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El 35% de los profesores no se atreve a utilizar las TIC en clase

La CECE advierte en su informe de que "la influencia positiva del programa Escuela 2.0 en el aprendizaje de los alumnos no está avalada por la evidencia empírica".
Adrián ArcosLunes, 26 de marzo de 2012
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“El docente tiene enfrente a 30 sujetos que saben más que él en tecnología, por lo que es razonable que tenga miedo a utilizarla si no está muy seguro”. Así explicaba Mariano del Castillo, director del Instituto de Técnicas Educativas (ITE) de la CECE los resultados de su Informe de Tecnología 2011, basado en una muestra de 850 centros y que revela que el 35% de los profesores estaría dispuesto a usar las TIC en clase pero no lo hace finalmente debido a la falta de formación o de equipos adecuados y también por inseguridad. “Si no están formados ni tienen seguridad no se atreven, porque el riesgo de error en esa profesión es muy importante”, señaló Del Castillo.

Eso sí, el informe también nos dice que seis de cada diez profesores emplean las TIC en el aula de forma normal y tan sólo un 5% no están dispuestos a utilizarlas, sobre todo a causa de la edad. Todo esto se produce en un año 2011 en el que la mitad de los docentes recibió formación en tecnología y en el que hubo un gran crecimiento del equipamiento informático de los centros, pasando de 55 ordenadores por centro a 86. Mientras que en 2008 la mayoría eran aún ordenadores de sobremesa, en 2011 un tercio ya son portátiles. Se nota en el informe el impulso del programa Escuela 2.0 como se demuestra en la ratio alumnos/ordenador que alcanza la cifra de 6,29 de media nacional (5,74 en el caso de Primaria, 6,12 en Secundaria y 8,42 en los centros concertados y privados).

En cuanto a los docentes, si el anterior informe de la CECE –correspondiente a 2008– advertía de que eran probablemente los últimos trabajadores con nivel de estudios universitarios que no disponían de un ordenador en su puesto de trabajo,el número medio de ordenadores destinados a ellos ha aumentado hasta disponer de 25 en cada centro (cuando el número medio de docentes por centro es de 35), por lo que la ratio ha pasado de dos profesores por ordenador a 1,4 en tres años.

Pero la CECE advierte: “la influencia positiva de este modelo en el aprendizaje de los alumnos no está avalada por la evidencia empírica”. José Manuel Lacasa, director del Instituto F de Investigación Educativa (IFIE) y coautor del informe de la CECE recordó que “los programas internacionales han demostrado que la introducción de las TIC no ayuda a mejorar la calidad de la enseñanza, pero tampoco la empeora”. Según Lacasa “es una herramienta más, pero todavía no hemos encontrado la forma de aprovechar esa inversión”.

El problema, a su juicio, es que “en España teníamos los mismos equipos que en Alemania pero nos olvidamos de formar a los docentes, por lo que al final obtuvimos peor rendimiento de los alumnos”. En este sentido, Lacasa reveló que “en el año 2010, el Instituto de Evaluación censuró un capítulo de los resultados de la Evaluación de Diagnóstico en la que se demostraba que los centros españoles donde se había introducido el ordenador a los 10 años estaban teniendo un rendimiento escolar más bajo”.

Otra de las causas que apunta el informe para que Escuela 2.0 no esté funcionando adecuadamente es la falta de un proyecto de informatización en el centro. El 70% de los centros no dispone de proyecto, y de los que lo tienen el 50% no realiza indicadores de seguimiento ni lo evalúa. “Es algo que no está bien enfocado”, manifestó el director del ITE. Para Del Castillo “que sólo el 15% de los centros tenga proyecto de informatización con indicadores de seguimiento significa que está mal planteado, y si no hay proyecto ni tampoco formación de los profesores al final es un gasto inútil”.

Pero lo que sí que se ha producido en estos años es un salto cuantitativo en los aparatos de apoyo a la labor del docente en el aula. Los videoproyectores, que en 2008 se contabilizaban en dos tercios de los centros, se han extendido a la práctica totalidad de las aulas. Además, desde 2008 los centros que tenían al menos uno han pasado de tener poco más de tres de media a seis, la mitad de ellos en aulas ordinarias. Las pizarras digitales han crecido aún más: en 2008 sólo una cuarta parte de los centros poseían al menos una, y entre esos centros la media era de dos pizarras. Pero en 2011, el 96% de los centros disponía de al menos una, y la media por centro es de 3,6, dos de ellas en aulas ordinarias.

Uso de internet en clase
El informe de la CECE también analiza la incidencia de las redes sociales en el aula, su vertiente educativa y la seguridad en el uso de internet. Así, más del 80% de los centros admite tener algún tipo de filtro en sus dispositivos, aunque sólo el 62% de los centros tiene instaurada una política de seguridad integral. Cuando hablamos de establecer un protocolo específico sobre el uso de internet en el centro, el porcentaje desciende al 42%. Pese a estos datos, sólo un 5% de los centros encuestados admite haber tenido algún problema por el uso que los alumnos han hecho de internet.

Con respecto a las redes sociales, un 20% de los centros asegura que los alumnos han tenido problemas, ya sea por subir fotos sin permiso o por insultos y amenazas. A pesar de estas cifras, sólo el 57% tiene instrucciones específicas sobre el buen uso de las redes sociales y un 46% de los centros envía esas instrucciones a las familias. En este sentido, Mariano del Castillo destacó que “la mayoría de centros no orienta a sus alumnos sobre el uso seguro de internet, no tiene un protocolo sobre seguridad y no organiza, junto a las familias, un modelo de trabajo”.

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