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La falta de excelencia refuerza el efecto de equidad de los resultados de PISA 2009

El Informe PISA 2009 analiza los resultados de la última edición del estudio que periódicamente realiza la OCDE para medir el rendimiento de los alumnos de 15 años en determinadas competencias clave. En esta ocasión han participado 67 países y la evaluación se ha centrado en la lectura, de manera que se pueden comparar los datos con la edición de 2000 (en 2003 y 2006 se evaluó en profundidad la competencia matemática y la científica).
Paloma MoréMartes, 14 de diciembre de 2010
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Los resultados promedio de España no sorprenden, pues la única constatación que puede hacerse es que el nivel se mantiene similar al de hace una década: ni se avanza ni se retrocede. En comprensión lectora el promedio español es de 481, según la escala PISA, de esta manera se rescatan los 20 puntos perdidos en 2006 por un problema técnico en el tratamiento de los resultados, y se recupera el nivel de 2003 (481) y de 2000 (493). En matemáticas y en ciencias los resultados tampoco ofrecen sorpresas, sino que se mantienen prácticamente idénticos a los de las ediciones anteriores. De esta manera, España se sitúa por debajo de la media de los países de la OCDE, a la cola de los países europeos y por delante de los latinoamericanos.

Según el informe español y la propia interpretación del Ministerio, estos resultados ponen de manifiesto la estabilidad del sistema desde que empezó a realizarse el estudio PISA. Sin embargo, también es cierto que no se ha mejorado nada en los resultados desde que se implementó este diagnóstico como medio para inspirar nuevas políticas educativas.

En cuanto al nivel de rendimiento de los alumnos, en España hay en torno a un 20% de jóvenes que no llega a desarrollar las competencias en un nivel básico (20% en lectura, 24% en matemáticas y 19% en ciencias) y aproximadamente un 5% que roza la excelencia (3% en lectura, 7% en matemáticas y 4% en ciencias). En comprensión lectora la comparación con otros países revela que el problema de España es la falta de excelencia. Mientras que la proporción de jóvenes que no llega al mínimo es similar a la de Italia, Francia, Alemania o Reino Unido, en comparación a estos países muy pocos alumnos españoles consiguen alcanzar los niveles máximos.

Esta situación contribuye a dar un efecto de equidad a los datos, ya que una alta proporción de jóvenes españoles obtiene resultados próximos a la media. En términos de equidad, el país con una menor variabilidad de resultados es Finlandia, seguido de España, Suecia y Canadá, con valores próximos al 20%. Sin embargo, en estos tres países las proporciones de excelencia y de fracaso están compensadas, ambos extremos con valores de entre el 10% y el 15%. En el caso de España, el efecto de equidad estadística está reforzado por el hecho de que la proporción de alumnos con resultados excelentes es mínima.

Por sexos, se observa que las chicas obtienen mejores resultados en comprensión lectora, tanto en España (496 frente a 467) como en la OCDE (513 como 474). En matemáticas esta tendencia se invierte y son los chicos los que mejor puntúan, en España (493 frente a 474) y en la OCDE (501 frente a 490).

Resultados por CCAA
El informe español señala que uno de los grandes éxitos del sistema educativo es la escasa diferencia entre los resultados de las distintas comunidades autónomas. Sin embargo, mirando de cerca se observan algunas diferencias, tanto en los resultados promedio, como en los niveles de rendimiento de los alumnos.

En comprensión lectora, los resultados promedio de Madrid, Castilla y León o Cataluña se asientan en el “bien”, según la escala de rendimiento PISA, alcanzando puntuaciones similares a las de Países Bajos, Estados Unidos, Suecia o Alemania. Por el contrario, Andalucía, Baleares, Canarias y las ciudades autónomas, obtienen resultados muy por debajo del promedio de la OCDE. Del mismo modo, tanto en matemáticas como en ciencias, estas comunidades son las que se quedan descolgadas del resto.

En cuanto a los niveles de rendimiento, Madrid, Castilla y León y La Rioja alcanzan un 6% de excelencia y se sitúan próximas a otros países europeos. En Madrid, Castilla y León, Cataluña y Navarra, la proporción de alumnos que no llega a tener un nivel satisfactorio está por debajo del 15%. En el otro extremo, en algunas comunidades el número de alumnos que no alcanza el nivel mínimo es mucho más elevado: en Melilla el 53%, en Ceuta el 44%, en Canarias el 33%, en Baleares el 28% y en Andalucía el 26%. En todas ellas la proporción de alumnos con resultados que pueden ser calificados de excelentes no supera el 2%.

