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“La Educación debe ser un derecho, no un favor”

La enseñanza en la cárcel debe servir para facilitar la reinserción del recluso y es inherente a todo ser humano.
Lola García-AjofrínMartes, 24 de febrero de 2009
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(Foto: Jorge Zorrilla)

Marc De Maeyer, quien fuera durante 10 años investigador principal sobre Educación en prisiones de la Unesco es una de los mayores expertos en el mundo sobre esta materia. MAGISTERIO visitó con él la cárcel de Soto del Real para descubrir las necesidades de la enseñanza en prisiones.

¿Cuál debe ser la principal función de la Educación penitenciaria?
La misión de la cárcel no es solamente aprender cosas sino reconciliar al detenido con la acción de aprender. Para una mayoría de los reclusos la Educación fue un fracaso en el pasado y equiparan el significado de escuela formal y Educación como la misma cosa, pero para nosotros no lo es. Todos tienen una experiencia vivida, ya sea buena o mala y por lo tanto, debería ser desafío de la Educación en las cárceles reconocer las partes del aprendizaje adquiridas gracias a la experiencia. Las autoridades deben proponer esta perspectiva y no sólo la Educación como vía para conseguir un trabajo, que también es importante, sino a nivel de las relaciones sociales.

¿Qué características debe tener un profesor que da clase a reclusos?
A nivel profesional debe ser la misma exigencia, pero necesita una preparación específica, porque con tener un buen corazón no es suficiente. Hacen falta personas con una gran formación, porque es un entorno difícil y se trata de gente que en su mayoría no ha tenido una experiencia positiva de la escuela antes de llegar a la cárcel. No debemos olvidar que la Educación no es una demanda de los detenidos. Su primera demanda es la de salir, no de mejorar su formación.

¿Cuáles diría que son las principales dificultades que se encuentran los países a la hora de ofrecer este tipo de Educación?
Creo que es una decisión política muy difícil porque es muy complicado explicar a la opinión pública los derechos de un detenido. Como es lógico la sociedad siempre te va a reclamar los derechos de la víctima, pero para nosotros no es una contradicción, porque los derechos humanos son universales, también para los que no respetan los derechos humanos. Es esencia de la democracia determinar que los derechos humanos son para todos, también para los que no los respetan; y es difícil, por lo tanto, destinar recursos para los detenidos.

¿Cree que la Educación en prisión ayuda a reducir la reincidencia?
Creo que la decisión del recluso de seguir alguno de los cursos que oferta la cárcel es un paso, pero la reincidencia es un tema muy difícil de valorar. Si es posible disminuir la reincidencia es bueno, pero no es motivo suficiente para justificar el Derecho a la Educación del detenido, como no lo sería, al no reducirse la reincidencia. La Educación es un derecho del recluso, no un favor.

Educación, antídoto contra la cárcel
”Reforzar el sistema educativo es la mejor manera de impedir la entrada de los jóvenes en la cárcel”. Con estas palabras, André Lazaro, secretario nacional de Educación y diversidad de Brasil, reivindicó en una acto de la Organización de Estados Iberoamericanos (OEI), en Madrid, la importancia de mejorar la enseñaza para combatir y reducir la delincuencia. El seminario Educar en régimen de provación de libertad, organizado en Madrid entre el 16 y 18 de febrero, por la OEI y la Dirección General de Instituciones Penitenciarias y el Ministerio de Brasil, contó con la presencia de especialistas de Honduras, Paraguay, Nicaragua, Chile, El Salavador, Costa Rica, Brasil y España en esta materia. Entre ellos, la subdirectora general del Tratamiento y Gestión Penitenciaria de España, Concepción Yagüe Olmos y el ministro de Justicia de Brasil, Tarso Genro.

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