fbpx

El ordenador portátil: ¿una simple herramienta para el alumno o supone algo más?

Las comunidades autónomas de Madrid y Valencia han sido las únicas que no han aplicado el programa Escuela 2.0 del Ministerio. Desde la Comunidad de Madrid se ha preferido extender la pizarra digital a todos los colegios, y desarrollar un programa piloto con los ordenadores portátiles en 15 centros.
Adrián ArcosMartes, 1 de febrero de 2011
0

Nadie discute que, en la sociedad actual, la implantación de las nuevas tecnologías en el aula debe ser algo prioritario. El problema surge cuando se decide dotar a cada alumno de un ordenador para su proceso de aprendizaje. ¿Realmente le va a ayudar a mejorar ese proceso de aprendizaje o sólo le va a servir para desarrollar su competencia y destrezas digitales? ¿Es una simple herramienta de trabajo o es algo más que conlleva una auténtica revolución en la formación del alumno? Para responder a estas cuestiones, MAGISTERIO organizó el pasado miércoles una mesa redonda sobre Modelos de implantación de las TIC, dentro del ciclo de coloquios enmarcados bajo el título En busca de un nuevo paradigma educativo.

El debate sobre si dotar o no de un portátil a cada alumno fue protagonizado, de un lado, por Miguel Soler, director general de Formación Profesional del Ministerio, y de otro por Xavier Gisbert, director general de Mejora de la Calidad de la Enseñanza de la Consejería de Educación de Madrid. Esta comunidad, junto a Valencia, han sido las únicas que no han aplicado el programa Escuela 2.0 promovido por el Ministerio, y que contempla, entre otros puntos, el uso personalizado de un ordenador portátil por parte de cada alumno.

Pero el programa del Ministerio trata también de poner en marcha las “aulas digitales”, dotadas de la infraestructura tecnológica y de conectividad básicas. Como asegura Miguel Soler, el objetivo es “convertir las TIC en herramienta de trabajo para todas las áreas del conocimiento”. ¿Y cómo se consigue? Explica Soler que “no sólo con los miniportátiles, sino dotando a las aulas de pizarra digital, banda ancha, formación del profesorado, y la parte más compleja que llevará más tiempo, que será dotar de contenidos digitales”.

Clara Mª Vizoso, directora de Tecnología Educativa de la Universidad Camilo José Cela (UCJC), explica que “cuando empezó a gestarse este centro, en el curso 1999-00, se decidió que cada alumno tuviera su propio portátil, ya que la forma de entender la Educación era que el ordenador le ayudaría para su aprendizaje a lo largo de toda la carrera”. Pero ¿es esta idea extensible a Secundaria, y sobre todo a Primaria?
Para Xavier Gisbert, sin embargo, “el ordenador por alumno no debe ser el punto de partida”. El responsable de la Administración madrileña tiene claro que “la generalización de cualquier sistema de forma inmediata supone más problemas que beneficios”. “Todos hemos visto que a finales de los 80 llegaron el vídeo y retroproyectores, que luego se almacenaban y quedaban inutilizados durante años en los armarios de los centros, y lo mismo ha ocurrido con los ordenadores a lo largo de últimos años”, recuerda Gisbert.

Esta idea ha hecho que la Comunidad de Madrid actúe con prudencia y haya optado por un sistema distinto al de otros territorios, que se centra en la generalización de la pizarra digital interactiva, un instrumento, según Gisbert, “de reconocido efecto que ha sido probado en países de nuestro entorno que llevan más años que nosotros desarrollándolo, y que no introduce en el aula ningún factor distorsionante porque es un elemento ya conocido que adquiere una nueva dimensión”. Además, esta generalización de las pizarras digitales va condicionada y vinculada a la formación previa del profesorado.

Soler, por su parte, recordó que “llevamos 20 años de experiencias previas, desde que surgió en el 90 el programa de nuevas tecnologías Pntic, que ya desarrollaba una serie de propuestas de contenidos digitales de carácter experimental, unido al Centro de Desarrollo Curricular, que elaboraba contenidos, ejemplos de unidades didácticas y de programaciones que fueran coherentes con el planteamiento general de currículo establecido”.

