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Juan Pablo de Villanueva en el recuerdo

Queremos rendir un caluroso homenaje a quien fue durante estos últimos 15 años presidente-editor de MAGISTERIO. Para ello hemos recogido el testimonio de sus amigos.
Martes, 11 de noviembre de 2008
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Autor: magisnet.com


Juan Pablo: un  amigo ejemplar

Durante el medio siglo que corre entre el año 1959, cuando empezó sus estudios de periodismo en la Universidad de Navarra y estas últimas semanas de 2008, Juan Pablo de Villanueva llevó a cabo un trabajo profesional de vasto alcance que ha dado lugar a la alta estimación de su persona en la profesión y en la vida pública y al prestigio que ha acompañado siempre a su persona en tan variada y apreciada vida profesional.

Con todo ese aire de amable persona mayor que siempre tuvo, le conocí siendo el “benjamín” de la clase, y yo, su profesor en Pamplona. Desde entonces hasta ahora he tenido la ocasión de ver cómo desplegaba su buen hacer y sus conocimientos en los múltiples proyectos que llevó a cabo con éxito.

Juan Pablo de Villanueva ha sido un gran amigo y una de esas figuras ejemplares que honran al periodismo español, a quien todos los demás profesionales de la prensa que le han conocido siempre le han apreciado –y admirado– mucho. Igual que las otras numerosas personas del mundo empresarial y público que tuvieron ocasión de tratarle en todos estos cincuenta años de vida profesional”.

Antonio Fontán
Editor de Nueva Revista

La batalla por la libertad

El humo de la amistad no ciega mis ojos: Juan Pablo de Villanueva fue un hombre decisivo para devolver al periodismo español su identidad como agente independiente con capacidad de intervenir con voz propia en el debate público. Después de la Guerra Civil los medios de comunicación fueron entendidos como herramientas del gobernante para adoctrinar a los gobernados. Información y periodistas estaban sometidos a una férrea censura. A partir de 1963, recién graduado como periodista en la Universidad de Navarra, Juan Pablo trabajó para conseguir que la sociedad española consiguiera la libertad de información y opinión –peculiaridades exclusivas de la sociedad democrática– y lo hizo desde todos los desempeños profesionales, algunos tan destacados como la dirección de Nuevo Diario.

Cuando, efectivamente, la democracia se estableció en España, Juan Pablo profundizó en algunos aspectos de su impenitente batalla por la libertad: no solo de información, sino también de Educación, de actividad económica, de pensamiento… En definitiva, la libertad de la persona, de la sociedad, frente al permanente peligro de avasallamiento por parte del Estado”.

José Mª García-Hoz
Director de La Gaceta

Vivimos aventuras apasionantes

Conocí a Juan Pablo de Villanueva en la Escuela de Periodismo de la Universidad de Navarra, pero fue ya en Madrid, dirigiendo él Nuevo Diario y siendo yo redactor jefe de La Actualidad Española, cuando un mayor trato profesional le llevó a proponerme mi incorporación a su equipo.

Transcurrían los finales de los sesenta y hasta finales de los ochenta trabajamos codo con codo y vivimos juntos las más apasionantes aventuras profesionales y humanas de mi vida. A su sombra fuimos consultores de relaciones públicas, periodistas económicos y editores.

Bajo su liderazgo constituimos un equipo de trabajo que, como carecía de capital, necesitó trabajar mucho para capitalizar ese exceso de trabajo. Amparados en su capacidad de emprender, nos endeudamos para comprar nuestro primer medio: Actualidad Económica, y luego Telva, Marca, Expansión, etc.

En su compañía Luís Infante, José García-Hoz y yo recorrimos medio mundo a la búsqueda de ideas y socios. Con el aliento y el cuidado de Juan Pablo, y con el paso de los años, incorporamos a cientos de periodistas y magníficos profesionales, que culminarían con nosotros el Grupo Recoletos, hoy desaparecido.
Desafortunadamente, un mal día surgieron diferencias entre nosotros que determinaron la salida de Juan Pablo. Se separaron nuestros caminos profesionales,  pero el tiempo y el esfuerzo de todos restablecieron pronto el aprecio humano y profesional de siempre.

En esta hora de su marcha al Cielo puedo decir con conocimiento que Juan Pablo fue un hombre de bien, un verdadero intelectual y una figura del Periodismo español contemporáneo. Le echaremos de menos”.

Juan Kindelán
Presidente de Dixi Media

Un hombre leal, siempre optimista

Se llena mi corazón de alegría al poder desgranar mis sentimientos en estas breves líneas. Juan Pablo era uno de mis mejores amigos. Lo conocí cuando trabajaba en La Actualidad Española, hace unos 50 años. Trabajé también con él en Actualidad Económica y Gaceta Universitaria. Cuando relanzó La Gaceta de los Negocios me llamó para que participara en el accionariado del Grupo Negocios. Posteriormente me incorporé, como socio, al Grupo Siena.

