Enseñando a los niños a ser felices
En las diferentes reuniones que tenemos los equipos educativos de la zona norte 5 y 10 de casas de niños y la Escuela Infantil de Fuente el Saz, valoramos la posibilidad de enfocar nuestra formación para favorecer el desarrollo armónico y la calidad del aprendizaje en de Educación Infantil, sobre todo en el nivel de 0 a 3 años, a través de sus educadoras.
Para ello, en colaboración con el Centro Territorial de Innovación y Formación –CTIF– Madrid Norte, hemos realizado un curso dirigido a crear un ambiente afectivo para favorecer la confianza y expresividad, tomar conciencia corporal para favorecer el
desarrollo motor e implementar la capacidad de empatía para fomentar la socialización.
Se ha trabajado con una gran ponente, Sylvie Bignon –experta profesora de yoga, terapeuta y relaxóloga–, que nos ha enseñado la gran importancia del estado físico, psicológico y espiritual del ser humano y de qué manera todos nosotros, como profesores, para llevar a cabo una buena Educación, debemos tener un buen nivel de autoconocimiento y un bienestar adecuado para trabajar con los niños más pequeños.
Todo lo que hemos ido experimentando nosotras mismas, lo hemos puesto en práctica en el aula y os podemos asegurar que hemos tenido unos resultados sorprendentes. Los niños han sido muy receptivos con todo lo que les proponíamos. También hemos conocido los diferentes tipos de respiraciones y cómo alimentarnos con la energía que nos ofrecen.
A lo largo de las diferentes rutinas de cada día ofrecemos un momento a los niños para que puedan descansar y encuentren un momento de paz y tranquilidad que les permita sentirse bien con ellos mismos.
En “La Casa de Niños” de Valdeolmos hemos trabajado las siguientes actividades, pero previamente hemos seguido ciertos rituales que nos parecían muy importantes para ayudar a que el momento y las propuestas de actividad fuesen más atractivas para ellos.
Antes de cada sesión hemos creado un espacio relajante, con velas y un quemador de esencias para realizar cada una de las actividades:
• Debemos de respirar por la nariz tumbados, con los pies ligeramente separados, los brazos separados del cuerpo y las palmas de las manos colocadas hacia arriba.
• Fijándonos cómo entra y sale el aire por la nariz, observamos nuestra respiración.
• Mover las manos, abrirlas y cerrarlas. Rotar el cuello, estirar los pies y encogerlos.
• Contamos un pequeño cuento en el que somos leñadores, vamos al bosque, nos agachamos a recoger un hacha, la levantamos y la bajamos con fuerza como si estuviéramos cortando el tronco de un gran árbol.
• Colocar las manos una frente a otra en el abdomen, y sentir cómo la barriguita las sube y baja. Inhalar el oxígeno, exhalarlo, sentir cómo sube y baja el aire recorriendo todo nuestro cuerpo.
• Hemos puesto nuestros cuerpos en movimiento, mientras imaginábamos que éramos una flor y sentíamos cómo el aire nos acariciaba, nos movía y nos hacía echarnos hacia delante, hacia atrás o a los lados.
• Hemos jugado a ser gatos e intentábamos redondear y hundir la espalda.
• También jugamos a ser águilas. Para ello abrimos y cerramos las manos, llevando los puños a los hombros y elevando los codos.
• Imitamos a los monos y posteriormente buscamos la postura correcta.
• Hemos practicado la Cruz de San Andrés.
• Colocados todos en círculo con las manos cogidas nos miramos uno a uno.
El trato con los niños requiere una gran dosis de tranquilidad y paciencia, y saber en todo momento lo que se pretende conseguir para lograr un equilibrio adecuado en el desarrollo de su personalidad a través de los ejercicios dirigidos a conseguir la armonía.
Masajes para los bebés más pequeños
• Con los bebés del aula, niños del nivel 0-2 años, hemos desarrollado sesiones de masaje metamórfico, una técnica muy sencilla pero potente. Consiste en aplicar uno en las plantas de los pies, las manos y la cabeza. El resultado de este masaje se manifiesta en una transformación de nuestra manera de ser y de nuestras actitudes frente a la vida. Nos facilita el desbloqueo de nudos de estrés que se han producido tanto en la etapa de gestación como en momentos posteriores y que han derivado en problemas emocionales.
Mª Pilar Caballero y Ana Mª Cobos
EI “La Casa de Niños” de Valdeolmos (Madrid).