Para el responsable ministerial, “la pizarra digital es un elemento contrastado que funciona, nadie discute las ventajas que proporciona en el aula, pero sigue siendo una pizarra”. También resaltó que “la sustitución de los portátiles es inevitable, ya que no duran más de cuatro años”, pero, según Soler, “aunque haya que sustituir la herramienta individual, no habrá sido una inversión tirada, ya que el avance en banda ancha o en formación no son apuestas en el vacío”.

José Giráldez es coordinador TIC del Colegio Base, un centro privado madrileño que se sitúa a la vanguardia a nivel nacional en introducción de nuevas tecnologías. Él se muestra de acuerdo en que “la pizarra es el primer paso, porque es lo más cercano al profesor, pero no deja de ser una pizarra y es el mismo sistema: el profesor es el depositario de la información y los alumnos tienen que escucharlo”.

El ordenador, algo más
Giráldez es partidario de que los alumnos empiecen a adquirir destrezas digitales ya en Primaria. Para él “es cuestión de enseñarles a utilizar el ordenador como si estuvieran utilizando otra cosa en la vida, no sólo como una herramienta, sino como algo más que está alterando todo el proceso de aprendizaje”. “Y por eso vienen los problemas, replantearte la formación, las actividades en el aula y el currículo”, añade el coordinador del Colegio Base. Para Giráldez “si no te das cuenta de esto, entonces el ordenador seguirá siendo el vídeo, el retroproyector que se arrinconan en un sitio y se utilizan simplemente para soportar otras actividades”.

Aunque ante la pregunta de si sirven las TIC para aprender más, Giráldez da una respuesta negativa “si nos referimos a aprender más contenidos, ya que el proceso es más lento”. Pero, según Giráldez, “si lo que queremos decir es que las TIC sirven para aprender mejor los contenidos –y si definimos el aprender más como una integración mayor de los contenidos–, absolutamente sí”, aunque, a su juicio, “habría que cambiar unos currículos absolutamente librescos y dislocados, buscar materiales diferentes a los que hay actualmente”.

En este sentido, Soler hizo hincapié en que “los estudios que se han publicado hasta la fecha no demuestran que se produzcan cambios cualitativos ni significativos en el mayor aprendizaje del alumno”, aunque señaló que “estos informes se han realizado con colectivos reducidos y en condiciones experimentales”. Soler tiene claro que “los alumnos tienen que dominar la competencia digital”. Para él “saber utilizar las TIC es tan importante como saber leer, escribir, contar. ¿Cómo se consigue? Utilizándolas”. Pero sabe que “este objetivo implica también un cambio de concepción en el currículo escolar, lo que supone un proceso largo, y hasta que las editoriales no entren a fondo y tengan una buena plataforma digital, no conseguiremos que el profesorado se sienta cómodo utilizándolo”.

Prejuicios editoriales
Sin embargo, Jesús Pedreira, gerente del proyecto Educamos –una plataforma interactiva integral creada por Escuelas Católicas y SM– lamenta que “cuando se puso en marcha la digitalización de las aulas, empezó a prejuzgarse antes de tiempo al sector editorial, porque podíamos ser motor de inmovilismo, y no se nos dejaba un espacio para ser protagonistas de este gran cambio en la Educación”. De hecho, Pedreira cree que “se ha creado el estereotipo de que estamos interesados en frenar estos avances, lo cual causa una gran sorpresa cuando hay personas que se acercan a nosotros y descubren los grandes proyectos en los que estamos inmersos”.

El responsable del proyecto Educamos reivindica el protagonismo del sector editorial, “porque tenemos grandes profesionales en nuestras empresas que son especialistas en montar secuencias didácticas que ayudan al docente, que muchas veces no dispone de tiempo ni del conocimiento necesario, y que le lleven al éxito educativo”.

Pedreira también se muestra escéptico con la inmediatez de implantar las TIC en el aula. Él recomienda que “las experiencias sean controladas, ya que de otra forma jugamos con el aprendizaje de una generación”. Él cree que “hoy en España se están realizando en algunos sitios experiencias que pueden ser peligrosas porque no tienen en cuenta las transiciones cómodas para los responsables de estos procesos educativos”.

