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¿Máster o MIR? El dilema para la mejor formación del profesorado en el siglo XXI

Los expertos llegan a la conclusión de que, ya sea a través del Máster o del MIR, lo importante es generar una identidad de profesor que sea capaz de trabajar en equipo.

Adrián ArcosJueves, 19 de mayo de 2011
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Mesa redonda organizada por MAGISTERIO el pasado 29 de marzo. (Foto: Jorge Zorrilla)

El pasado mes de noviembre, el vicepresidente primero del Gobierno, Alfredo Pérez Rubalcaba, planteó la posibilidad de poner en marcha un “MIR educativo” para el profesorado, es decir, un sistema de formación de especialistas docentes como el que existe actualmente en la sanidad, ya que, según indicó, “el sistema educativo español va a tener que contratar a 200.000 profesores para el año 2020”. ¿Qué sentido tiene lanzar la idea de este MIR cuando prácticamente acaba de implantarse el nuevo Máster de Secundaria? ¿Va a ser mejor que el Máster? A estas preguntas, entre otras muchas, intentaron responder los expertos reunidos en la mesa redonda organizada por MAGISTERIO el pasado 29 de marzo, y que llevaba como título En busca el nuevo profesor.

Para Honorio Vega, responsable del Sindicato de Profesores de Enseñanza Secundaria (SPES), “son tres los objetivos fundamentales del Máster: la formación en el idioma, la mejora de las prácticas y la adquisición de las destrezas pedagógicas necesarias”. Vega recuerda que “el CAP era demasiado corto, tenía una parte práctica casi inexistente y el número de créditos era mínimo”, aunque apuntó como inconvenientes del Máster “el tiempo y dinero que les puede suponer a los estudiantes”.

Sin embargo, fue Manuel Hernández, responsable de Educación de UPyD, el que se mostró más tajante. Él entiende que “había un rechazo claro al CAP, y una insatisfacción y escepticismo absoluto”, pero no le parece que “aumentar cuantitativamente un Máster a base de créditos sea la solución más adecuada”. Hernández se mostró partidario de “un cambio de sistema en el que se reivindique al profesor como el formador de formadores y que sean los centros docentes los lugares fundamentales de formación”.

Por este motivo Hernández defiende “un sistema inspirado en el MIR en el que haya una prueba selectiva que evalúe fundamentalmente la formación académica y posteriormente la formación didáctica, que se realice en los propios centros durante dos o tres años, con un plan de formación dirigido por unos profesores tutores y con unas áreas complementarias de formación teórica en psicología y pedagogía”. El responsable de UPyD cree que “las prácticas no tienen que basarse en la idea de aplicar lo que se ha aprendido, sino que deben suponer directamente la incorporación con una especie de alumno interno, de igual manera que se forma en los centros de salud”.

Un profesional colectivo
Jorge Torres, director del Departamento de Educación de la Universidad de Comillas, advierte de que “al final el profesional de la Educación es un profesional colectivo, no solitario, por lo que hay que trabajar desde esa perspectiva en la organización de los centros y en la formación”. Para Torres “hay que generar espacios donde se defina una identidad de profesor, y si esto no se produce el profesional estará trabajando en un lugar que no entiende como su contexto de realización profesional”. Por este motivo, el responsable de la Universidad de Comillas se muestra preocupado porque “la dinámica en el aula sea muchas veces muy solitaria, no haya una labor de departamento y de acogida de alguien que lleve muchos años y trabaje con el nuevo profesor”.

Según Honorio Vega, “en primer lugar, habría que definir el objetivo del MIR, ya que si se pone en marcha para abaratar costes quedaría absolutamente descartado, pero si se hace para seleccionar a los mejores, podríamos encontrar un cauce para definir el modelo de profesor que queremos, de manera que fuera estable en el tiempo y se identificase a esa persona”. Para Vega, “habría que marcar el número de años del MIR y se podría eliminar el Máster, de manera que el profesional de Grado o Postgrado hiciera unas pruebas, trabajara durante unos años especializándose, con una remuneración adecuada, y si da la talla pasa adelante, y si no, se va fuera del sistema”.

