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OCDE dice que la pérdida de empleo es mayor entre los menos cualificados...

Pablo RoviraMartes, 20 de marzo de 2012
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Para los países de la OCDE “la lección es clara: la crisis económica que comenzó en 2008 afecta de una manera mucho más dura a los individuos con los niveles inferiores de Educación”. Ésta es la principal conclusión del documento sobre Cómo ha afectado la crisis económica global a las personas con diferentes niveles de Educación que publicó en enero la OCDE dentro de sus informes sobre los indicadores educativos. Según dicho estudio internacional, la crisis ha provocado el aumento de las tasas de desempleo en todos los países. “Sin embargo, el impacto ha sido mucho más pronunciado para individuos sin una enseñanza Secundaria superior”.

Y, en esta circunstancia, España es de los países que salen peor parados. “Los hombres y mujeres (sin titulación) fueron ‘golpeados’ con fuerza en Estonia, Irlanda, España y los Estados Unidados, donde el nivel de desempleo entre la gente sin Secundaria superior creció cinco puntos porcentuales o más entre estos dos años (2008 y 2009)”. Desgraciadamente, los últimos datos nacionales, 2010 y 2011, inciden en la misma dinámica.
“Por contraste”, señala la OCDE, “a las personas con estudios terciarios (universitarios) les fue mucho mejor que a los que tenían menos nivel formativo durante estos años de recesión económica global”. De esta forma, “en 24 de los 34 países de la OCDE el nivel de desempleo para individuos con mayor nivel formativo se situó en el 5% o menos. Sólo en dos países de la OCDE, España y Turquía, el nivel de desempleo para este grupo sobrepasó el 8%”.

Este estudio vuelve a avalar la idea de que a más formación, más posibilidades de empleo o, en sentido negativo, menor probabilidad de quedarse en paro, a pesar de la crisis económica. Eso sí, con la salvedad española de que una de las mayores tasas de desempleo de los países desarrollados afecta notablemente a todos los niveles de estudios y que con casi la mitad de los jóvenes en paro, la percepción de que estudiar facilita encontrar trabajo se desvirtúa. Es difícil aceptar la evidencia de la relación directa entre formación y empleabilidad cuando también los universitarios son víctimas de un paro desbocado.

Desempleo y crisis
Lo notable de este estudio no es sólo que, como evidencian las cifras, a mayor formación más empleo, sino la distinta velocidad en cuanto a destrucción de empleo según los niveles formativos. Más en España, que ocupa las últimas posiciones internacionales entre los países de la OCDE.

Así, para las personas de entre 25 y 64 años con sólo estudios primarios y la ESO, el paro pasó en estos dos años del 8,99% al 21,92%, prácticamente se multiplicó por dos veces y media. Aunque la OCDE maneja como últimas cifras las de 2009, las últimas conocidas no mejoran, más bien al contrario, esta tendencia.

Este crecimiento no ha sido tan llamativo entre las personas que cuentan con estudios de Secundaria Superior o de enseñanza superior no terciaria. Este decir, las personas que alcanzaron el título de Bachillerato o Formación Profesional, ya sea de Grado Medio o Grado Superior. Así, el paro pasó del 6,85% en 2007 al 15,37% en 2009. Eso sí, es en este nivel formativo donde España ocupa el último lugar internacional.

Por su parte, para los universitarios españoles de 25 a 64 años, el desempleó creció del 4,81% al 8,95% entre 2007 y 2009, según los datos que maneja la OCDE.

Esto significa que en apenas dos años, el desempleo de las personas sin titulación creció en 12,93 puntos porcentuales; en 8,52 puntos entre las personas con Bachillerato y/o FP y en 4,12 puntos para los titulados universitarios. Una evolución dispar que, junto con la diferencia existente ya en el punto de partida, denota el perjuicio laboral que significa tener menor nivel de estudios.

