fbpx

... Pero sólo un 10% de la población asocia baja empleabilidad con falta de formación

“La relación entre empleabilidad y formación es inequívoca” dice el Ministerio. No es percibido así por una mayoría social. Educativamente, esta percepción deprecia el papel de la Educación y, por tanto, difumina su importancia.
Pablo RoviraMartes, 20 de marzo de 2012
0

“La relación entre formación y empleabilidad es inequívoca” sentenciaba el entonces Ministerio de Educación de Ángel Gabilondo en el documento de análisis Mapa de la Oferta de la Formación Profesional en España que se presentó el curso pasado. De este modo, el Gobierno de España resumía y llegaba a la misma conclusión que los informes elaborados por la OCDE. Dicho informe señalaba que “Desde el primer trimestre del año 2008, y hasta el primer trimestre del año 2011, se han perdido en España un 11% de puestos de trabajo, frente al 2,5% de la zona Euro, lo que sitúa nuestra tasa de paro efectiva en el 20,8%, mientras que en Europa es del 10%, con la previsión de que esa tasa se mantenga en cifras altas hasta finales del año 2012”. Y especificaba que “la pérdida de empleo ha incidido principalmente en los ciudadanos con una menor formación, permaneciendo en el puesto de trabajo las personas mejor formadas y que, de forma inequívoca, tienen un mayor rendimiento en el trabajo como consecuencia de esa formación”. Así, “las cifras nos indican que el paro aumentó un 20,5% en las personas analfabetas o sólo con estudios primarios, incrementándose en un 15,6% para las personas con estudios secundarios, y sólo en un 7,3 % para las personas con estudios superiores (sic)”. Hay que aclarar esta redacción confusa, ya que en verdad estos incrementos se refieren a puntos porcentuales. Es decir, en este periodo, el paro de personas con sólo estudios primarios pasó del 10,7% al 31,2%, es decir, se triplicó.

Sin embargo, a pesar de que, como dice este documento ministerial, “la relación entre formación y empleabilidad es inequívoca”, “sólo un 10% de los ciudadanos asocian la baja empleabilidad con la falta de formación, mientras que el 48% creen que la causa es la falta de ofertas, y el 13% la falta de experiencia”, como también apunta este Mapa de la Oferta de FP. Esto llevó al Ministerio a señalar que “vemos aquí un claro exponente de la necesidad que tenemos de potenciar nuestros sistemas de información y orientación, para dar a conocer a la sociedad en su conjunto la importancia que la formación tiene en relación con el empleo”.
Ésta es una conclusión que no suele destacarse pero que trasluce la explicación cultural del abandono educativo, la que, como señalaba recientemente Felipe Martínez Rizo, investigador mexicano y exdirector del Grupo Iberoamericano del Informe PISA, a este periódico, apunta que “una de las causas de abandono escolar es la irrelevancia de la escuela para los jóvenes”. Esa percepción, que estos datos desmienten, de que los estudios no eran necesarios para obtener un trabajo, específicamente, en los años del boom económico.

También señalaba Martínez Rizo, doctor honoris causa de la Universitat de València, que la gran diferencia de resultados en PISA entre Finlandia o los países asiáticos con los latinos como México o España no reside en diferencias del sistema educativo, sino en disparidades culturales, en cómo valoran dichas sociedades la Educación.

Este informe ministerial también señala que “la crisis no sólo incide en la pérdida de empleo, sino también en la calidad del mismo y en la duración del tiempo de permanencia en situación de desempleo. Una vez más, el tiempo que tardan en encontrar trabajo las personas demandantes de empleo es inversamente proporcional a su nivel de formación”.

Desequilibrios formativos
Por último, el documento reconoce los desequilibrios formativos existentes en la población activa española. “La fuerza trabajadora, en cuanto a los niveles de cualificación, presenta un profundo desequilibrio en nuestro país, de forma que los niveles medios de cualificación en nuestro país se sitúan en el 23,1% frente al 48,9% que tiene la UE, cifra que sería deseable alcanzar en España para el año 2020”.

El informe señala que si tomamos los datos en el estudio realizado por la Fundación Cirem para la Fundación Tripartita, centrado exclusivamente en la población de entre 25 y 29 años, “observamos una gran polarización en el nivel de formación, con una inquietante inversión de cifras entre hombres y mujeres en lo que respecta a los sectores de más alta y más baja cualificación, de modo que en los hombres el porcentaje de personas con baja cualificación llega al 42%, mientras que en las mujeres se sitúa en un 30,3%. En el tramo de alta cualificación los hombres obtienen un 30,7% por un 43,3% de mujeres. De esta manera, asegura el Ministerio, “una vez más podemos aquí apreciar la influencia que el acceso fácil al empleo de baja cualificación, especialmente en el sector de la construcción y de la obra pública, han tenido sobre el nivel de cualificación de la población, en este caso sobre los hombres”. No obstante, hay que puntualizar al respecto que esta explicación habitual, por otro lado válida, es parcial y no llega a explicar del todo la evolución del abandono escolar en España durante la última década. Así, por ejemplo, en la Comunitat Valenciana, la tasa de abandono escolar femenino se ha duplicado en estos años, de tal manera que el diferencial entre abandono femenino y masculino era mayor en el año 2000 que en 2009.

0