Juan Pablo ha sido para mi un hombre leal, siempre optimista. Fue un hombre de bien. Supo mostrar su amistad con hechos concretos. También me honró con sus confidencias. Supo disculpar, comprender y perdonar a todas las personas que, sin querer, le hicieron algún daño. Juan Pablo era magnánimo.

Juan Pablo amaba la vida y sabía disfrutar de ella. Fue muy feliz en este mundo y, lógicamente, estará gozando en el Cielo, contemplando cara a cara el rostro de Dios. El Altísimo le habrá colocado en el lugar en el que los hombres no pudimos o no quisimos situarle”.

Clemente Ferrer
Presidente del Instituto Europeo de Marketing, Comunicación y Publicidad

Grandes valores humanos


A Juan Pablo de Villanueva lo conocí en el año 1985, cuando era presidente de Novomedia, empresa que llevaba la exclusiva de publicidad de las publicaciones del Grupo Recoletos. También fue director del diario deportivo Marca, y en el año 1986 director del recién nacido diario Expansión. En el año 1995 tuvimos la idea de hacer prensa para estudiantes, y tras muchas tardes de trabajo haciendo portadas y portadas de cabeceras para ver cuál sería la mejor, nos quedamos con Menos 20, y al año siguiente sacamos adelante Menos 25.

En todas estas acciones fue cuando verdaderamente conocí a Juan Pablo, persona de la que he aprendido varias cosas, sobre todo en el factor humano.

Juan Pablo era una persona muy trabajadora, y también luchadora. Hacía los trabajos con mucha ilusión y estaba convencido que trabajando duro y con ganas salían los proyectos adelante. Era una persona fuerte y dura que se crecía ante las adversidades y dificultades.

Pero, sobre todo, uno de los valores que quiero destacar en estos momentos es que era una persona de grandes valores humanos”. 

Juan Miguel Soria
Grupo Intereconomía


Juan Pablo, ¡hasta el cielo!

Yo, como Juan Pablo de Villanueva –mi amigo, mi maestro en tantas cosas, mi siempre considerado y justo jefe–, creo en la Vida Eterna. Como Juan Pablo – y esa era la columna vertebral de su vida, de su pensamiento, de sus decisiones y su trabajo–, creo que Dios es mi Padre bueno… Por tanto, la muerte del hombre cabal y cordial con el que trabajé tantos y tantos años me ha dolido mucho: sí, he llorado a Juan Pablo de Villanueva porque se ha ido al Cielo muy pronto, cuando su inteligencia, su rectitud, su noble afán de influir en la opinión pública, su apabullante vocación de periodista podían haber dado, aún, tantos y tantos frutos; esos frutos de rectitud, de enderezamiento moral que nuestra sociedad necesita y que Juan Pablo de Villanueva sabía cómo hacer madurar. Pero tal vez Juan Pablo llevaba tiempo repitiendo las palabras de Job en su oración: “Y después de deshecha esta mi piel, en mi carne he de ver a Dios; al cual veré por mí mismo, y mis ojos lo verán, y no otro”. Y Dios lo ha escuchado… Así pues, nos queda el legado de Juan Pablo de Villanueva, la obligación moral de seguir sus pasos… Y, naturalmente, la esperanza del reencuentro en el Cielo”.

Pilar Cambra
Redactora Jefa de Expansión


Siempre serás una referencia en mi vida


Cuando desaparece un amigo o un familiar suelen venir a nuestra mente recuerdos que nos hacen pensar en los días compartidos con la persona que se ha ido. Yo tuve la inmensa suerte de conocer a Juan Pablo de Villanueva en 1968, cuando me nombró Jefe de Publicidad de Gaceta Universitaria con veinte años.

Cuando Juan Pablo fue nombrado editor de Actualidad Económica y Juan Kindelán director de la publicación, me llamaron para ofrecerme el puesto de Director de Publicidad de Actualidad Económica. Acepté encantado y en toda mi vida profesional Juan Pablo ha sido  una referencia.

Amigo leal, compañero de mus, y además los dos somos seguidores del Atlético de Madrid. En su etapa como director de Marca, cada quince días visitábamos el Estadio Bernabéu para ver al Real Madrid y tener grandes conversaciones sobre fútbol.

Con Juan Pablo, Luis Infante, Juan Kindelán y José García-Hoz, fundamos Novomedia, empresa de exclusivas de publicidad que ha sido referencia en el sector publicitario. Con Juan Pablo conseguimos las exclusivas de media docena de periódicos regionales y estuvimos gestionando la publicidad de todos los medios editados por el Grupo Recoletos. Juan Pablo era mi Presidente en Novomedia. Siempre fui su persona de confianza para gestionar la publicidad de sus publicaciones.

