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“Los recortes pueden servir para echar a los malos y quedarse con los buenos”

Este experto en las relaciones entre Educación y crecimiento económico, también asesor de la Unesco, asegura que el futuro de un país depende de la calidad de sus profesores y que ésta se mide por los logros que alcancen sus alumnos.

Paloma Díaz SoteroMartes, 9 de octubre de 2012
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Su análisis sobre la Educación es una clase magistral de pragmatismo estadounidense: los profesores valen lo que consigan de sus alumnos. Con esta tesis resuelve la compleja ecuación de la calidad educativa y sobre ella vino a hablar a Madrid, invitado por la cátedra Fedea- BBVA. La conclusión de sus estudios es que el futuro de un país está en manos de sus profesores. Por eso, en el caso de España, opina que seleccionar a los mejores es más importante que la crisis de la banca.

¿Qué es una Educación de calidad?
Los profesores son el elemento más importante en la escuela. Hay algunos que son muy buenos sacando el potencial de los chicos para que alcancen logros y otros que no tanto. En este sentido, encontrar las claves de la buena enseñanza es como buscar el Santo Grial. Los expertos han tratado de buscar y buscar, pero no han podido acotar qué variables son las determinantes.

¿Hasta qué punto influye la formación docente?
En EEUU se ha hecho una investigación sobre la preparación y los títulos de una serie de profesores en varios colegios, pero no es concluyente: la formación que tienen no es un buen parámetro para saber si van a ser buenos. Hay docentes que no son habilidosos en Matemáticas, pero sí son buenos explicando cualquier cosa, y a sus alumnos les va a ir bien en Matemáticas.

Entonces, ¿no se puede medir la calidad?
Lo que hay que ver es cómo va la clase, porque enseñar es demasiado complicado como para concretar qué factores son los que funcionan. Lo importante es ver si la clase funciona.

Y si los niños van mal, ¿significa que el profesor es malo?
Será que ése no es el mejor trabajo que puede desempeñar y debería dedicarse a otra cosa. Es muy duro decirlo y más duro aplicarlo. Tanto en España como en EEUU hay todo tipo de reglas contractuales que amparan los derechos de los profesores y que hacen muy difícil tomar una decisión así por parte de la Administración. En EEUU se está poniendo mucha atención en la actuación de los profesores durante su periodo de prueba y se les evalúa entonces. Además, se ha alargado ese periodo de prueba para poder averiguar quién puede ser bueno y quién no antes de tomar una decisión que va a repercutir a lo largo de toda su vida.

¿Es fiable la evaluación a un profesor?
En EEUU estamos trabajando para que pueda serlo. Tenemos los indicadores sobre la actuación de los estudiantes, que no son totalmente fiables, pero nos dan información. También tenemos observadores externos que pueden entrar en clase, y grabar y evaluar la actuación de los profesores. Varios colegios están empezando a trabajar así, a usar la combinación de métodos.

¿Y cómo lo llevan los docentes?
El sistema educativo quiere mejorar a través de las evaluaciones, pero a muchos profesores no les gusta. De hecho, en Chicago ha habido una huelga de enseñanza recientemente por las evaluaciones y por el uso que se les va a dar. En algunos lugares, en cambio, han colaborado. Y yo creo que eso es mejor para ellos, y que los propios sindicatos deberían implicarse en la definición de los criterios de la evaluación porque les interesa. En definitiva, los mejores están colaborando y los peores quieren pararla de raíz.

¿La Administración educativa depende, entonces, de sus profesores?
La batalla de los países que quieren mejorar la calidad de su sistema educativo es cómo seleccionar, retener, pagar y gestionar a los profesores, de manera que todo ello asegure una enseñanza de buena calidad para nuestros niños.

Su tesis es que el futuro de un país también está en manos de los docentes.
Exactamente. Desde hace tres años España está desgarrada por el problema del desempleo, pero la España de dentro de 50 años estará determinada por la calidad de la Educación de hoy. Eso es mucho más importante que la crisis de la banca y el desempleo actual.

