Una postura acorde a la consecución de acuerdos
El hecho de que haya aumentado la violencia en las aulas ha provocado que desde los centros educativos se sistematicen las formas de mediación para abordar los conflictos. El problema no radica en la aparición de un enfrentamiento sino en la forma de solucionarlo.
La mediación es un método constructivo de resolución de conflictos donde las partes recurren voluntariamente a una tercera persona para llegar a un acuerdo satisfactorio. La clave reside en que la solución es construida por las propias partes implicadas.
Los principales objetivos que buscamos alcanzar a partir de la mediación son:
• Ayudar a que las personas implicadas solucionen el conflicto de forma consensuada.
• Fomentar el desarrollo de estrategias y habilidades comunicativas para prevenirlos.
• Potenciar la empatía, mejorar las relaciones interpersonales y, con ello, la convivencia en el centro.
En efecto, los mediadores son figuras neutrales que colaboran con las partes para que sean capaces de identificar y expresar sus necesidades y demandas, escuchar las del otro y buscar soluciones adecuadas para ambas. Así, la responsabilidad de resolver el conflicto recae en las partes implicadas, no en el mediador.
En un primer momento esta función es asumida por profesores con la necesaria capacitación, que darán paso a la formación de alumnos, incluso ampliándo el abanico a los padres de éstos.
La necesidad de nuestro proyecto de mediación surgió durante el curso pasado con motivo de la conflictividad del alumnado de nuestro centro. Dados la necesidad y el interés que suscitó el tema, se organizó un curso en sesiones de tardes para el equipo docente que tuvo gran acogida entre los docentes y a raíz del mismo se propuso organizar un equipo de mediación durante el presente curso académico que ha sido organizado, gracias a la participación de la jefatura de estudios, la orientadora y los profesores, para intervenir en casos de conflictividad.
Un buzón situado en el centro, recaba las solicitudes de mediación demandadas por los alumnos y los acuerdos tomados en cada caso, se archivan guardando en todo momento la confidencialidad de las partes implicadas.
Una vez puesto en marcha el equipo docente, hemos iniciado otro, compuesto por 10 jóvenes seleccionados en base a un perfil de capacidad de escucha, empatía y habilidades sociales, quienes aceptaron voluntariamente participar.
Así, gracias a la mediación, hemos desarrollado un mecanismo autónomo de resolución de conflictos dentro del propio centro educativo.
Fases del proceso de mediación
• Hay que asergurarse de que el conflicto concreto sea susceptible de mediación, para lo que debemos hablar por separado con los protagonistas del mismo.
• El mediador se presenta a los alumnos, explica su función y expone las reglas de la mediación: debe existir intención de resolver el conflicto, lo que implica la colaboración por ambas partes. Se preservará la confidencialidad de lo expresado.
• Cada parte se expresa por turnos. Explican qué ha pasado, por qué creen que ha sucedido, cómo se han sentido. A continuación intentamos que cada uno se ponga en el lugar del otro, favoreciendo la comprensión.
• Se ayuda a aclarar el problema, a identificar el conflicto en función de lo dicho.
• Se realiza una búsqueda de soluciones.
• Establecimiento de acuerdos en función del análisis de las ventajas e inconvenientes de las diferentes propuestas. Los acuerdos quedarán reflejados por escrito para prevenir olvidos o tergiversaciones y facilitar el seguimiento posterior.
Susana Tamayo
Orientadora del IES “Cortes” de Cádiz.
