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“Me parece una barbaridad incentivar a los profesores en función de las notas”

La consejera sale al paso de la acusación de pretender que los profesores cobren más en función de las notas de sus alumnos. “Eso no puede ser porque hay que tener en cuenta la adquisición de competencias”, asegura.

José Mª de MoyaMartes, 1 de febrero de 2011
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La consejera de Educación repasa en esta larga entrevista algunos de los aspectos más importantes del sistema educativo de su región. El acuerdo para la Ley de Educación autonómica, la mejora en la tasa de titulación de alumnos en la ESO, los planes de mejora, etc. También deja espacio para la autocrítica. La responsable de Educación sabe de dónde parte su comunidad en nivel de estudios y en situación económica y tiene claro que la mejora de la Educación es la clave del progreso en todos los demás ámbitos.

¿En qué ha tenido que ceder el Gobierno extremeño para alcanzar acuerdo en torno a la Ley de Educación?
Había una voluntad inequívoca por parte de los parlamentarios de alcanzar un acuerdo sobre unos principios objetivos. Se alcanza ese acuerdo un año después, y a partir de ahí comienza un proceso de debate con toda la comunidad educativa y con toda la sociedad extremeña. Por tanto, nosotros no habíamos marcado ninguna línea roja, no habíamos establecido límites en la ley, sino que habíamos trasladado al texto articulado lo que la comunidad educativa y la sociedad extremeña habían decidido que debía ser la Ley de Educación. Aceptamos más de un 70% de las propuestas que hizo el PP.

¿Qué elementos eran importantes para el PP?
Pues el reconocimiento y preservación de la autoridad pública para los docentes, el que se destinara un 7% del PIB regional al gasto educativo, que los centros fueran gestionados por la Consejería de Educación y la libertad de elección de centro para las familias. Luego, se acordó destinar el 6% del PIB o al menos el 20% del presupuesto global de Educación y también se llegó al reconocimiento del profesorado de la Pública como autoridad. En el debate sobre el papel de la Pública y la Concertada reconozco que el Partido Popular cedió respecto a las pretensiones iniciales y finalmente llegamos a un ten con ten.

¿Eso lo diferencia del fallido Pacto nacional: no establecer líneas rojas?
Nosotros entendemos que la Concertada es complementaria de la Pública y no al revés, como algunos pretenden. Y esa complementariedad no significa ni simetría ni analogía de la Concertada respecto a la Pública. Pero hay cuestiones que se han producido en aras del consenso. Por ejemplo, que aquellos centros concertados que ofertan servicio de comedor escolar, tienen que tener derecho a una beca de comedor. La pobreza o el nivel de renta no entiende de libertad de elección de centro. O sea, en este sentido no era una gran concesión al Partido Popular sino una cuestión de justicia social, y se contempla, en el proyecto de ley, que los alumnos de la Concertada puedan ser beneficiarios de comedor escolar. Ahora serán los propios centros concertados los que decidan ofertar este servicio porque no es un derecho sino un servicio.

¿Pero la complementariedad la entendéis como equiparación, como decía la Logse?
Sí, pero yo creo que la LOE avanza considerablemente en el concepto que se tenía.

Yo he entendido siempre que no debe ser subsidiaria una de la otra. Tienen la misma dignidad.
La dignidad la tienen independientemente de las palabras, pero legalmente hablamos de complementariedad porque el matiz es importante. La administración pública es responsable de los centros públicos. Sin embargo, en los centros privados que luego pueden ser objeto de concierto, el titular no es la administración pública. Los titulares son personas privadas, empresas… Es decir, la finalidad pudiera ser distinta. Un centro concertado, una empresa, no se va a ubicar en una zona rural con escasa demanda, porque se rige por la ley de la oferta y la demanda, por la ley del mercado. Eso es entendible, pero la administración pública debe acudir a esa zona rural aunque haya poca demanda. Por tanto, si en los centros privados concertados se rigen por la libertad de creación, los centros públicos nos regimos por el principio de la compensación educativa y la equidad, y debemos acudir allí. Y esto es importante tratándose de una región como Extremadura, una región muy rural con una gran dispersión de población. Si se analiza dónde está ubicada la Concertada, mayoritariamente, de una forma abrumadora, está en las grandes ciudades. Sin embargo nosotros, la Administración pública, acudimos a esos pequeños rincones con poca demanda.

