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El sistema vasco destaca por su equidad, pero le falta exigencia

Paloma MoréMartes, 10 de noviembre de 2009
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La comunidad con mayor gasto público por alumno en las enseñanzas preuniversitarias es un modelo a seguir en cuanto al control del fracaso escolar y a la alta proporción de alumnos en el curso que les corresponde por edad. Sin embargo, el País Vasco no brilla por sus buenos resultados en las pruebas internacionales como PISA o TIMSS, quedando por detrás de otras comunidades que invierten menos en Educación y que tienen peores proporciones de alumnos graduados al año.

Con una de las poblaciones más acomodadas y bien formadas del país y el mayor desembolso en Educación por alumno, es lógico que el sistema educativo vasco despierte grandes expectativas a la hora de hablar de resultados. Para cualquier sistema educativo lo ideal es lograr un nivel general lo más elevado posible, pero mientras se alcanza esa meta hay dos estrategias a seguir, por un lado progresar en términos de equidad y por otro, mejorar el nivel de exigencia. A tenor de los resultados que esta comunidad ha obtenido en las últimas evaluaciones internacionales, parece que el País Vasco ha optado claramente por la primera.

Según las conclusiones del Informe PISA 2006 una de las claves que explican los modestos resultados de nuestro país es que el 40% de los alumnos españoles de 15 años que participaron en dicha prueba hubieran repetido uno o dos años, es decir, que estaban cursando 2º o 3º de ESO. Por tanto, se considera que “la repetición y el retraso en el estudio no benefician en absoluto a los resultados académicos de los alumnos en la adquisición de las competencias básicas”. Es más, desagregando los datos se comprueba que los alumnos españoles que no han repetido curso obtienen puntuaciones similares, en ciencias, a las de países con buenos resultados y poca tradición de repetición, como Australia o Nueva Zelanda.

Cuando se realizaron las pruebas de 2006, el País Vasco era la comunidad con un mayor porcentaje de alumnos en el curso que les correspondía por edad (76%), seguida de Cataluña y Navarra (70%) y en gran contraste con Andalucía (52%). A la luz de las bajas puntuaciones que obtuvieron los alumnos andaluces en dicha prueba se consideró que el alto número de repetidores podría explicar, en parte, los peores resultados de ésta con respecto a otras comunidades.

Estrategia de promoción
En contrapartida, se podría esperar que los alumnos vascos, entre los que había menos del 25% de repetidores, tuvieran los mejores resultados.

No obstante, la comunidad vasca se quedaba en la octava posición en ciencias, la sexta en matemáticas y la segunda en lectura, después de La Rioja. A pesar de tener más alumnado repetidor que el País Vasco, esta comunidad fue la que mejores resultados obtuvo de entre todas las españolas.

En este sentido, el director del Instituto Vasco de Evaluación e Investigación Educativa (ISEI-IVEI), Francisco Luna, explica que en el sistema vasco se ha considerado “la promoción de los alumnos que están en el umbral de promocionar o no como una solución más eficaz desde el punto de vista educativo y también más equitativa en términos sociales”. La idea es que con la repetición de curso se estaría penalizando a aquellos alumnos que provienen de un entorno de nivel socioeconómico y cultural más bajo que el resto, pues se considera que estas son las variables determinantes a la hora de trazar el perfil del alumnado repetidor.

La exigencia como reto
Efectivamente, la OCDE considera que uno de los factores clave a la hora de explicar los resultados, ya sean buenos o malos, es el nivel socioeconómico y cultural de los padres, además de la repetición de curso y del número de repetidores por aula.

En este sentido, del mismo modo que llama la atención que la comunidad con menor proporción de alumnos repetidores no tenga los alumnos mejor formados, algo parecido ocurre cuando se comparan los entornos socioeconómicos y culturales. En general, los alumnos vascos tienen más libros en casa, mayor proporción de padres universitarios y mejor situación económica, pero aún así no igualan en resultados a los alumnos de otras comunidades.

Por niveles sociales encontramos que los centros vascos de estatus socioeconómico más modesto obtienen resultados comparativamente mejores que aquellos con un estatus más alto. El director del ISEI-IVEI afirma que se ha hecho un gran esfuerzo económico y educativo para compensar las desigualdades de partida, pero que “quizás no se ha compensado con un esfuerzo semejante en el alumnado que, por sus condiciones familiares y escolares, debería tirar de los resultados hacia arriba”. De esta reflexión se deduce que “el reto al que debe enfrentarse el sistema educativo es trabajar también la excelencia, muy escasa en el alumnado del País Vasco”.