El “difícil desempeño”
Por su parte, Beatriz López, responsable del Departamento de Lenguas Aplicadas de la Universidad Nebrija, se muestra preocupada por el “puesto de difícil desempeño que actualmente existe en la Secundaria y que, tanto MIR como Máster, deberían de atajar, ya que el nuevo profesor tiene que enfrentarse a un sistema donde las familias no cooperan, con unas capacidades de esfuerzo que están anuladas, donde el éxito se adquiere también de forma rápida y fácil, y con unas altas tasas de abandono y fracaso.

Para Carmen Alba, vicedecana de Investigación de la Facultad de Educación de la Universidad Complutense de Madrid (UCM), “la formación pedagógica tiene que ser buena, adquirida en una primera etapa de varios años, para finalmente pasar un tiempo como profesores acompañados, y así no se les deja aterrizar en un aula de difícil desempeño, en un lugar remoto y solos”. Alba cree que hay que reivindicar “la identidad del profesor”, es decir, “ser un buen profesional, que no lo sufran como algo peyorativo, asumir que tienen un rol fantástico como educadores, y que eso se ejerce desde la biología, filosofía o las matemáticas”.

Alba considera “fundamental “la formación continua en equipo dentro de los centros, donde existan planes de evaluación y mejora en los que participen todos los docentes, y entre todos creen un modelo de acuerdo a sus necesidades”. “La competencia de ser capaces de gestionar aulas, participar en proyectos de centro y trabajar en equipo es una de las claves que les hace sobrevivir y poder llevar adelante un proyecto educativo que es de todo un centro”, manifiesta la vicedecana de la UCM.

Una gran oportunidad
Alba destacó también que “esa capacidad de trabajar en equipo es muy defendida en la adaptación a Bolonia”. Precisamente, sobre la reforma de Bolonia todos los invitados la consideraron “una gran oportunidad”. Para Miguel Julián, coordinador del Grado de Magisterio de la Fundación Universitaria San Pablo CEU, “el Plan de Bolonia nos ha obligado a todos los profesores de universidad a revisar cómo enseñábamos –algo a lo que somos muy reticentes–, a repensar cómo nos encontramos desde el punto de vista pedagógico y didáctico”.

Carmen Alba cree que “Bolonia está suponiendo una reivindicación de lo pedagógico, y hace que la universidad también tenga que hablar de lo pedagógico, porque la formación del profesorado la hacíamos desde los modelos academicistas, basados sobre todo en la transmisión del conocimiento”. Para ella “supone una oportunidad de enriquecer los métodos de enseñanza dentro de la universidad”.

Manuel Hernández destacó que “el objetivo de Bolonia era la creación del Espacio Europeo de Educación Superior (EEES), ya que teníamos sistemas inconmesurables, y ahora se implanta una unidad de medida”. Hernández considera que “la introducción al EEES y el hecho de que la unidad de medida sea el trabajo global del alumno, nos ha obligado a los profesores a organizar más racionalmente la enseñanza de cada materia y la planificación de las enseñanzas de forma global”.

Sin embargo, el responsable de UPyD recordó que “el peligro de la Logse es que quiso realizar una reforma pedagógica a la vez en todos los centros y en todas las disciplinas y eso tiende a intentar imponer un determinado modelo pedagógico”. Para Hernández “no conviene hacer este tipo de reformas a la vez, de manera uniforme y con una élite que establece cuál es el modelo de profesor ideal, cuando realmente no es el mismo para unas disciplinas que para otras”. Él cree que “no es positivo para la formación de los estudiantes tener profesores uniformes, ya que a veces el nuevo profesor no se define con respecto al que realmente existe sino con una caricatura del viejo profesor, que es fácil mejorar siempre”.

