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Barreda da instrucciones a la Consejería de Educación para que el calendario escolar vuelva a recoger la denominación de "vacaciones de Semana Santa"

Martes, 22 de marzo de 2011
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El presidente de Castilla-La Mancha, que como cada año asistió a la presentación del cartel de la Semana Santa ciudadrealeña, destacó el “sentido profundo” de una celebración “religiosa y evocadora” a la que, como cofrade, se siente muy unido. Asimismo, hizo referencia al edificio del antiguo colegio Ferroviario y explicó que, a pesar de las muchas ofertas de adquisición presentadas al Gobierno regional, que podía haber destinado este edificio a otros usos, desde un principio pensó en dedicarlo a un deseo “inmensamente mayoritario” de los ciudadanos de Ciudad Real y de la Asociación de Cofradías, que era poder hacer un Museo dedicado a la Semana Santa.

El presidente de Castilla-La Mancha, José María Barreda, ha dado instrucciones para que el calendario escolar vuelva a recoger la denominación de "vacaciones de Semana Santa", que es como todos los ciudadanos conocen este periodo, y no "descanso entre segundo y tercer trimestre", como figura en el calendario actual.

El presidente aseguró que le gusta que a las cosas se les llame por su nombre y consideró que el cambio de denominación es innecesario, según afirmó en la presentación del cartel y programa de mano de la Semana Santa ciudadrealeña, a la que acude cada año.

Durante su intervención, el jefe del Ejecutivo autónomo resaltó el “sentido profundo” de la Semana Santa, una celebración religiosa que, dijo, “así debe seguir siendo porque es lo que le da contenido”. Barreda resaltó además el carácter evocador de esta celebración a la que, como cofrade, siempre se ha sentido muy unido.

Para Barreda, se trata de una tradición con la que afloran recuerdos y experiencias que nos han marcado y que siguen influyendo en nuestra concepción del mundo y de la vida.

El jefe del Ejecutivo autónomo afirmó que si siempre es importante mantener nuestras raíces y señas de identidad, tal vez ahora, en un contexto de mundialización, cuando las comunicaciones son muy rápidas, “es más importante que nunca ser más auténticos, más nuestros”, pero no como rechazo a los otros, sino “como una muestra de la diversidad y de nuestras propias características a las que no estamos dispuestos a renunciar”.

En este sentido consideró que ambas cosas son perfectamente compatibles pues es una forma de enriquecer al conjunto de la sociedad, y deseó que este año todas las procesiones puedan desfilar y que puedan ser contempladas por toda la sociedad.

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