Si hubiera una zona con un número suficiente de familias que demandasen la Concertada, del tipo que sea, ¿la Administración atendería ese deseo?
Es más, nosotros tenemos algún pequeñísimo municipio en el que históricamente hubo un centro religioso que pasó a ser cooperativa y tenemos un centro público cerrado. Pero hay otra realidad en Extremadura, y es la bajada de alumnado. Ha habido un proceso migratorio de las zonas rurales a las urbanas. En algunos casos esta demanda se ha producido de un año para otro, sin capacidad de reacción por parte de la Administración para crear puestos escolares en la Pública, lo que nos ha llevado a tener que concertar unidades en centros privados. Además, hemos establecido que un centro con menos de siete alumnos debe echar el cierre. No sólo es una cuestión de optimización de recursos, que lo es, lo reconozco, sino también de socialización.

¿Tanto para la Concertada como en la Pública?
Lo cierto es que se han cerrado más en la Pública que en la Concertada.

¿Qué quiere decir que “no estamos a favor de la Concertada a demanda”, como dice la portavoz socialista Cándida Martínez?
Se ha estado especulando sobre que alguna organización quería garantizar el concierto de unidades independientemente de la oferta de puestos escolares de todo el servicio público. Yo creo que debe haber un equilibrio de los puestos de la Pública y de los puestos sostenidos con fondos públicos.

Lo de mantener a priori equilibrios yo nunca lo he entendido muy bien…
En una población donde la oferta en la Concertada sea de 100, y haya una demanda de 200, ¿cómo compatibilizamos la demanda con la oferta? ¿Creamos cientos de puestos escolares más en la Concertada? ¿Y si no hay espacio para crear esos 100? Aunque los padres quieran elegir sólo ese centro, que además es concertado. Es un problema tan sencillo como que no hay posibilidad física de ampliar.

En otro orden de cosas, ¿qué financiación prevé la Ley de Educación?
En la ley se contempla que cuando entre en vigor, en el ejercicio presupuestario siguiente, se consignará el 6% del PIB y el 20% del presupuesto global a Educación. Con lo cual, entiendo que esta coyuntura complicada es buenísima, entre otras cosas porque invertir en Educación es invertir en la salida de la crisis económica. Yo creo que aunque el presupuesto de la Consejería de Educación, también lo reconozco, ha bajado este año, hemos procurado que baje en aquellas cuestiones que no afectan a la prestación de un servicio educativo de calidad. Las cuestiones que hacen que nuestro modelo educativo vaya avanzando deben ser intocables y nosotros, desde luego, esas no las hemos tocado.

En fracaso escolar, según los datos de 2008, estáis por debajo de la media nacional (que es de un 28,5%) con un 27,8%.
Yo creo que ahora que se está cuestionando el Estado de las autonomías, para Extremadura, el haber recibido las transferencias en Educación ha sido un logro. Un mérito que ha sido de todos pero fundamentalmente del profesorado. Tenemos un profesorado con un enorme grado de profesionalidad, un altísimo compromiso, que han sido conscientes del enorme esfuerzo que tenía que hacer Extremadura para ir mejorando y por eso en el año 2000 superamos esa barrera psicológica de la tasa adulta de graduados en Secundaria por encima de la media nacional.

Y de un año para otro bajáis 5,1 puntos...
A pesar de la crisis hemos puesto en marcha algunos programas que consideramos que han dado muy buenos resultados. Cuando vosotros en vuestro periódico analizáis el eje del fracaso escolar, se ve clarísimamente que no sólo depende de factores educativos. Hay otros factores como la estructura productiva y, en nuestro caso, también el nivel de formación de muchos padres. Haber acabado con esa losa ha sido una remontada que no sé si calificarla como espectacular, pero desde luego que ha sido intensa e importante.

¿Cree que incentivar económicamente a los profesores sirve para aumentar la tasa de titulación?
Ah no, eso me parece una barbaridad. Lo digo porque vi un titular en la prensa regional que decía que nosotros íbamos a pagar mejor a los profesores en función de aquellos alumnos que tengan mejores notas. En absoluto. Es decir, no queremos que los profesores que tengan un grupo de alumnos con mejores notas, cobren más. Eso no puede ser, porque obviando la cuestión de los resultados académicos, los datos fríos de los resultados, hay que tener en cuenta el nivel de adquisición de competencias. Pero sí hemos optado por la puesta en marcha de un programa específico de refuerzo en horario de tarde. Los resultados están siendo increíbles. Un profesor implicado, que innova, que investiga… Eso es lo que debe ser reconocido.