Además, personalmente siempre estuvo cerca de mi familia, compartiendo alegrías y también alguna tristeza, cuando desaparecen los seres queridos. La vida tiene etapas diferentes y durante unos años, profesionalmente, no estuvimos juntos, pero personalmente sí.

Querido Juan Pablo: nunca te olvidé y nunca te olvidaré. Siempre serás una referencia en mi vida personal y profesional. Espero que nos veamos en el Cielo”.

José Manuel Rodrigo
Dixi Media

Pasión por la libertad

Tras su reciente fallecimiento, muchos hemos tratado de definir o enumerar las virtudes periodísticas de Juan Pablo de Villanueva. Enumerarlas no ha sido fácil, puesto que dirigió varios periódicos y revistas, participó en el lanzamiento de otras muchas y, finalmente, promovió numerosas iniciativas culturales y editoriales.

Yo he escrito como amigo (lo soy desde 1962) y me ha resultado sencillo hacer referencia a sus virtudes humanas y a su gran calidad y bondad personales. Antes de iniciarse un paréntesis de disenso profesional muy doloroso para ambos –que quedó felizmente cerrado hace años– tuve ocasión de acompañarle muy de cerca en casi todas sus iniciativas periodísticas y podría aportar emocionantes recuerdos.

Sin embargo, para este brevísimo texto de homenaje, he tratado de resumir, buscando un titular que definiese su mayor virtud en el desempeño de su vocación intelectual: fue un editor perdidamente enamorado de la verdad y rigurosamente comprometido con la libertad.

Quizá esta última palabra es la que más veces, y con más energía, escuché de sus labios”.

Luis Infante Bravo
Ex director de Marca

Un visionario de la Educación

Considero a Juan Pablo de Villanueva una figura extraordinaria del periodismo, un visionario de la comunicación, especialmente de la comunicación educativa, y un gran emprendedor. Pero ante todo, lo considero un amigo. Una persona buena, amable, siempre cariñosa. Una persona íntegra, con valores muy firmes que siempre le han guiado en sus actuaciones. 

La última vez que nos vimos, este verano, estuvimos hablando durante horas, como no, sobre Educación. Ésta era para Juan Pablo una de sus mayores vocaciones. Juan Pablo fue un hombre comprometido con la Educación, y también un hombre comprometido con la sociedad. Un partidario y defensor del cheque escolar, de introducir la sana competencia en el sistema educativo, de que los padres eligieran libremente el centro que deseaban, porque él entendía que educar no sólo era responsabilidad de los centros, sino también de las familias. Él lo vivía así, y supo, como nadie, plasmarlo en todos los medios de comunicación que puso en marcha, y que se dirigen desde la Educación Infantil hasta la Universidad, desde la comunidad escolar hasta el entorno familiar.

Inesperadamente nos ha dejado un hombre bueno, un hombre inquieto que, ante todo, deseaba ser útil a la sociedad, y nos ha dejado cuando todavía –me comentaba– le quedaban muchos proyectos por hacer”.

Jesús Núñez Velázquez
Presidente de Acade

Hacer ciudadanos virtuosos

Cuando Juan Pablo dejó Punto Editorial se instaló en un despacho de José Abascal con la intención de hacer lo que todo el mundo dice que va a hacer si le toca la lotería: viajar, leer, levantarse tarde… Tardó poco en hartarse. “Tengo mono de kiosco”, decía. “Necesito ver alguna publicación mía cuando paso delante de uno”. La compra de MAGISTERIO le ayudó a combatir el síndrome de abstinencia. No eligió una cabecera de Educación por casualidad. A Juan Pablo lo conmovía el espectáculo del sufrimiento, pero era escéptico sobre las posibilidades de la política. Desde la Ilustración, Occidente ha sufrido una borrachera de ingeniería social. Los philosophes creían que había un modo científico de organizar la humanidad y que, si dábamos con él, seríamos felices, justos y benéficos. Pero ese proyecto se saldó con la tragedia de sucesivas revoluciones y hubo que poner otra vez las cosas boca arriba: no son las sociedades buenas las que hacen los ciudadanos virtuosos, sino los ciudadanos virtuosos los que hacen las sociedades buenas. Ése era el proyecto de Juan Pablo y a él consagró su gran talento.

Miguel Ors Villarejo
Adjunto al director de La Actualidad Económica

De dinero y  santidad…

Tenía muchas frases lapidarias. Las repetía una y otra vez. Algunas tenían además mucha gracia. Y le servían para poner las cosas en su sitio: para centrar un discurso, polémica o la simple aparición de un plato en la comida.