EL PAPEL DEL PROFESORADO EN EL AULA DIGITAL

  • “Parecía que era un buen profesor hace unos años, pero hoy soy cuestionado”. Es la experiencia personal de muchos docentes ante la implantación de las nuevas tecnologías en el aula. Para el gerente del proyecto Educamos, Jesús Pedreira, “la digitalización inmediata de las aulas está haciendo mucho daño al sistema educativo, porque hay personas muy valiosas a las que se les crea una incertidumbre y una sensación de incompetencia”. Pedreira asegura que “ahora los profesores se miran y no se reconocen, porque antes sabían que lo que estaban haciendo tenía consecuencias positivas, pero hoy no lo saben”.
  • Enrique Fernández, vicerrector de Ordenación Académica y Profesorado de la Universidad Camilo José Cela (UCJC), reivindica el papel de la universidad para ayudar a la formación del profesorado. Para él “no sólo es importante la formación del profesor y la capacidad de aprendizaje de los alumnos, sino la formación de los directivos que tienen que gestionar y que necesitan unos conocimientos de planificación estratégica para determinar lo que tienen que hacer en cada momento”.
  • Clara Mª Vizoso, directora de Tecnología Educativa de la UCJC, cree que “el problema es que los profesores no saben para qué sirve el ordenador en una clase”. Para ella, “el ordenador ayuda a motivar al alumno, lo que pasa es que también hay que motivar al profesor para que sea capaz de saber lo que tiene que hacer”. Según Vizoso, el sistema no ha cambiado tanto pedagógicamente, porque cuando un profesor es bueno, se las ingenia como sea para que el niño aprenda”.
  • Xavier Gisbert, director general de Mejora de la Calidad de la Enseñanza de la Comunidad de Madrid, cree que “poner en duda el papel del profesor vinculado a las TIC no es lo más adecuado”. Él es partidario de “mantener al profesor como transmisor del conocimiento, y al alumno como receptor” y considera “un elemento clave la formación del profesorado para garantizar el uso de estas herramientas, y unos conocimientos de gestión de esas herramientas y de estrategia para los equipos directivos”.
  • Para Miguel Soler, director general de FP del Ministerio, “la formación del profesorado debe ser constante, no consistente en unos cursitos”. Según su experiencia, “el profesorado se va animando más, va viendo que le resulta útil y va participando”. Soler asegura que “todos los profesores de 6º de Primaria, antes de incorporarse a clase, han participado en actividades de formación organizadas por las comunidades y por el Ministerio a través del Instituto de Tecnología Educativa (ITE)”. En total, “se han formado 75.000 profesores para 23.000 aulas digitales”.

