Proyecto Hombre forma a docentes
La Asociación Proyecto Hombre, que trabaja en materias de prevención y rehabilitación con personas drogodependientes, ha puesto en marcha el curso de formación on line Escuela de Familias en Red, cuyo directorio es www.escueladefamiliasph.org, cofinanciado por el Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad y por la Obra Social Caja Madrid.
“Este proyecto se ha concretado en una filosofía de trabajo que reúne a todos los ámbitos de la sociedad, principalmente escuelas y familias, que son agentes claves en la prevención”, afirma Paloma Perezagua, de la Obra Social Caja Madrid. Esta formación tiene por objetivo “proteger a los jóvenes de los riesgos a los que están expuestos y prevenir su exclusión”, puntualiza Perezagua. El curso, junto con el resto de actividades formadoras que coordina la Asociación Proyecto Hombre, ayudan a “retrasar y evitar el inicio del consumo además de paliar sus consecuencias”, afirma Francisco Recio, director general de la asociación. Se trata de “conceder a docentes y padres los medios necesarios”, puntualiza Recio.
Ángel Cuenca, uno de los padres que participó en el curso Escuela de Familias en la Red, reconoce que muchas veces los padres se encuentran desorientados “y no saben a quien dirigirse”, un hecho que afecta por igual a la escuela. Algunos simplemente buscan informarse sobre los tipos de drogas y sus consecuencias, mientras que otros contactan con Proyecto Hombre cuando detectan un problema de drogadicción y no saben generar la respuesta adecuada.
La escuela informa
Los profesores son también una de las vías por las que miles de adolescentes reciben información. “Los educadores como agente preventivo tienen una función tan importante como la de los propios padres y deben trabajar en conjunto”, explica Antonio Jesús Molina, director del Centro de Formación y Estudios de la asociación. Por esta razón, Proyecto Hombre oferta en su plataforma www.formacionph.es cursos de prevención escolar para mediadores y profesores, similares al de Escuela de Familias en Red. Para acceder a todos estos cursos –gratuitos– el docente debe registrarse como usuario en el aula virtual.
Por su parte, “los centros educativos tienen la posibilidad de contactar con alguno de los técnicos de Proyecto Hombre para que acudan a sus centros e impartan una formación complementaria”, explica Molina. De hecho, “en algunas comunidades autónomas, como Canarias y Baleares, estas charlas están incluidas dentro de la formación continua que reciben los docentes”, puntualiza el director del Centro de Formación.
Decálogo de prevención
La asociación ha publicado un decálogo para prevenir el consumo de drogas entre los jóvenes, facilitando a padres y profesores diferentes pautas, claves y consejos. Un fortalecimiento de los lazos familiares, acompañado de una disciplina adecuada y un trato afectuoso, facilitan que los hijos escuchen a sus padres. En el decálogo se recomienda también a los adultos que supervisen las actividades y compañías de los adolescentes, y que alerten de los riesgos de las drogas.
Para detectar el consumo desde la asociación aconsejan prestar atención a los indicadores fisiológicos, –olor a alcohol, pupilas dilatas y enrojecimiento–, comportamentales –falta de sueño o cambio en los hábitos de alimentación–, y emocionales –agresividad, aplanamiento emocional, irritabilidad o aislamiento–.
Ante estos indicadores, padres o docentes deben dialogar de manera receptiva con los adolescentes y ponerse en contacto con los expertos.
Un perfil integrado en la sociedad
Desde Proyecto Hombre reconocen que el perfil de aquellos que solicitan ayuda en la asociación ha evolucionado en los últimos años, pasando de estar excluído a estar perfectamente integrado en el modelo social.“El drogodependiente de hoy pasa desapercibido”, explica Francisco Recio, director general de la Asociación Proyecto Hombre. Según las estadísticas, alrededor de un 75% de los jóvenes atendidos el año pasado trabajaba o estudiaba y en torno a un 91% de los mismos vivía con sus progenitores. “Cada vez vienen más familias estructuradas preocupadas por el comportamiento de sus hijos con la sospecha de que puedan estar iniciándose en el consumo de drogas”, finaliza Recio.