Querría recordar ahora una: “De dinero y santidad, la mitad de la mitad”. La utilizó cuando le dije lo poco que sabía de economía y que no me veía dirigiendo La Gaceta. “Mira –me dijo– aquí de economía no sabe casi nadie. Y si alguien viene presumiendo dile que te explique lo que cuenta, y le dejas con el culo al aire”. Tenía razón. También utilizó aquel dicho para tranquilizarme cuando algunas empresas amenazaban con quitarnos la publicidad por alguna noticia, o cuando alguien venía alardeando de sus ayudas o de hacer las cosas por amor al arte. Era así, rotundo. Claro. Iba de frente. Y había que quererle así. Tampoco era difícil. Su aspecto imponente era sólo una fachada para defenderse de su timidez. Por eso tuvo tantos amigos. Por eso ahora sentimos que no esté cerca.

Fernando Rayón
Ex director de La Gaceta


Era mucho más que un jefe

Conocí  a Juan Pablo de Villanueva el 7 de diciembre de 1973 en la calle Recoletos Nº 1, sede entonces de Informe Diario S.A., Multipress S.A., y Flash Consultores de RRPP S.A. Todas ellas empresas presididas por él. Ese mismo día comencé a trabajar como responsable del departamento de Contabilidad y Administración.

Desde el primer día intuí que era el empresario y el ser humano con el que yo quería desarrollar mi vida profesional. Era una persona accesible y muy agradable. Sabía escuchar y depositó en mí una gran confianza que le he agradecido siempre. He procurado cada día no defraudarle y he sentido el deber de serle leal y fiel hasta la muerte sin importarme el precio que tuviera que pagar por ello. El ejemplo de Juan Pablo ha sido una referencia tanto en mi vida profesional como personal.

Su muerte me ha producido un profundo dolor. No en vano he trabajo junto a él más de treinta y cinco años. Jamás le olvidaré.

Estoy seguro de que Juan Pablo ya está en el cielo. Yo voy a procurar cada día ganarme el cielo para que, llegado el momento, pueda encontrarme con él”.

Juan Ollero González
Director Gerente de Siena, S.A., editora de MAGISTERIO

La ausencia será muy grande

Juan Pablo nos acaba de dejar. Para los que tuvimos la suerte de convertirnos en sus amigos, nos deja el recuerdo imborrable de su enorme lealtad, la generosidad con que abordaba el trato con sus colaboradores, la templanza de su carácter; la agudeza de su inteligencia, el entusiasmo e incansable empeño por aportar nuevos proyectos editoriales a su larga y rica vida profesional. Fue el gran renovador de la prensa económica en España. Alentó la mejor etapa del semanario Actualidad Económica y promovió el lanzamiento del diario Expansión, que marcó una manera nueva de hacer periodismo de negocios en España. La Gaceta de los Negocios reverdeció en la etapa bajo su dirección. Y ensanchó sus aportaciones al periodismo con títulos editoriales de contenido universitario y educacional que marcaban sus hondas preocupaciones sociales.

Todos le echamos de menos. Pero algunos que durante muchos años –“para guardar las buenas formas ”, como solía decir Juan Pablo– nos reuníamos en tertulia el día último del año para brindar, entre amigos, por la entrada del  nuevo, la ausencia de Juan Pablo será muy grande.

Domingo Curcio
Consejero de Siena, S.A., editora de MAGISTERIO.

La mitad de mi vida junto al maestro

De mis 42 años, la mitad de mi vida la he pasado trabajando junto a Juan Pablo. Desde Recoletos hasta este presente en Menos 25 y Menos 20, 21 años al lado del maestro. De Juan Pablo he aprendido su visión analítica, de larga distancia, sin prisa. Su forma de estudiar todo desde múltiples ángulos y perspectivas. Y la obligación de hacerte pensar, sobre todo exigiendo la comprobación frente a la suposición.

En mi ya lejana primera entrevista definió su forma de trabajar como “paquidérmica”. Su ironía fina. Algo de madrileño le quedaba a este navarro de corazón, repreguntando a tus preguntas, haciéndote pensar. Es un ejercicio que aún hoy, sin él, sigo realizando en cada caso que surge. Voy a echar de menos cuando, si me veía algo más gordo, me decía: “tienes que trabajar más”; o, si me veía más delgado: “si no comes no vas a rendir”. Su enfermedad no le ha dejado morir “paquidérmicamente”.
Desde que este verano nos dio el primer susto, hasta este noviembre, en que nos ha dejado, todo ha sido muy rápido; demasiado. Juan Pablo: seguimos con tu sueño, sabiendo que nos ayudas mucho desde el Cielo.

Gonzalo Gómez-del Estal
Director de Publicidad de Prensa Joven, S.L.

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