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“La reforma que benefició a la Privada la hizo la izquierda, para su vergüenza”

Moreno recuerda que los que ahora tanto defienden la escuela pública –PSOE y sindicatos– son los que apoyaron en su día la Logse, que ha ido degradando la enseñanza pública hasta convertirla en asistencial, en beneficio de la Privada.

Adrián ArcosLunes, 7 de mayo de 2012
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Ricardo Moreno. (Foto: Jorge Zorrilla)

Ricardo Moreno ya está jubilado, pero la publicación de su Panfleto Antipedagógico le convirtió en la cara visible del profesorado de izquierdas que mostró su rechazo hacia una ley –la Logse–. Fue profesor de Matemáticas durante 38 años en un instituto, además de profesor asociado de la Universidad Complutense de Madrid. Ahora está dentro de Ancaba Madrid y milita en UPyD.

Ya hace bastantes años de la publicación de su Panfleto Antipedagógico. ¿En qué ha cambiado la Educación desde entonces?
Ya se veía muy claramente que la Logse había sido un fracaso, pero Zapatero no quiso hacer ninguna reforma. Lo único que hizo fueron variaciones sobre un mismo tema. Gabilondo intentó hacer un pacto, pero mal planteado, ya que por un lado había demasiadas condiciones previas al PP y, por otro, no reconocía que la Logse había sido un fracaso total. Ahora, el Bachillerato de tres años del PP, yo creo que es una reforma que apunta en la buena dirección, pero sigue siendo insuficiente.

¿Qué le parece que en una década no se hayan mejorado los resultados a pesar del incremento de la inversión?
Pero es que ya se sabía que la Logse no podía dar resultado, porque esa reforma ya se implantó en Suecia en el año 70 y los resultados fueron desastrosos. Es decir, se hizo una reforma que ya se sabía que no podía funcionar, pero que sonaba muy progre. Se empezó a extender la idea de que para que la Educación llegue a todos había que degradarla, como si un Bachillerato más largo y más severo perjudicara a las clases populares. Y es al revés, porque al bajar el nivel, la Educación pública se convierte en asistencial y la gente que puede se va a la privada. Y ahora es difícil de corregir, porque se han ido generando muchos intereses privados que hacen que la situación sea bastante irreversible. Curiosamente una reforma que ha beneficiado tanto a la Privada la ha hecho la izquierda, para su vergüenza.

¿Y cree que se ha mantenido sólo por la idea de lo progre?
Por la cabezonería de lo políticamente correcto. A mí me han acusado de fascista y de reaccionario por decir que la Logse era un disparate. Ahora menos, o con la boca más pequeña, porque ahí están los resultados. Y esa cabezonería le ha costado muchos votos al PSOE, porque si hubiera reconocido que se ha equivocado, muchísimas personas habrían vuelto a confiar en él, ya que en la enseñanza pública el voto es más bien de izquierda. No sólo me parece inmoral mantener un error que está haciendo mucho daño al país, sino incluso políticamente equivocado.

¿Cómo se entiende entonces la defensa que el PSOE hace de la enseñanza pública?
Es que no la ha defendido. Y además, mucha gente del PSOE que alaba la enseñanza pública, lleva a sus hijos a la Privada. Y el propio Álvaro Marchesi –padre de la Logse– confesó una vez que llama a su hijo tres veces por semana para tomarle la lección, sistema tradicional donde los haya. Con el propio hijo todo el mundo se vuelve muy pragmático y sigue con los sistemas tradicionales. Pero los experimentos pedagógicos para quedar de progres mejor hacerlos con los hijos de los demás.

¿Cree entonces que la reforma del PP va en buena dirección?
El programa electoral del PP recogía un Bachillerato de tres años, y todo lo que sea convertir 4º de ESO en un curso introductorio es echar agua al vino. Es como la idea del PSOE de convertirlo en un curso orientativo. Eso no sirve de nada. A esa edad el niño ya tiene que estar estudiando algo sólido, no cursillos de orientación. Y ahora el PP se está retrayendo de su propia promesa electoral.

Lo que ocurre es que no es fácil cambiar una estructura con una obligatoriedad hasta los 16 y con un posible perjuicio a los centros concertados.
Si la Educación es obligatoria hasta los 16 años, entonces hasta esa edad todo el mundo tiene que estar haciendo algo, pero no lo mismo. Esa idea de una enseñanza común hasta los 16 ha convertido a la ESO en una especie de desierto en que muchos chavales están como momias porque a los 12 ya se plantan, y no se puede negar la realidad. Y con respecto a los concertados, pues habrá que revisar y cambiar el sistema de conciertos para que no se produzcan esos problemas. Pero lo que no pueden es decir que van a hacer un Bachillerato de tres años y luego disfrazarlo con un 4º de ESO especial, porque los resultados van a ser los mismos. De hecho, a mí me parece demasiado corto con tres años. Cuatro debería ser el mínimo.

¿Cuál sería la mejor estructura entonces?
Yo pondría un Bachillerato de seis años. Pero como eso iba a levantar muchas ampollas, al final lo dejaría en cuatro. Pondría una reválida al final de la enseñanza obligatoria y otra al final del Bachillerato.

¿Pero cuándo empezaría ese Bachillerato de seis?
De los 12 a los 18. Hay niños que a los 12 años ya se plantan y están como momias. ¿No es mejor darles algo que les interese, ya sea un Bachillerato o una FP? Es que al final el niño, a esa edad, toma esa decisión. Y no es deseable que la tome por su inmadurez, pero si la toma y se planta, vale más una FP que no tenerlo cuatro años como una momia.

¿Y con las reválidas, quitaría la Selectividad?
Yo creo que sí, porque la Selectividad está organizada por las universidades, que no saben cómo se trabaja en los institutos, y los exámenes están bastante mal puestos. Si se hiciera un examen de Estado común para toda España consensuado por profesores de instituto y universidad, creo que sería más sensato. Además, en la Selectividad, las universidades están siendo parte interesada. Como ya hay muchísimas universidades, están literalmente compitiendo a la baja, porque no les interesa hacer selectividades difíciles porque temen quedarse sin alumnos.

¿Qué opina sobre los recortes en Educación?
Aquí hay un problema económico que yo no entiendo, pero sí sé una cosa. Y es que se gastó mucho dinero en tonterías y se decía que no se invertía lo suficiente. Si se hubiera invertido más en sentido común y en una enseñanza de calidad, quizá los recortes hubieran sido innecesarios. Lo que pasa es que UGT y CCOO aplaudieron una reforma que se ha cargado la enseñanza pública y ahora la defienden con lágrimas de cocodrilo. Porque se gastó en cursillos de los cuales los sindicatos se vieron beneficiados, en una gran cantidad de orientadores, psicólogos y expertos que no hacían falta. Si un niño es normal no necesita ningún psicólogo. Si tiene una patología ya está la Seguridad Social. Además, no hacen falta tantos ordenadores. Una libreta, un bolígrafo, autoridad del profesor y un poco de sentido común son más que suficientes.

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