REFLEXIONES SOBRE EL USO DE LAS TIC EN EL AULA

  • Xavier Gisbert, director general de Mejora de la Calidad de Madrid: "En la Comunidad de Madrid se ha optado por la introducción de pizarras digitales en todos los centros, vinculada a la formación del profesorado para garantizar su desarrollo y uso. Además, estamos llevando a cabo un proyecto piloto en 15 institutos de innovación tecnológica, con aulas digitalizadas, cada una con 30 ordenadores, con mayor acceso a los recursos tecnológicos, con un compromiso de formación del profesorado y donde el 30% del horario de ciertas asignaturas se tiene que impartir utilizando esos recursos. En este proyecto piloto hay unos objetivos marcados y habrá una evaluación final. El planteamiento de la Comunidad de Madrid está basado en la prudencia y el rigor, teniendo en cuenta la experiencia acumulada y los recursos económicos de los que disponemos y que hay que procurar siempre que tengan la máxima eficiencia y eficacia”.
  • Miguel Soler, director general de FP del Ministerio de Educación: "No es casualidad que en el programa Escuela 2.0 estén tanto el Ministerio como 15 comunidades autónomas, de distintos signos políticos. Los alumnos tienen que dominar la competencia digital, de igual forma que tienen que dominar la competencia lingüística. Tienen que saber utilizar las TIC del mismo modo que saben leer, escribir y contar. ¿Y cómo se consigue? Utilizándolas. La pizarra digital es un elemento contrastado que funciona, nadie discute sus ventajas en el aula, pero sigue siendo una pizarra. Los alumnos pueden adquirir la competencia digital no sólo con la pizarra, sino también a través de la conectividad en todas las aulas y del uso del portátil como herramienta ordinaria de trabajo, tanto en clase como en casa, lo cual les permite darse cuenta de que no sólo sirve para jugar o para chatear, sino para mejorar su aprendizaje en todas las áreas”.
  • Clara Mª Vizoso, directora de Tecnología Educativa de la UCJC: "La pizarra digital es maravillosa, pero no deja de ser una pizarra. Cada vez hay herramientas más sofisticadas. Y una de esas herramientas es el ordenador. El problema que yo veo es que los profesores no saben para qué sirve el ordenador en una clase. Es un error quitarle el portátil al niño, porque su vida es el ordenador. Y es, además, una forma de que el alumno esté más motivado. Y la realidad es que o motivas a tu alumno o poco se consigue. Lo que ocurre es que también hay que motivar al profesor para que sepa lo que tiene que hacer. Porque pedagógicamente el sistema no ha cambiado tanto, ya que cuando un profesor es bueno, se las ingenia como sea para que el niño aprenda. Y además, el docente cuenta con las simulaciones por ordenador para ayudarle en su clase. Aunque no haya ningún tipo de medida cualitativa, la intuición nos dice que el ordenador ayuda".
  • José Giráldez, coordinador TIC del Colegio Base: "Un ordenador no es un bolígrafo ni una pizarra digital. Proporciona algo más y genera otro tipo de concepción del aprendizaje. Mientras que el profesor tenga que actuar como elaborador de materiales, damos poco de nosotros porque no tenemos demasiado tiempo. ¿Sirven las TIC para aprender más? La pregunta debería ser qué significa aprender más. Si nos referimos a aprender más contenidos, desde luego no, porque el proceso es más lento que el tradicional. Si lo que queremos decir es que las nuevas tecnologías sirven para aprender mejor los contenidos –y en este caso definimos el aprender más como una integración mayor de los contenidos– entonces absolutamente sí. Sí que sirven para aprender mejor. Aunque habría que cambiar muchas cosas, unos currículos absolutamente librescos y dislocados y buscar materiales diferentes a los que hay actualmente”.
  • Jesús Pedreira, gerente del proyecto Educamos (Escuelas Católicas-SM): "Yo me paso el día visitando colegios y hablo con equipos directivos, y veo a grandes profesionales que están desencajados, que no entienden lo que está pasando, y son profesores muy buenos. Me sorprende que los equipos directivos, que se pasan todo el día en los colegios tomando decisiones, ahora tengan tal incapacidad para controlar estos temas sobre TIC, que los terminan delegando. Y, sin embargo, son temas estratégicos, con cargas dotacionales muy importantes. Pero vemos que funcionan sin grandes criterios ni certidumbres. Yo veo a docentes que dicen “parece que era un buen profesor hace unos años y hoy soy cuestionado”. Antes sabían que lo que estaban haciendo tenía consecuencias positivas, pero a día de hoy no lo saben. Hay que poner el acento no sólo en la gestión, sino también en el liderazgo. Hacen falta líderes dentro de las instituciones escolares".
  • Enrique Fernández, vicerrector de Ordenación Académica de la UCJC: "Bolonia plantea un cambio de paradigma que se centra en el aprendizaje colaborativo, en el uso de las tecnologías. Convierte al alumno en el centro de todo. Por lo tanto, o hacemos un esfuerzo brutal en formación del profesorado o el problema que tenemos es que los alumnos están muy por encima de las capacidades tecnológicas de los docentes. Y ya no sólo es importante para los docentes el conocimiento de las tecnologías, sino que también deben saber cómo gestionarlas. Por eso, nosotros, como universidad, hemos puesto en marcha programas de Postgrado y Máster dirigidos, sobre todo, a los equipos directivos, para que también se puedan formar como gestores en temas de tecnología, ya que necesitan unos conocimientos de planificación estratégica para determinar lo que tienen que hacer en cada momento que les surge un problema”.
0