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El nivel de formación de los jóvenes baja seis puntos desde 2000, hasta el 59,9%

Mientras la media de los demás países de la UE va ascendiendo de año en año, en España continuamos nuestra tendencia descendente en nivel de formación de la población joven (20 a 24 años). El Objetivo de Lisboa para 2010 ya es inalcanzable sobre todo si continuamos la tendencia negativa iniciada en el año 2000.
Diego FranceschMartes, 5 de octubre de 2010
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El indicador europeo facilitado por Eurostat este verano muestra que baja del 60% el porcentaje de jóvenes que alcanza, al menos, el título de Bachillerato o de Formación Profesional de Grado Medio y que en la terminología europea se designa como la Secundaria Superior.

Hay que añadir que la UE considera que los jóvenes que se quedan fuera de este indicador, más del 40%, se colocan en situación de “riesgo social” en el sentido de que su empleabilidad se hace difícil, máxime en momentos de crisis en que la baja cualificación y el abandono escolar se ceban con los trabajadores no cualificados.

Se da la circunstancia de que España sólo supera en este indicador a países como Portugal (55,5%), Islandia (53,6%), Malta (52,1%) y Turquía (50%).

En el lado opuesto, a la cabeza en nivel de formación, encontramos países como Noruega (93,7%), seguida de Eslovaquia (93,3%), República Checa (91,9%), Polonia (91,3%), Croacia (91%) o Eslovenia (89,4%).

Mientras no se reduzcan las tasas de fracaso en la ESO no mejorarán los indicadores

De los demás países europeos, Irlanda está en primer lugar con el 87%, seguida de Francia (83,6%), Gran Bretaña (79,3%), Italia (76,3%) o Alemania (73,7%).

Los factores que provocan estas tasas hay que buscarlos en el fracaso escolar, responsable de que las tasas de graduación en postobligatoria sean altas, la baja tasa de graduación en Bachillerato y el poco atractivo todavía de la Formación Profesional de Grado Medio o la influencia de la inmigración.

En el último informe de la OCDE Panorama de la Educación aparece otro dato que puede resultar ilustrativo. En 1995 teníamos un 21% de tasa de matriculación a los 20-29 años, en 2000 un 24% y en 2008 volvemos a estar en un 21%. A todo esto hay que añadir en el caso español las altas tasas de repetición que se registran desde Primaria en adelante. Mientras que el indicador de abandono temprano no incluye a los repetidores, el de nivel de formación de la población joven sí lo hace.

Si tomamos como precedente la tasa de fracaso escolar, podemos afirmar que la evolución, por comunidades, del nivel de formación posterior mejorará en los próximos años en Asturias, Canarias, Cataluña, Extremadura o Madrid. Pero, en cambio, algunas otras que han empeorado en tasas de graduación en Secundaria lastrarán el índice general.

Por provincias hay que destacar a Cáceres, que ha visto descender su tasa de fracaso del 34,2 en 2007 al 27,5 en 2008 o Badajoz, del 32,2 al 27,9. O las provincias canarias de Las Palmas, con un descenso del 36,2 al 30,2 y de Santa Cruz de Tenerife, con 34,3 en 2007 y un 30,5 en 2008. En el extremo más negativo, los mayores ascensos en tasa de fracaso hay que ubicarlos en las provincias de Segovia, con 26,3 en 2007 y un 30,5 en 2008, La Rioja, con 31,1 y 34,0 o Almería, con 38,8 y 41,3.

En definitiva que, lejos del entusiasmo de los responsables políticos, los indicadores muestran que el aumento de formación tras la ESO sigue siendo bajo para España, a pesar de los esfuerzos por incrementar las tasas de matriculación en FP de Grado Medio.

¿Por qué seguimos cayendo?

Según José Manuel Lacasa, del Instituto F de Investigación Educativa, las causas de la caída hay que encontrarlas en:

La aplicación de la Logse
“Esta ley retrasó en dos años la obtención del título de Formación Profesional: de FP I (que se obtenía con 16 años) a FP de Grado Medio (que se obtiene con 18). Esto produjo una discontinuidad en la serie que explica parte del bache que se inicia en el año 2000 (parte porque también ese año comienzan a bajar las tasas de Bachillerato, que no se tendría por qué ver afectadas). Claro que el bache estaba previsto cubrirlo en cuatro años y ya llevamos diez”.

­­­Inmigración
“La inmigración está afectando cada vez más al indicador. Si en 2003 la diferencia entre el indicador total y el indicador sin inmigrantes comenzaba a ser significativo (1,1 puntos) , en 2008 la diferencia era ya de 2,9 puntos. Es decir, de los 40 puntos de fracaso, tres corresponden a los nacidos fuera de España y 37 a los españoles. O, lo que es lo mismo, el peso de la inmigración en el fracaso no llega ni al 8%”.

­­­Un sistema ineficiente
“Un sistema que deja sin título de ESO al 31% de la población no puede ni soñar con que el 85% obtenga un título de Secundaria superior, sobre todo si la no obtención del primer título deja sin posibilidad de obtener el segundo. Porque es ese 31% el que, sumado al abandono tras la ESO, causa la mayor parte de los malos resultados en este indicador. Los últimos datos de la Logse se están revelando aún peores que las peores previsiones”.

­­­Abandono temprano
“Este indicador es muy similar al del abandono temprano. La diferencia estriba, en España, en las enormes tasas de repetición que tenemos en la postsecundaria: el abandono no cuenta a los alumnos que siguen estudiando tras los 18 años, pero el nivel educativo de los jóvenes cuenta a todos entre los 20 y los 24 años”.

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