El bilingüismo a prueba
El carácter bilingüe del sistema educativo vasco implica que en las pruebas de carácter internacional, como son PISA o TIMSS (Estudio Internacional de Tendencias en Matemáticas y Ciencias), haya dos lenguas oficiales. Los alumnos de los modelos A y B, castellano y bilingüe respectivamente, hacen el examen en castellano por defecto. En el caso del modelo D, en el que se imparten las clases en euskera salvo la asignatura de Lengua y Literatura española, los alumnos realizan la prueba en el idioma de su entorno familiar, lo cual en PISA 2006 supuso el 73,3% en castellano y el 26,7% en euskera.

En el estudio TIMSS 2007 se evaluaron en el País Vasco los rendimientos académicos en matemáticas y ciencias de los alumnos de 2º de la ESO, junto con los de otros 67 países del mundo. Los que obtuvieron mejores resultados, tanto en matemáticas como en ciencias, fueron los alumnos que hicieron el examen en euskera, sin embargo, esto se debe a que entre ellos había menos repetidores ya que, en general, estos tienen peores resultados.

Como explica Francisco Luna, “las diferencias en resultados no están sólo vinculadas a la lengua. Si observamos los resultados en todas las evaluaciones realizadas, las diferencias se dan por redes educativas y esta variable está siempre vinculada al nivel socioeconómico y cultural de la familia del alumnado escolarizado en cada red”.

Es decir, que a efectos de resultados importan más otras variables como el entorno familiar del alumno y el clima que haya en el aula.

El modelo A público
En las pruebas de ciencias de PISA 2006 se constató que los estratos de la red pública obtuvieron resultados por debajo de la media de la OCDE y del País Vasco, mientras que los concertados sobrepasaron ambos baremos. Ahora bien, el modelo A de titularidad pública registró resultados mucho peores que los otros. Según el director del ISEI-IVEI, esto se debe a un cúmulo de factores “además del bajo nivel socioeconómico y cultural de muchas familias, se acumulan altos índices de repetidores, altos porcentajes de inmigrantes, falta de interés por el estudio, etc”. Otro reto para la equidad del sistema.

EXTRANJEROS

 

      • Uno de los principales retos que tienen los sistemas educativos españoles en la actualidad es la integración satisfactoria de los alumnos de origen extranjero. Son muchos los aspectos que abarca este proceso de integración y no puede medirse exclusivamente a partir de una sola variable. Ni mucho menos sobre la base de los resultados de un examen. No obstante, en el estudio PISA 2006 los jóvenes nacidos fuera, que representaban el 7% de los alumnos de los centros españoles, obtuvieron tanto para el conjunto del país como en las comunidades con muestra representativa una puntuación más baja que los nativos, con una brecha de 55 puntos de media.

      • En el País Vasco esta característica no sería muy significativa para los datos globales debido a que la proporción de alumnado extranjero es relativamente baja en comparación a otras comunidades. Los no nativos en el País Vasco representan sólo el 4% de los jóvenes de 15 años en Secundaria, y por tanto no influyen de manera importante en términos generales. Sin embargo, fueron los que peores resultados obtuvieron si se los compara con los no nativos de otras comunidades autónomas. Es más, el País Vasco presenta la brecha más grande entre españoles y nacidos fuera de todo el país, alcanzando los 72 puntos de diferencia.

 

BRECHA ENTRE CENTROS PÚBLICOS

 

      • Entre los países que analiza PISA son pocos los que destacan por tener un alto porcentaje de alumnos en centros de titularidad privada, entre ellos España, donde un 35% de los jóvenes que hicieron la prueba pertenecían a este tipo de centros. En contrapartida, Estados Unidos, Canadá, Alemania o los países nórdicos, no llegan al 10%.

      • El País Vasco se sitúa en el extremo al ser la comunidad española donde más presencia tiene la Educación privada y concertada. El 58% de sus alumnos se encuentran matriculados en centros de titularidad privada, por delante tan sólo Hong Kong, Macao y los Países Bajos. Mientras que en el ámbito internacional la balanza se inclina en unos casos favorablemente hacia los centros privados y en otros hacia los públicos, en nuestro país son los privados quienes obtienen mejores resultados. En España estas diferencias se deben esencialmente al nivel socioeconómico y cultural de las familias y de los centros y el País Vasco no es una excepción a esta realidad.

      • A pesar de que esta explicación es la más evidente, en el País Vasco los resultados no terminan de equipararse completamente cuando se controla la variable del estatus socioeconómico y cultural, cosa que sí ocurre en otras comunidades que participaron en el estudio PISA 2006.

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