España va a recibir grandes dosis de felicidad desde Xai-Xai

La Fundación Khanimambo lleva cuatro años trabajando en Xai-Xai (Mozambique) para ayudar a mejorar la calidad de vida de los niños que viven allí.

Mai MonteroMartes, 8 de noviembre de 2011
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Gracias a la colaboración de los cooperantes,las donaciones y el entusiasmo con el que los habitantes acogieron esta propuesta, todo la población menuda ha mejorado su formación académica así como su estado de salud.

La nueva campaña, Déjate ayudar, consiste en que más de 200 niños de esta castigada ciudad de África se han comprometido a enviar dibujos, manualidades y otros donativos de felicidad a los españoles que necesiten tener un momento de alegría en sus vidas.

Los asistentes a la presentación de esta iniciativa en Madrid recibieron como primicia un vídeo rodado en Mozambique por la realizadora Belén Gayán, en colaboración con la productora Agosto, y que tuvo a los niños de Xai-Xai como protagonistas; este documento audiovisual consiste en un mensaje de felicidad que los niños mandan a los españoles para alegrar su día. También se realizó una conexión en directo con los pequeños y el equipo de la Fundación en Mozambique.

Alexia Vieria, fundadora de Khanimambo, se mostró entusiasmada por los logros conseguidos y repasó algunas de las historias de los protagonistas del vídeo:”Khanimambo ha conseguido devolver la sonrisa y las ganas de jugar a cientos de niños cuya trágica historia vital no les dejaba tiempo ni ganas para sonreír. Ahora queremos seguir creciendo y poder ayudar a muchos más niños y a sus familias”, afirmó.

No importa el idioma
Khanimambo significa gracias en shangana, una lengua ancestral del sur de Mozambique. Esta palabra, que tiene el mismo significado para todo el mundo, es la que utilizan los niños para agradecer toda la ayuda que han recibido. Mozambique es uno de los países con el Índice de Desarrollo Humano más bajo. La esperanza media de vida está en 47,8 años y de los 22.383.000 habitantes que residen en este país la mitad tiene menos de 18 años, según datos de Unicef.

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