Un trabajo de tutor de prácticas sin ningún tipo de reconocimiento

  • Aunque todos los asistentes a la mesa redonda enumeraron los beneficios de la reforma que conlleva Bolonia para la universidad, también apareció un punto negativo que parece bastante grave y que tiene que ver con las prácticas.
  • Como indicó Fernando Pérez, coordinador del Grado de Magisterio de la Universidad Alfonso X El Sabio, “dentro de su autonomía, las universidades tenían capacidad para hacer sus propios planes de estudio”. Sin embargo, “ahora cuando una universidad intenta elaborar sus propios planes se encuentra con la Agencia Nacional de Evaluación de la Calidad y Acreditación (Aneca) que se lo deniega y le obliga a reproducir lo que ellos quieren o entienden”.
  • Pero lo más grave que señaló Pérez fue que “a la hora de formar a los futuros maestros, no disponemos de centros acreditados para hacer las prácticas, ya que los propios centros no quieren ser centros de prácticas”. Según Pérez “los profesores no quieren ser tutores de prácticas, ni se les ha formado para ello, y de golpe las comunidades están improvisando, por ejemplo Madrid que a toda prisa está viendo de dónde saca los centros autorizados de prácticas y de dónde saca los tutores”.
  • Carmen Alba, vicedecana de Investigación de la Facultad de Educación de la Universidad Complutense de Madrid (UCM), apuntó también: “ese trabajo de tutor de prácticas no tiene ningún tipo de reconocimiento por parte de la Comunidad de Madrid, al igual que ocurre en otras comunidades autónomas”. Para Alba, supone “un esfuerzo para ellos de acompañar a un alumno, realizar un plan de trabajo, de seguimiento e información que luego no tiene ningún tipo de reconocimiento”. La responsable de la UCM explica que “este año nos hemos encontrado con las dificultades de los centros que en esas condiciones piden voluntarismo, pero nosotros necesitamos que hagan un trabajo profesional”. Ante esta tesitura, desde la UCM se han tenido que “inventar una figura para darles un reconocimiento desde la universidad, aunque sea honorífico, ya que la Comunidad no les reconoce nada, ni siquiera unas horas ni medio crédito”, aunque Carmen Alba reconoce que “hacer un trabajo ad honorem cuando les pedimos un trabajo profesional, provoca bastante reticencias”.

 

Carmen Alba
Universidad Complutense
“Formación de corta duración para entrar al mundo laboral”
La vicedecana de Investigación de la Facultad de Educación de la Universidad Complutense de Madrid (UCM), Carmen Alba, manifiesta que “viendo a los estudiantes, hay una gran motivación que tiene que ver con la situación de crisis y la amenaza del posible paro”. Según Alba, “los jóvenes tienen claro que cuentan con la posibilidad de ser funcionarios y saben que es una formación de corta duración que permite el acceso al mundo laboral”. La vicedecana de la UCM considera que “la Educación Infantil y Primaria son muy vocacionales, mientras que en Educación Física muchos son aspirantes a INEF que no han podido acceder a las escuelas y optan entonces por la docencia”.

Jorge Torres Lucas
Universidad de Comillas
“Este sistema debe tener evaluadores buenos”
Jorge Torres, director del Departamento de Educación de la Universidad de Comillas, considera que “Bolonia ha producido una nivelación de los titulados de Magisterio con el resto de titulaciones universitarias, lo que permite el acceso en igualdad de oportunidades”. Torres considera que “un Máster oficial para formar a profesores de Secundaria es un valor en sí mismo y es una mejora histórica”. El problema, a su juicio, es que “nos hemos incorporado a un sistema de formación por competencias y no sabemos, son los de FP los únicos que lo han hecho”. Torres también cree que “un sistema que se basa en la evaluación de lo que hacemos debe tener unos evaluadores buenos”.

Manuel Hernández
Responsable Educación UPyD
“Teníamos como referentes a nuestros propios profesores”
El responsable de Educación de UPyD, Manuel Hernández, cree que “estudiar algo que te guste, que se te dé bien, y dedicarte a enseñar y transmitir tus conocimientos y que te paguen por ello, es una vida privilegiada”. Hernández recuerda que en su generación “teníamos como referentes a nuestros propios profesores, que nos habían descubierto la poesía de vanguardia, o que nos habían enseñado a interesarnos por la Grecia clásica, que realmente influyeron en nuestras vidas y nos enseñaron a disfrutar aprendiendo”, pero reconoce que “hoy día la gran frustración es que no se dan en los institutos las condiciones para hacer tú por los demás lo que otros hicieron por ti”.