Como resume el estudio de indicadores educativos de la OCDE, “los datos de empleo subrayan la gran ventaja competitiva con las que cuentan los niveles más altos de Educación en el mercado de trabajo, tanto en general como cuando llegan dificultades económicas”.

Así, “por regla general en los países de la OCDE, el 83,6% de las personas entre 25-64 años con Educación terciaria estaba empleado en 2009, comparado con el 56% de la población de la misma edad que no tiene una enseñanza Secundaria Superior. Una diferencia de 27,6 puntos porcentuales”. En países como Chequia, Hungría, Polonia y Eslovaquia, esta diferencia es mayor de 40 puntos, mientras que en Islandia, Corea y Nueva Zelanda, por ejemplo, está por debajo de los 15 puntos porcentuales. En España, estos porcentajes son del 54% de personas empleadas con estudios por debajo de la Secundaria Superior, el 70,6% de tasa de empleo entre trabajadores activos con Bachillerato y/o FP y del 81,1% de empleo en universitarios. Es decir, una diferencia máxima de 27,1 puntos porcentuales, cerca de la media de los países miembros de la OCDE.

Además, también se constata un sesgo de género en la empleabilidad según el nivel de estudios. Así, de manera general, a menor nivel de estudios, el empleo femenino se encuentra a mayor distancia del masculino. Según los datos de Education at a Glance 2011, que referencia este documento publicado en enero por la OCDE, la tasa de empleo en hombres sin ni siquiera la ESO es del 56% y del 72% de los graduados de ESO, por el 32% de las mujeres sin ESO y el 49,3% entre las que terminaron sólo la ESO. Es decir, una diferencia de 24 y 22,7 puntos porcentuales, respectivamente. En cambio, en el caso de licenciados y/o doctorados y otros niveles máximos de formación, la tasa de empleo de los hombres era en 2009 del 85,4% y del 79,9% en el caso de las mujeres. Así, la diferencia de género se reduce a 5,5 puntos porcentuales.

Formación y salario
La OCDE da otro argumento en su paper sobre Cómo ha afectado la crisis económica global a las personas con diferentes niveles de Educación para poner en valor la formación de las personas: “El plus de ingresos del cual disfrutan las personas con mayor formación se mantuvo robusto durante los años de crisis de 2008 y 2009”. La OCDE califica como ‘earning premium’ la ganancia retributiva que recibe un trabajador por su alto nivel formativo, y ‘earning penalty’ lo contrario, es decir, cómo repercute la baja formación a los trabajadores en la nómina. Así, la media de 14 países de la OCDE (de los que tiene datos de los dos años) es que las personas con estudios terciarios tienen un 56% de mayor ganancia salarial en 2008 y del 57% en 2009, en comparación con el grupo formativo que componen las personas con Secundaria Superior o post-secundaria no terciaria. En cambio, las personas con un nivel formativo por debajo de la Secundaria Superior cobraron un 23% menos que el grupo que sirve de referencia.

Aunque “nadie puede predecir cómo 2012 se revelará”, este informe es claro. Para la OCDE, “si la economía global disminuye, hay una posibilidad fuerte de que la gente con los niveles inferiores de Educación sienta un impacto más significativo”. Este organismo reconoce que “ningún grupo es inmune a las consecuencias de una recesión económica, pero puntualiza que “los individuos con una Educación terciaria están en la mejor posición para protegerse de sus efectos más ásperos”. Unas conclusiones internacionales que, por tanto, quizás habría que matizar al trasladarlos a la realidad española, donde el porcentaje de treintañeros universitarios es superior a la media de la OCDE y el modelo productivo nacional demanda actualmente más titulados de Formación Profesional que universitarios. No obstante, como demuestran estas cifras, la máxima que reza a mayor titulación, mayor empleo, sigue vigente. Un mensaje que, en cambio, se suele infravalorar a la hora de encontrar las causas del desempleo juvenil (ver información página 3).

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