¿Debe un país en crisis reducir su Presupuesto para Educación?
Invertir en conocimiento, en escuelas de calidad, es extraordinariamente importante para garantizar el crecimiento futuro. Ahora bien, cuánto dinero pones es menos importante que cómo lo gastas. Algunos países ponen un montón de dinero y no tienen buen retorno en términos de aprendizaje. Otros, como Finlandia, ponen menos, pero consiguen mejores resultados. Es cuestión de poner los recursos de una manera útil y productiva: que esos recursos cuenten. Cuando en mi país tuvimos recesión, muchos estados recortaron en Educación y todos dijeron que iba a ser un desastre porque las clases iban a ser más grandes y la atención al alumnado iba a ser peor. Yo llegué a tener problemas por decir que era una oportunidad para echar a los malos y quedarse con los buenos. Si te quedas con los buenos, aunque tengas las clases un poco más grandes, no va a importar tanto como si se quedan los malos. ¿Qué es mejor? ¿Tener clases grandes con buenos docentes?, ¿o clases pequeñas con malos profesores?

Si un país tiene malos resultados en PISA y un alto índice de abandono escolar temprano, ¿es que tenemos malos profesores?, ¿malas políticas?, ¿o estamos enfocando mal el problema?
Es una combinación de factores. Uno es el colegio. Si los chicos acaban Primaria y no saben leer, cuando lleguen a Secundaria y vean que no entienden un texto de Historia, ya se han perdido, ya no se van a quedar en el colegio. Si no tienen el conocimiento básico, es como si nosotros entráramos en una clase en sánscrito. Ninguno lo haríamos bien en una clase en la que no nos enteramos de lo que está pasando. Por otro lado, la sociedad provee de incentivos y recompensas a los estudiantes que se forman, pero éstos son muy miopes y no saben verlo, no saben ver cómo va a ser su vida si acaban el colegio y cómo va a ser si no lo acaban. Los chicos se dedican a jugar y otras cosas antes que a prestar atención a la escuela. Y los padres no presionan a sus hijos lo suficiente para que vean la recompensa.

En España hay un viejo debate sobre la incompatibilidad entre apostar por la equidad y fomentar la excelencia. Como miembro de la Comisión de Equidad y Excelencia del Departamento de Educación de EEUU, ¿cree que es posible potenciar ambas?. ¿Es simplemente una cuestión de dinero?
Yo confío en que se puede mejorar en las dos. Hay que disponer recursos extra para las personas que parten de una preparación menor y proveerles de apoyo y refuerzo. Sus familias no les ayudan lo suficiente y el sistema tiene que compensarlo; tiene que dar Educación más temprana a estas personas que no reciben una completa Educación en casa. Pero al final, todo depende de que los niños tengan buenos profesores en cada curso. En un estudio que yo hice de niños muy pobres en zonas industriales de EEUU, con los mismos niños, unos profesores conseguían de ellos mejores resultados que otros, hasta el punto de que en un mismo curso la diferencia entre los resultados de los profesores buenos y los de los malos era un año entero de aprendizaje. Así, uno se da cuenta de que, si le das a los niños pobres profesores malos durante mucho tiempo, se perderán para siempre y acabarán abandonando la escuela. Si les das el profesor bueno por mucho tiempo, llegarán a la universidad.

Las Claves

–Educación y economía
Investigador de la Hoover Institution de la Universidad de Standford, Erik A. Hanushek es pionero en el desarrollo del análisis económico de la Educación. Su investigación abarca el impacto de la calidad de los docentes, la equidad y la eficiencia en la financiación educativa, y el papel de las habilidades cognitivas de la población en el crecimiento económico. Actualmente estudia la calidad del profesorado a través de la mejora en los resultados de sus estudiantes.

-El futuro de los alumnos
“Está demostrado que los ingresos de toda la vida de una persona están relacionados con la enseñanza que recibió en la escuela”, señaló en su conferencia en Madrid.

-Salarios docentes
Según Hanushek, hay que buscar la eficiencia en los salarios docentes y basar la remuneración, no en “las credeciales y los años de experiencia”, sino en los logros de los profesores con el alumnado. “Si no se puede sustituir el actual sistema por otro que mejore los vínculos de contratación, compensación y retención de los
docentes más eficaces, habrá que esperar que tanto nuestras escuelas como nuestra
economía rindan por debajo su potencial. En este contexto, el coste para la nación en
un panorama de intensificación de la competencia internacional es elevado”.

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