Sistema de calidad y documentos del profesor

Autor: Miguel CUMBRAOS ÁLVAREZ

Unificar formas de actuar en un mundo tan dispar como el de la enseñanza es un aspecto que repercute positivamente. Y trabajar con un mismo sistema todavía más. Así lo podemos considerar en un centro de Secundaria, donde con pequeños matices, todos los docentes trabajan con el mismo cuaderno, tanto de profesor como de tutor, producto de la aplicación de un plan de calidad.
En el tema del cuaderno para el docente, siempre el sistema educativo ha dejado una cierta flexibilidad. Se han ido instaurando un determinado tipo de fichas, pero otros aspectos quedan a la libertad del profesor. En nuestro centro se trabaja con un material estandarizado que se le facilita a todos los miembros del claustro para, de esta forma, hacer uniformes una serie de registros finales.

Un paso más
Buscando siempre dar un paso más en la efectividad del sistema de calidad, nuestro centro escolar afrontó un paso más hace dos cursos. Se trataba de un avance singular instaurado ya en algunos institutos de nuestra autonomía. Surgía entonces el cuaderno electrónico, versión informática del tradicional en papel, y con el cual experimentaron algunos de los docentes. En este caso la herramienta de trabajo era la PDA, con archivos que reproducían las diferentes hojas del cuaderno habitual, y donde se iban almacenando los datos que cada alumno y grupo generaba días tras día.
Lo pequeño de la agenda electrónica de bolsillo, sobre todo su incomodidad a la hora de apuntar, así como la lentitud de algunos de sus programas, desestimó este recurso, no por ello zanjando un proyecto que, en todo momento, apuesta por la libre elección entre informática o papel.
Nueva vuelta de tuerca  a la idea, que ahora se encaminó hacia el terreno de los ordenadores de mano. Durante este curso actual, un grupo de docentes experimenta con un programa en el sistema Excel que sustituye al material habitual. De esta forma, y gracias a disponer de un determinado número de los citados portátiles para los miembros del claustro, se van volcando directamente en dicho software faltas, notas diarias, actividades realizadas, etc.
Tradición y modernidad en el control diario del trabajo docente. Y es que no se puede olvidar que este paso, que se pretende ir aumentando poco a poco, es opcional, buscando que cohabiten en armonía la clásica libreta en papel con el novedoso cuaderno electrónico, respetando siempre las decisiones personales y los conocimientos adquiridos por cada profesional.