Galardón al consumo responsable

Como ya se había participado en ediciones anteriores y conocíamos la mecánica del juego, los alumnos participantes en la edición anterior se encargaron de propagar la idea de concursar en la convocatoria 2009-10 a raiz de la buena experiencia por haber participado en el anterior, en el que consiguieron el primer premio en Galicia. A los estudiantes que querían participar se les dejó claro desde el primer momento que para ello tendrían que perder recreos; que deberían acercarse al instituto los lunes por la tarde –antes de la jornada lectiva– para seguir con su participación, y que en las sesiones de tutoría debían acercarse, acompañados por sus tutores, a los ordenadores de la biblioteca escolar para seguir concursando.

Comienza el juego
La primera fase de la participación a través de la red fue muy laboriosa. La comenzaron nueve equipos de cinco alumnos cada uno. Cada equipo tenía adjudicada el aula de informática, de libre acceso, durante los recreos. Si alguna vez alguno de los componentes de algún equipo olvidaba su responsabilidad, había que articular la manera en que se pudiese recuperar el tiempo con la presencia de todos los componentes juntos, pues el concurso está establecido como un trabajo conjunto en el que todos y cada uno de los miembros del grupo tiene una faceta que cumplir. También se emplearon las aulas de cada equipo en las tutorías, y la biblioteca del instituto –primordial para este tipo de trabajos– permitía a los estudiantes la consulta de fuentes que en las aulas de informática sería imposible.
Después de la participación en la primera fase, no todos los equipos llegaron a la segunda fase. Si algún componente del equipo no acudió a la primera fase, esto supuso la eliminación del mismo; otros, por no saber contestar alguna pregunta, se vieron relegados en la clasificación haciendo cundir el desánimo y el desaliento ante lo que todavía les aguardaba.

Segunda fase
Los que consiguieron acabar la primera fase –cuatro en total–, decidieron continuar con la segunda, consistente en la realización de un álbum virtual sobre consumo responsable. Cada alumno se colgó su cámara fotográfica al hombro y durante casi un mes se dedicaron a fotografiar actitudes y todo tipo de situaciones que ellos consideraban acordes con el concurso. Una vez concluida esta labor fotográfica propiamente dicha, tocaba reunirse en la biblioteca del instituto para realizar la selección de ese material, eligiendo aquellas instantáneas que mejor se ajustaban al objetivo del concurso.
Finalmente, en el mes de julio, el profesor coordinador de todos los equipos, Alejo Figueroa Soto, recibía la llamada del Instituto Gallego del Consumo comunicándole que habían ganado el primer premio a nivel nacional, con el equipo Bos e xenerosos. Se les informó de que tendrían que ir a Madrid a recoger el premio que iba a entregar la Ministra de Sanidad, Trinidad Jiménez.
La experiencia ha resultado motivadora, inesperada y ante todo, excepcional. Nunca pensamos que un instituto de un medio rural tan deprimido como el nuestro, en los alrededores del Costa da Morte –dentro de la comarca de Bergantiños–, tuviera la tremenda suerte de ser seleccionado para un premio de estas características. Se nos ha reconocido una labor en la que hemos trabajado durante más de la mitad de un curso pero, que hemos
desarrollado con mucha ilusión y fe en nuestro esfuerzo. Al final, la recompensa conseguida ha sido grande.

Segunda fase: álbum virtual

• Tras pasar las primeras pruebas, los alumnos tenían que fotografiar durante un mes cualquier situación u objeto que les llamara la atención. Todo ese material, luego pasaría una selección y elección posterior. Cada álbum constaba de cinco fotografías sobre los distintos temas de consumo responsable que se trabajaban en el concurso, siendo obligatorio que al menos tres de las fotografías trataran estos aspectos: en primer lugar, sobre el consumo reflexivo antes de decidir el gasto, teniendo en cuenta la información previa, el ahorro, el gasto personal, el gasto familiar o el presupuesto dedicado a cada compra; en segundo lugar, sobre el consumo y el uso de las tecnologías, refiriéndose a aparatos electrónicos, internet, etc; y en tercer lugar, instantáneas sobre el consumo sostenible -en beneficio del medio ambiente- y solidario –como el comercio justo-.

Equipo educativo
IES “Maximino Romero”, Lema de Baio (A Coruña)