Fernando Pérez
Universidad Alfonso X el Sabio
“El grado debería posibilitar una formación mejor”
Para Fernando Pérez, coordinador del Grado de Magisterio de la Universidad Alfonso X el Sabio, “la reforma de Bolonia debe considerarse como una oportunidad para detectar aspectos positivos”. Él considera que “los grados de cuatro años deberían posibilitar una formación mejor del maestro, y sin duda van a suponer una mayor consideración social”. Según Pérez, “el antiguo diplomado desaparece, viene el grado y la propia sociedad empezará a equiparar la licenciatura y la diplomatura, ya que cuatro años frente a tres son una oportunidad para mejorar la formación inicial”. Además, “el grado abre a los maestros una posibilidad para acceder vía Máster a Secundaria”.

Miguel Julián
Coordinador Magisterio CEU
“Hay que formar a maestros, gente que vive lo que enseña”
Miguel Julián, coordinador del Grado de Magisterio del CEU, cree que “los maestros son muy necesarios en la crisis de Educación y de la sociedad actual, donde el objetivo no es formar graduados en Educación Infantil y Primaria, sino formar maestros, alguien que vive lo que enseña; que no sólo transmite conocimientos, sino que también enseña a pensar; que no sólo describe obras de arte sino que despierta el amor por la belleza; que no sólo pone piezas de música, sino que enseña a disfrutar de la música; que no sólo proyecta una película, sino que enseña a interpretar el lenguaje cinematográfico”. Para Julián, supone “formar personas capaces de construirse a sí mismos con la perspectiva de la sociedad real en la que estamos”.

Beatriz López Medina
Universidad Nebrija
“Más que nunca, la figura del profesor debe ser reconocida”
La responsable del Departamento de Lenguas Aplicadas de la Universidad Nebrija, Beatriz López Medina, manifiesta que “en una crisis de valores, social y económica como la actual, más que nunca la figura del profesor tiene que estar reconocida”. De cara a la Secundaria, y con todos los problemas que tiene esta etapa, ella cree que “verdaderamente es muy difícil que la gente quiera ser profesor si no hay un grado de vocación significativo”. Medina también destaca que “la idea del maestro no se termina en la etapa universitaria, sino que continúa a través del aprendizaje a lo largo de toda la vida”. Para ella, “la formación permanente es básica para el profesor, ya que conforma la figura de esa persona que te guía a lo largo de la vida”.

Honorio Vega
Presidente del sindicato SPES
“Devolvería el primer ciclo de la ESO a los centros de Primaria”
“¿El profesor está preparado para reconducir el sistema educativo español y sacarlo de la cola?” Es la pregunta que se hace Honorio Vega, presidente del Sindicato de Profesores de Enseñanza Secundaria (SPES). Vega recuerda que “la Secundaria es la etapa que más problemas tiene en España y donde peores resultados se obtienen, como ponen de manifiesto todos los indicadores internos y externos, y especialmente el Informe PISA”.

Honorio Vega explica que “el problema de la Secundaria arranca con la Logse y con la mezcla de cuerpos que se produce, porque hasta 1990 estaban definidos los diferentes niveles educativos (EGB, Bachillerato y FP), y el perfil del profesorado anexo a esos niveles”. En este sentido, recuerda que “la Logse unificó los Cuerpos de Secundaria e incluso incorporó también a los institutos a profesores del Cuerpo de EGB, por lo que dio por sentado que todo el mundo tenía la misma preparación y seguía el mismo método para enseñar”. Para Vega “esto ha tenido unos resultados negativos y que todavía arrastramos, porque las diferentes comunidades siguen produciendo esa mezcla”.

Vega advierte de que “20 años después de poner en marcha la Logse, nos encontramos que en la primera etapa de la ESO siguen incorporándose profesores de Primara”. Él, que se muestra favorable a devolver el primer ciclo de la ESO a los centros de Primaria, cree que “el sistema debe replantearse para que, en función de nivel educativo que se vaya a impartir, los profesores tengan una determina formación tanto académica como pedagógica”.

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