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“Ni PP ni PSOE han avanzado en Educación al ritmo necesario”

Ferrer resta importancia a la polémica mediática en torno al posible “maquillaje” de datos catalanes en el Informe PISA y destaca otros aspectos de su estudio, como la integración.

Noelia RamírezViernes, 9 de diciembre de 2011
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La polémica saltó a la palestra mediante las cabeceras de varios diarios a finales de octubre. Según los medios, el estudio PISA-2009: Evaluación de las desigualdades educativas en Cataluña de la Fundación Bofill, alertaba de que Cataluña mejoraba los resultados porque se habían obviado a repetidores e hijos de familias inmigrantes. Fue una semana polémica en la que la OCDE tuvo que intervenir y asegurar que la desviación porcentual catalana era una acción que muchos países llevaban a cabo. Tras la polémica, el profesor Ferran Ferrer, director del estudio, asegura que este aspecto técnico no fue el de mayor relevancia y analiza la realidad educativa con MAGISTERIO.

¿Maquilló Cataluña los datos del Informe PISA para obtener mejor resultado?
En nuestro informe en ningún momento señalamos que se hubieran maquillado los resultados, dado que no tenemos evidencias de que ello se hiciera. Lo único que podemos constatar es que en la muestra de Cataluña hubo un porcentaje total de exclusión superior al 5%, límite que la OCDE establece para los estándares de calidad en su informe oficial. En el caso de Cataluña fue del 5,97%, incluyendo tanto aquellos que fueron excluidos por motivos de bajo nivel de comprensión de la lengua del test, como a aquellos que pertenecían a determinados colectivos de Educación Especial, tal y como recoge el informe técnico de la OCDE recientemente publicado para el PISA 2009. Ello no supone, en ningún caso, falta de representatividad de la muestra, ni que los resultados no fueran válidos y comparables. Si se hubiera producido esta situación ya no hubiéramos realizado la explotación de los datos y el posterior informe. De hecho, en algún otro caso también se superó esta cifra del 5%, como por ejemplo en Estados Unidos, y la OCDE validó la muestra al igual que Cataluña.

¿Qué resultado podría haber obtenido si no se hubiesen desviado porcentajes?
No podemos saber el resultado que se hubiera obtenido si la tasa de exclusión fuese menor. En la muestra de PISA se pondera el peso de cada estudiante y, por tanto, no podemos inferir qué peso tendría cada uno de los excluidos .

¿Cómo reaccionó ante la información de la OCDE en la que afirmaba, después de presentar su informe, que la práctica catalana de infrarrepresentar a inmigrantes y repetidores estaba extendida en muchos países?
Desconozco la afirmación exacta de la OCDE sobre esta cuestión, pero en el proceso de selección de la muestra se siguen criterios estadísticos rigurosos que obligan a señalar los motivos por los cuales se excluyen a determinados estudiantes.

¿Qué opina de la investigación que ha abierto la Conselleria de Ensenyament?
De hecho la Conselleria sólo ha señalado que analizará el informe al completo. Esta iniciativa nos parece perfecta, pues se trata de que el análisis que hemos llevado a cabo nosotros, junto con las aportaciones de otros investigadores, sirva para hacer un mejor diagnóstico de la situación de la Educación en Cataluña y para tomar medidas de mejora en consonancia con ese diagnóstico.

Después de toda la polémica suscitada por el informe, ¿qué balance hace?
Nos hubiera gustado que esta cuestión de la muestra hubiese tenido sólo el carácter de nota técnica y que, en cambio, se hubiera puesto más énfasis en otras conclusiones más interesantes del informe y que son novedosas para PISA en Cataluña, así como para el resto de comunidades autónomas.

Aquí tiene la oportunidad. ¿En qué cree que se debería haber puesto más énfasis?
El informe presenta un conjunto de conclusiones entre las cuales creo adecuado destacar las siguientes: tener un número elevado de alumnos de origen inmigrante en un centro escolar incide más sobre los alumnos de este perfil que sobre los alumnos autóctonos. También es importante resaltar que España tiene un porcentaje de alumnos “resilientes” (alumnos que provienen de entornos familiares socioeconómicamente desfavorables que obtienen altas puntuaciones en PISA) superior a la media de la OCDE. Ello implica que en estos casos el sistema educativo y los centros escolares son capaces de romper el determinismo social. Destacamos que los alumnos con fracaso escolar se concentran en determinados tipos de centros, mientras que los alumnos de excelencia escolar se reparten entre distintos centros escolares. Finalmente, se muestra claramente que uno de los factores claves para obtener buenos resultados en comprensión lectora no es tanto el número de libros leídos o número de horas por semana destinadas a la lectura, sino el placer por la lectura que tienen estos estudiantes.

¿Qué falla en el sistema para que los inmigrantes no acaben de integrarse?
En primer lugar cabe precisar que referirse a la integración de alumnos de origen inmigrante supone también abordar otras cuestiones que van más allá de los mejores o peores resultados que obtienen estos alumnos en la prueba PISA. No obstante, el grado de inclusión es más elevado de lo que a veces nos parece, aunque, sin duda alguna, cabe mejorar notablemente en este ámbito: una mejor formación del profesorado en el ámbito de la Educación intercultural, un reconocimiento en el currículum de los valores de otras culturas distintas a la nuestra, un mayor acompañamiento de las familias de estos alumnos, son algunos de los aspectos en los que cabe mejorar de manera significativa.

Teniendo en cuenta toda esta información, ¿estamos peor de lo que pensamos?
Yo creo que la población española es consciente de que la Educación en España (en especial la no universitaria) necesita mejorar y que las medidas tomadas en la década del 2000, tanto con gobiernos del PP como del PSOE, no han hecho avanzar la Educación al ritmo que el país necesita.

¿Qué déficits hay que remediar de inmediato? ¿En qué cojeamos?
Resulta grave que los partidos no hayan acordado un pacto educativo de ámbito estatal. En el fondo, se transmite a la población la idea de que la Educación continúa sin ser un tema “de Estado”. También destacan las diferencias existentes entre el sector público y privado concertado, sectores que deberían ir confluyendo en una oferta que, manteniendo su diversidad, fuera capaz de transmitir estrategias conjuntas de mejora de la Educación. Finalmente, entiendo que la sociedad debería dar mayor valor a la formación en todos sus ámbitos (laboral, sindical, empresarial, familiar, etc). Difícilmente la mayoría de los jóvenes concederán importancia a los procesos educativos y formativos en los cuales están inmersos, si el mundo de los adultos transmite escaso valor a la Educación a través de sus actuaciones.

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