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El ministro afirma que los 12 objetivos del texto cuentan con el consenso general

El ministro considera que "si sólo un partido se descuelga, quizá habría que seguir adelante y que quede en evidencia quién ha quedado fuera".

Adrián ArcosMiércoles, 28 de abril de 2010
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“El documento del Pacto puede darse ya por válido” y “los 12 objetivos del texto, una vez presentados, han recibido un consenso general”. Tanto es así que van a ser los objetivos educativos de nuestro país para la década 2010-20. Así de tajante se mostró el ministro, Ángel Gabilondo, durante el segundo desayuno informativo que organizó ayer MAGISTERIO en colaboración con Hewlett-Packard en el Hotel Silken Puerta de América de Madrid.

De hecho, incluso si al final no se alcanzara el Pacto, el ministro se comprometió a “perseguir esos 12 objetivos por tierra, mar y aire”. Gabilondo aseguró que “cada uno puede redactarlos como quiera, pero es muy complejo señalar objetivos educativos distintos a esos 12”.Gabilondo anunció que va a realizar “un seguimiento anual de esos objetivos y de su desarrollo a través de cuatro mesas: con la comunidad educativa, los agentes sociales, las comunidades autónomas y los partidos políticos”.

El ministro defendió esta fórmula porque, a su juicio, “cuando a cada uno le toque gobernar puede dar sus toques particulares, ya que no estamos proponiendo un sistema férreo y cerrado porque cuanto más normativo y cerrado sea el Pacto menos va a durar”. Según Gabilondo, “si queremos que un Pacto contenga estrictamente todos y cada uno de los principios que cada uno defiende, luego nos pasará lo de siempre, que en cuanto un partido gana las elecciones cambia inmediatamente la normativa, y lo que nos piden los ciudadanos es estabilidad”.

Con respecto a la adhesión final del PP al documento, el ministro consideró que “si va a firmar un agente social, un partido político y nosotros, lo que hacemos es tomar algo y no seguir adelante con el Pacto, pero si hubiera una consistente mayoría y sólo un partido se quedara fuera, quizá habría que pensar si no es interesante seguir adelante y que quede en evidencia quién ha quedado fuera”. “Vamos a ver quiénes somos para ver lo que hacemos”, apostilló.

Asimismo, Gabilondo quiso dejar claro que no concibe el Pacto “como una gran foto donde atrás ponga Pacto educativo y aplausos, sino como una mesa donde trabajamos juntos agentes sociales, comunidad educativa, comunidades autónomas y partidos políticos, en una misma dirección, unos mismos objetivos y unas mismas líneas de acción”.

El ministro consideró “fundamental el Pacto de cara a abordar con celeridad, claridad y consenso los problemas educativos de nuestro país”. Aunque señaló que “si al final no se produce, seguiremos trabajando por la Educación, el Ministerio no cerrará, pero será menos fácil y más lento, y tendremos que buscar el máximo acuerdo con cada comunidad para ir alcanzando los objetivos poco a poco”.

Sin embargo, el ministro cree que “es muy sintomático que sectores más a la izquierda del país estén diciendo que el documento es una entrega al PP y que sectores del PP digan que es una entrega sectaria a las posiciones de izquierda”. Para el ministro “es síntoma de que el texto está lo suficientemente centrado”.

Como novedades del texto definitivo, el ministro quiso destacar “los contratos programas para la mejora del éxito escolar, el programa de profundización de conocimientos dirigido al alumnado con mayor capacidad para aprender, medidas compensatorias a centros públicos y privados concertados con mayor número de estudiantes con necesidades especiales, así como la extensión y el impulso del plan PROA, que beneficiará ahora a los alumnos de 3º y 4º de Primaria de todos los centros sostenidos con fondos públicos”.

Gabilondo también se refirió al año que acaba de cumplir como ministro de Educación. “Si de algo presumo en este año es de no haber dedicado mi discurso a descalificar a los demás, a combatir las posiciones de otros, a desautorizar a los partidos políticos, sino a hacer propuestas constructivas pensando en los ciudadanos y en el país”.

Gabilondo afirma que se garantiza la libertad de enseñanza

Con respecto a las exigencias del PP, el ministro aseguró que “se garantizan los dos principios del artículo 27 de la Constitución: el derecho a la Educación y la libertad de enseñanza”. Gabilondo subrayó el objetivo 7 del Pacto que “habla de que la programación de las administraciones tiene que permitir que todos los centros sostenidos con fondos públicos garanticen una alta calidad educativa a todos los alumnos, favorecer la elección de las familias y el acceso a los centros en condiciones de igualdad”.

Para Gabilondo “el debate no radica en si se garantiza el derecho a la Educación y la libertad de enseñanza, porque está absolutamente garantizado, sino en qué entendemos cada uno de nosotros por eso”. Además, advirtió que “la libertad de enseñanza también se relaciona con libertad ideológica, de cátedra, de planteamientos y de opciones”.

El ministro quiso también “reconocer con toda claridad el sistema mixto implantado en nuestro país, el de la convivencia de centros públicos y concertados”. La razón, según Gabilondo, “es garantizar la escolarización y la universalización de la Educación y la igualdad de oportunidades”.

Sobre las enseñanzas comunes de las materias en todo el Estado, aseguró que “están recogidas en los decretos de enseñanzas mínimas y publicadas en el BOE, por lo que es de obligado cumplimiento en toda España”.

Almunia ve necesario que los alumnos sigan hasta los 18 años

La secretaria de Estado de Educación, Eva Almunia, también habló ayer sobre el documento del Pacto en una entrevista en la televisión de su partido, PSOE TV. Almunia se refirió a la posibilidad de ampliar la duración del Bachillerato o la FP, y explicó que “si bien ahora tenemos una Educación obligatoria de los 6 a los 16 años y hemos conseguido que desde los 3 hasta los 6, sin ser obligatoria sea gratuita, ahora tenemos el compromiso de conseguir que la sociedad sienta la necesidad de que los jóvenes tienen que permanecer hasta los 18 años dentro del sistema educativo”.

En este sentido, subrayó que “la Educación hasta los 18 no sería una Educación obligatoria e igual para todos, pero ahí podrían encajarse medidas como hacer del Bachillerato una opción más flexible, entre dos o tres años”.

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