias proporcionando estímulos significativos para que el niño pueda percibir, integrar y, en la medida de lo posible, pueda reaccionar.
La sala
En este proceso de búsqueda de estímulos “útiles”, se creó una sala en la que se han desarrollado actividades de los siguientes modelos de trabajo:
–Actividades propias de la estimulación basal, desarrollado por el pedagogo alemán A. Frölich, a finales de los años 70, que consiste en la aplicación de estímulos que un niño puede interpretar en sus primeros estadios de desarrollo.
–Actividades específicas de la integración sensorial, de Jean Ayres, indicadas para niños con trastornos en la integración sensorial.
–Actividades de relajación y ocio en la línea del planteamiento inicial de las salas Snoezelen.
Con una participación variable en el tiempo y con objetivos específicos, se distribuyó semanalmente entre: fisioterapeutas, logopedas, maestros, psicólogos y terapeutas ocupacionales.
Se proponen como áreas a trabajar y materiales los siguientes:
–Área somática: telas, pelotas achuchables, pelotas peludas, muñeco vibratorio, etc.
–Área vestibular: túnel, bobath, isla hinchable, rulo transparente, etc.
–Área auditiva: bigmack, cassette, etc.
–Área visual: proyector, linterna negra, caja negra, tubo burbujas, espejos, etc.
–Área olfativa: difusor de aromas, panel táctil, pelota olores, etc.
–Área vibratoria: aunque sí aparece en la estimulación basal, en el planteamiento de trabajo no se presenta como área independiente, sino que se incluye en el área somática, puesto que se considera que las actividades de tipo vibratorio proporcionan una estimulación somática de tipo interoceptivo.
Alumnos
Se consideraron como alumnos idóneos para el trabajo en la sala:
1. Alumnos con pluridiscapacidad, cuyo desarrollo madurativo (motriz, sensorial, lingüístico y cognitivo) sea inferior a 12 meses.
2. Alumnos con discapacidad psíquica y desarrollo madurativo inferior a 12 meses.
3. Alumnos con trastornos de conducta para los que se hayan pautado sesiones de relajación.
4. Alumnos que puedan beneficiarse de los recursos del Aula Multisensorial para desarrollar objetivos específicos de los programas del aula-clase.
Valoración
Al finalizar el curso se realizó una valoración con el fin de apreciar la utilidad y uso de la sala:
—Pedagogía: en su intervención, usan con mayor frecuencia los materiales ambientales de la sala, siendo el panel táctil usado con más frecuencia que el resto de departamentos.
—Logopedia: usan los estímulos visuales estáticos en sus sesiones y, en un segundo lugar, los objetos vibratorios interactivos.
—Fisioterapia: aplican en su intervención materiales somáticos, aspectos visuales y vibratorios.
—Terapia ocupacional: el material usado por los profesionales es muy generalizado, siendo el panel táctil lo menos usado.
Las Palmas de Gran Canarias