¿Y qué te parecen las becas salario para mantener a los alumnos estudiando?
Nosotros no hemos contemplado que haya ninguna medida de estas características, aunque entiendo que puedan ser positivas.

¿Es cierto que seguís muy de cerca los planes de éxito que se están haciendo en Castilla y León?
Sí bueno, pero Castilla y León empezó después que Extremadura. Además, ellos en verano mantienen este refuerzo. Yo sigo muy de cerca lo que hace esta comunidad porque tienen algunas similitudes y también muchas diferencias.

¿Por qué no os habéis presentado a PISA?
No es por temor a los resultados, no tenemos ningún recelo. De hecho participamos en otras evaluaciones internacionales también promovidas por la OCDE. Pero consideramos que con la evaluación de diagnóstico tenemos suficientes elementos de juicio para saber cuál es el nivel competencial de nuestros alumnos. Ahora, dicho esto, en las negociaciones con el PP acordamos participar en evaluaciones nacionales e internacionales. No hay ningún inconveniente en participar en PISA, pero tengo la sensación de que se ha convertido en una evaluación excesivamente sacralizada e idealizada. Se ha convertido en un elemento de confrontación partidista brutal. Si sólo sirve para decir lo mal que vamos y que unos a otros se hagan reproches políticos no tiene ningún valor. Lo mismo digo con la evaluación de diagnóstico, tanto a nivel autonómico como a nivel nacional. Nosotros tenemos que mostrar nuestra satisfacción porque estamos en el promedio de comunidades autónomas. Y, sobre todo, nos hemos puesto manos a la obra y le hemos dicho a los centros que tienen que revisar su plan de mejora. De todas maneras, ahora con la evaluación de 6º de Primaria vamos a saturar los centros de evaluaciones…

Ahora que el Estado ha empezado a evaluar, no tiene sentido seguir en PISA.
Es que hemos pasado de no evaluar a saturar los centros de evaluaciones de diagnóstico.

Creo que los únicos países que tienen un problema con PISA parecido al nuestro son Italia y Canadá.
La comparativa entre comunidades autónomas y países es un disparate. Si volviéramos sobre nuestros pasos y nos centráramos en la evaluación de diagnóstico, sería suficiente y aunque los medios de comunicación tengáis pasión por los datos cuantitativos, tenemos que preocuparnos también de quién emite esos datos.

Siempre es mejor un mal dato que ninguno. Si no hay datos eso sí que es el régimen de la impunidad.
Sí, sí. Además yo creo en la presentación de los resultados. Queremos que la sociedad sepa cómo está Extremadura en las competencias que ha evaluado, pero sobre todo queremos que lo sepan los centros. Nosotros lo que nunca vamos a hacer es un ranking de centros porque no sirve absolutamente para nada. Eso tampoco lo compartimos.

Pero la familia tiene derecho a saber cómo es la situación de su centro…
Pero es que la familia lo sabe. Sabe cómo es la situación, porque el centro tiene que informar de los datos, no sólo de los de su hijo, sino de los del centro. Lo que no me parece bien es que el de al lado, que normalmente suele tener prejuicios con determinados centros, sepa que este está el primero, este el segundo, este el tercero, este el cuarto, etc. Qué interés puede tener la Administración en dar a conocer unos datos, que además, son muy fríos.

Pero yo creo que todo lo que sea transparencia es bueno, porque además la gente sabe, no es estúpida. Yo creo que el posible perjuicio que se podría ocasionar es mucho menor que el gran beneficio que supone que las familias sepan.
Pero, por ejemplo, de un pueblo donde sólo hay un centro les da igual cuál es mejor y peor de 15 centros que haya en Cáceres. ¿No es más interesante que la familia sepa, respecto a la media, cómo está su centro? Una de las cosas que decía PISA es que las diferencias no dependen tanto de los centros, de los entornos, sino que se dan entre los alumnos del propio centro. Yo creo que hay que centrarse en la autonomía de los centros para tomar decisiones y corresponsabilizarse de los resultados.

¿Se puede hacer algo de autocrítica en lo que habéis hecho?
Hombre, yo creo que la autocrítica es el ejercicio más necesario que tienen que hacer los políticos, y en Educación no podemos hacerlo todos los días, pero después de un tiempo hay que analizar lo que se ha hecho.

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