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“La LEC moderniza la Pública y responsabiliza a la Concertada”

La LEC pone el énfasis en el proyecto educativo de centro “articulado a través de la autonomía del centro, la dirección y la evaluación”, señala Maragall. “Y es un equilibrio que debe mantenerse”.
José Mª de MoyaMartes, 21 de abril de 2009
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La Ley de Educación de Cataluña está en sus últimos trámites. Contestada tanto desde sindicatos de la Pública como desde asociaciones de la Concertada, pretende “la modernización de la Pública” y la “responsabilidad de la Concertada”, en palabras del conseller Maragall. Pero sobre todo, es una Ley que entiende el sistema de Cataluña como un todo donde el proyecto educativo será clave.

¿Comparte la siguiente frase?: ‘la LEC es una ley que ha suscitado tanta polémica porque introduce medidas liberalizadoras en la enseñanza pública e intervencionistas en la Concertada’.
Sería más ajustado hablar de modernización de la Pública, que introduce mayor autonomía, pero en ningún caso en el sentido de debilitar su carácter público. En cuanto a la Concertada, habría que hablar de responsabilidad, más que de intervención.

¿No ha sido responsable hasta ahora la escuela concertada?
Lo que no ha habido es una definición suficientemente clara de las responsabilidades exigibles a este servicio educativo. Ha habido una mezcla de tolerancia y descontrol que ha dado lugar a comportamientos no adecuados a una norma que nadie se ha preocupado en aplicar. Ni se habían exigido responsabilidades ni se había dado la adecuación económica necesaria para llevar a cabo esas exigencias. La LEC da financiación suficiente para los conciertos, reconocimiento específico de servicios y la garantía de gratuidad y también responsabilidad en cuanto a escolarización y a estándares, como los que se exigen a la escuela pública.

Tal y como figura en la LEC, se crea un Servicio de Educación de Cataluña que integra las dos redes en una misma planificación.
Vamos a un sistema que explícitamente reconoce dos grandes subsistemas (el Público y el Concertado) con gran diversidad y heterogeneidad. En este sentido, hay que buscar las complementaridades que esa diversidad aporta al sistema.

¿La planificación será única?
Habrá instrumentos de planificación que tengan en cuenta esta realidad para atender las necesidades de escolarización. Para ello la ley plantea el concepto de zona educativa que busca que existan redes integradas de centros educativos, públicos y concertados, que compartan la responsabilidad en un territorio determinado –en el sentido de la integración y escolarización de alumnado– y la relación con el conjunto de la sociedad.

¿Se van a parecer más los públicos y los concertados?
Se van a poder diferenciar más los centros. No serán diferencias predeterminadas de índole económica o ideológica, sino a través de un proyecto pedagógico que de manera natural, para que las diferencias sean apreciadas por los ciudadanos.

¿Por ello la Ley centra la autonomía en torno al proyecto educativo que establecerá cada centro?
Efectivamente, un proyecto educativo articulado a través de la autonomía del centro, la dirección y la evaluación. Y es un equilibrio que debe mantenerse.

¿Puede el docente dentro de su aula ver constreñida de alguna manera su libertad de cátedra, por ejemplo, por ese proyecto educativo de centro? Individualmente, es posible que el docente no comparta ese proyecto compartido.
Esta es una de las dificultades objetivas del modelo. Los docentes son funcionarios, pero también son profesionales al servicio de ese proyecto educativo. Es un equilibrio que hay que ir construyendo. Por ello es importante flexibilizar los actuales mecanismos de asignación de puestos de trabajo que también contempla la LEC. Justamente para que cada uno esté allá donde se encuentre más cómodo y que las direcciones puedan establecer equipos y puedan estabilizarlos.

Tenemos entendido que la media de tiempo que un profesor está en un centro es de tres años.
Es totalmente inaceptable y una de las debilidades profundas del modelo educativo actual: el predominio del concepto de función pública sobre la función docente ha llevado a esta confusión claramente perjudicial para la escuela pública.

Le hemos escuchado alguna vez esta distinción entre función pública y docente.
Hay una contradicción profunda entre nuestra realidad social de diversidad y un modelo que parte de una hipótesis de igualdad de centros, de profesionales y de experiencia.

Una novedad de la LEC es la creación de los cuerpos docentes propios de Cataluña. ¿Para qué?
Para poder organizar mejores condiciones en la provisión de puestos de trabajo y en la definición de los perfiles profesionales; y para que tengan menos rigideces. De lo que no se trata es de poner fronteras, pero todos los profesionales seguirán teniendo los mismos derechos para acceder a esos puestos.

¿Las ofertas de empleo futuras serán sólo para estos nuevos cuerpos?
La LEC prevé que la puesta en marcha de estos cuerpos docentes quede condicionada a la efectiva garantía y seguridad de que no tengan ningún efecto negativo ni en los actuales ni en los futuros profesionales. Y así se acompasarán, en diálogo con la Administración General del Estado, las futuras ofertas de empleo.

También introduce la nueva categoría ‘senior’, algo así como unos catedráticos de Primaria.
Se pretende aprovechar la experiencia y la carrera profesional de unos profesionales que ahora ni se consideran ni se valoran. Ahora sólo se retribuye el paso del tiempo y la adquisición de conocimientos a través de la formación, pero no se reconoce ni se retribuye esa experiencia profesional traducida en innovación, responsabilidad, funciones directivas…

Me da la sensación de que ante la lentitud en las negociaciones del nuevo Estatuto Docente por parte del Ministerio y los sindicatos, han decidido no esperar y diseñar su propia carrera profesional docente. ¿Es así?
Esperemos que se entienda como una aportación que hacemos desde Cataluña y que enriquece el debate general.

La LEC también introduce una descentralización hacia los ayuntamientos, en cambio, sorprende que la LEC especifica que la jornada es de mañana y tarde, cerrando la puerta a la jornada continua. ¿Hay alguna contradicción?
En un futuro se podrá plantear, pero siempre y cuando hayamos conseguido previamente fortalecer y elevar la calidad educativa y mejorar los resultados académicos. Pero esto no puede hacerse sólo desde la Educación, porque tiene implicaciones para la sociedad. Además, estamos convencidos de que una medida de este tipo dificultaría alcanzar los niveles de éxito escolar que necesitamos.

Nuevo MEC, nuevo ministro

El nuevo Ministerio
“El cambio de modelo es una reflexión compleja. Tenía y tiene sentido asociar Universidad e Innovación y Empresa, que lo tenemos en Cataluña, y también tiene sentido mantener bajo una sola dirección el conjunto de la Educación, la básica y la superior. Probablemente, el Plan Bolonia haya inclinado la balanza hacia este concepto más educativo. En este momento será la solución más conveniente; habría que preguntarse si lo fue hace unos meses. En todo caso, estamos obligados a que funcione”.

Mercedes Cabrera
“Tengo que manifestar mi aprecio por la labor que estaba haciendo Mercedes Cabrera. Quizás con excesiva discreción. Cabrera es una persona que estaba desarrollando una buena estrategia”.

El nuevo ministro
“Estoy impaciente y esperanzado de trabajar con un ministro que ha dado muestras sobradas de su capacidad e inteligencia, con el objetivo de dar mayor plasmación concreta y real a los cambios para la Educación. Una de las cosas pendientes es el traspaso de las becas”.

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