Si bien el Informe español señala que “la variación global que se produce en los resultados de los alumnos entre unas y otras comunidades es mínima” y que este dato “ofrece la evidencia incuestionable sobre la homogeneidad del sistema educativo español”, a la luz de estas diferencias parece razonable mitigar el entusiasmo.

Centros de enseñanza
El estudio PISA 2009 analiza la equidad de los sistemas educativos al comparar los resultados, tanto entre los alumnos de un mismo centro, como entre distintos centros. En el conjunto de la OCDE, la variación que se produce en los resultados dentro de los centros (64,5%) es notablemente superior a aquélla que se produce entre unos centros y otros (41,7%). Lo mismo ocurre en España, donde las principales diferencias se sitúan entre alumnos que comparten aulas (69,8%) y no entre unos establecimientos educativos y otros (19,5%).

Algunas de las causas que, según el Informe español, pueden explicar estas diferencias son la autonomía de los centros educativos, la permanencia de los equipos docentes, la participación de las madres y los padres en las AMPA y las expectativas del entorno familiar sobre el alumno. Asimismo, la convivencia y el clima de trabajo dentro del centro, son también factores a tener en cuenta para explicar unos mejores o peores resultados de los alumnos.

El Estatus Social, Económico y Cultural (ESCS) de los jóvenes es también un elemento clave a la hora de entender sus rendimientos educativos y la soltura con la que se manejan en las competencias básicas. Por ello, el estudio PISA intenta valorar a través de un índice estadístico en qué medida las condiciones sociales que envuelven a los alumnos tienen una influencia sobre sus rendimientos. Cuando se considera la variable “nivel de estudios de los padres”, las diferencias en España pueden alcanzar hasta los 100 puntos y en la OCDE los 120. Del mismo modo, el “número de libros que hay en casa” es una variable importante. En comprensión lectora se observa que cuanto mayor es el número de libros, más alta es la puntuación media que obtiene el alumno, lo cual es comprensible pues la motivación hacia la lectura es otro de los factores que más explican las puntuaciones.

En definitiva, parece que la influencia del entorno es esencial ya que, como se señala en el informe, “si se descuenta el efecto del ESCS en las puntuaciones de ciertos países, estas se aproximan de tal modo que sus diferencias dejan de ser significativas”. Esto ocurre si se realiza este ejercicio sobre los datos de Alemania, Estados Unidos, Reino Unido, España, Italia, Suecia o Grecia. Precisamente, el reto consiste en lograr que el sistema educativo compense las disparidades sociales de la población, permitiendo que cada niño o niña llegue hasta lo más lejos posible.

Las Claves

  • Influencia de los alumnos procedentes de otros países

En la mayoría de los países europeos, y también en España, los promedios de los alumnos cuyas familias no son originarias del país donde se realizó el estudio tienen resultados significativamente más bajos que los autóctonos. Sin embargo, en países como Australia, Canadá o EEUU, con larga tradición de acogida de inmigrantes, las diferencias entre ambos grupos son mínimas. En España, con un 9,5% de alumnos de origen inmigrante en la muestra, las diferencias ascienden a 56 puntos (43 en la OCDE). Las comunidades donde la brecha es más grande son La Rioja, Castilla y León, Cataluña y el País Vasco, disparidad que no se explica por la proporción de alumnos inmigrantes en la región.

  • Influencia de la repetición sobre el renidimiento o del rendimiento en la repetición

Por otra parte, al igual que en las ediciones anteriores, los alumnos que estaban matriculados en 4º de ESO (63%) obtuvieron mejores resultados en comprensión lectora (518) que aquéllos que estaban en 3º (26%, 435 puntos) y en 2º (10%, 371 puntos). Se advierte, por tanto, una doble lectura del sistema: por un lado los resultados de los alumnos que siguen adecuadamente los cursos son bastante buenos, y por el otro, existe más de un 30% de repetidores de 15 años que no alcanza el nivel suficiente o que llega a él por los pelos.

  • Puntuación media superior en los centros privados

Por último, en relación a la titularidad de los centros, en todas las comunidades autónomas los privados obtienen una puntuación media superior a la de los públicos. Las diferencias pueden oscilar desde los 12 puntos en Murcia y La Rioja, hasta los 59 en Canarias, y se explican fundamentalmente por el estatus social, económico y cultural de los alumnos que acuden a cada centro.

Informe español en PDF

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