Los alumnos del “José Mª Párraga” están seguros del afecto de sus padres
A través de un estudio realizado en el CEIP “José María Párraga” de El Palmar (Murcia), se pretende conocer el nivel de autoestima de una clase de 5º de Primaria, además de reflexionar sobre si otras variables, como el sexo del alumnado o la práctica de deporte federado u ocioso, pueden ejercer algún tipo de variación o influencia sobre la misma.
La clase estaba formada por 23 alumnos, 14 chicos y 9 chicas. En general, el alumnado tiene un buen rendimiento académico y comportamiento, no proceden de familias desestructuradas y todos practican deporte en mayor o menor medida, federado prácticamente la mitad de ellos.
La metodología seguida para la toma de datos consistió en pasar un cuestionario de 17 preguntas donde las respuestas muestran el grado de conformidad del encuestado con los siguientes valores:
- Muy de acuerdo = 4
- De acuerdo = 3
- En desacuerdo = 2
- Muy en desacuerdo = 1
Previamente a la contestación se registró el sexo del alumno y si hacían deporte federado y/o no federado. La práctica efectuada por casi la mitad –alrededor del 43%– de la muestra era el fútbol sala y muy de lejos le seguía el baloncesto –5 escolares–; luego figuraban otros deportes individuales como tenis, kárate, ciclismo, etc. Como dato de interés, señalar que todos los que están en clubes federados, salvo dos alumnos, realizan además deporte de forma ociosa.
En términos generales, la clase manifiesta una autoestima alta ya que de 4 puntos como máximo posible obtienen una media de 3,16, teniendo en cuenta que alguna pregunta es de cariz negativo y en realidad el resultado más favorable estaría en torno a 3,6 de media.
El hecho de que la muestra sea reducida y las características homogéneas del alumnado hacen que en los test no se aprecien diferencias significativas y, por tanto, no se puedan establecer resultados concluyentes o generalizables a mayores ámbitos. Pese a ello, la variable del sexo ha dado más juego en este sentido.
Toda la muestra reconoce y está segura del afecto de sus padres, obteniendo esta cuestión el valor más elevado.
Esta experiencia es un caso más que cuestiona la hipótesis de que los niños de hoy se quieren menos.
Variable de género
Entre chicos y chicas no existen unas diferencias abismales, aunque es verdad que difieren en algunas cuestiones como merecerse que lo quieran, ser valioso, hacerlo tan bien como el resto, ser estudioso, ser trabajador, quererse más que ahora y sentirse querido por los padres. Los niños están más de acuerdo con el enunciado de las premisas que sus compañeras de clase. Sin embargo, en las preguntas sobre cualidades humanas, cualidades físicas, valer bastante, satisfecho consigo mismo, no servir para nada, considerado valioso por el profesorado y ser responsable, ocurre lo exactamente contrario.
Ellos y ellas opinan lo mismo en sentirse orgulloso de uno mismo, considerarse inteligente y sentirse útil.
nnLas mayores diferencias se perciben en dos puntos. Las chicas abogan por sus buenas cualidades físicas –destrezas e imagen– mucho más que los chicos. Mientras que los alumnos son los que pondrían la mano en el fuego por sus padres en cuanto al cariño y afecto que consideran que les profesan.
Alberto Franco Fdez.
CEIP “José María Párraga” de El Palmar (Murcia)
