Chenoa ejerce de embajadora en un IES premiado por su labor de integración
En el “Guadarrama” la población extranjera supone un 16% de su alumnado. Para facilitar su integración se puso en marcha hace dos años el proyecto Patio, que consiste en la realización de talleres, actividades y juegos de todo tipo durante la hora del recreo para facilitar la integración de los chicos.
La fundación ha visto en esta iniciativa no sólo la ayuda que supone para los extranjeros, sino también para todos los alumnos que encuentran, gracias al ajedrez, el canto, la cocina o el inglés, una oportunidad para relacionarse con sus compañeros.
Mucho en común
La designación de Chenoa como embajadora –cargo que ha ejercido de manera desinteresada– no es casual. “Siento empatía por el inmigrante. Yo nací en Mar del Plata (Argentina) y llegué a Palma de Mallorca con 8 años. Fue difícil entrar en el cole. Al principio yo sólo quería que me aceptaran. Estar en un sitio que no es donde has nacido es duro”, recordó. Cuando ella llegó aquí no se encontró con ningún proyecto Patio que ayudara a su integración. Por todo esto aplaudió la iniciativa de los chicos del “Guadarrama”, que asistieron al evento con una camiseta con el lema impreso La integración requiere igualdad de oportunidades en la Educación.
La alcaldesa de la localidad, María Pérez del Molino, y la artista fueron testigos de la presentación del proyecto solidario por parte de dos jóvenes del centro. Posteriormente, Chenoa interpretó sus temas Rutinas y Todo irá bien. Entonces llegó el turno de preguntas. La cantante dio vía libre a los chicos para que la interrogaran sobre lo que quisieran. Hubo de todo, desde sus orígenes en el mundo de la música hasta su equipo de fútbol. Incluso cuando un alumno bromeó sobre David Bisbal, la artista siguió con el juego poniendo las cosas en su sitio.
Chenoa dejó claro que tiene carácter y que se le dan bien los chavales. No en vano estudió FP en Educación Infantil. De aquella época dice que le queda todo, porque “soy muy madre”. En cuanto al carácter, afirma que se le forjó en aquellos años del cambio de país, “lo que más me costó fue irme; no entendía el porqué. Después creces y comprendes que tus padres que-
rían darte algo mejor”. Chenoa sigue amando la tierra argentina y en su casa mantienen viva su lengua y costumbres.
