Educación contará con 1.496 millones en los PGE, un 8% menos que 2012
Los Presupuestos Generales del Estado de 2013 no auguran un buen año para la Educación en Castilla-La Mancha. Según los sindicatos integrantes de la Mesa Sectorial de Educación, el recorte de 131 millones de euros supondrá más despidos y que se reduzcan las partidas en personal en 58 millones. Lorenzo Prado, responsable de FETE-UGT ha asegurado que
se esperaba un “cambio radical” del Gobierno regional. Sin embargo matizó que, “esta noticia representa una continuidad en la aplicación de más recortes y son mucho peores de lo que todos esperábamos”.
Según Prado, “el descenso en un 8 por ciento para Educación –de 1.627 millones este año a 1.496 para el 2013–, supone que se tenga que echar a más docentes y, consecuentemente, que aumente el deterioro que ya se viene acusando en el actual curso”. Además Prado añadió que, “en Educación Infantil y Primaria el descenso es de 18,3 millones, una barbaridad porque ya no se de donde van a quitar. Esto nos obliga a seguir con concentraciones, manifestaciones y quejas”.
Y es que los PGE son interpretados por parte de FETE-UGT como “una paradoja, un sarcasmo frente a la anunciada Ley de Calidad”. Lorenzo Prado insistió en que “están recortando todas las partidas y destrozando los apoyos, desdobles, las ayudas, etc.”. Por ello, pidió el apoyo incondicional de los padres “a los que esperamos como agua en mayo” porque, según aclaró, “defendemos nuestro trabajo, pero por encima de ello está el sistema educativo de futuro, que hemos denunciado desde el primer momento”.
El responsable de ANPE, Roberto Fernández, lamentó que el Gobierno regional no haya dado “el cambio radical de 180 grados que esperábamos” y pidió la reposición y compensación de las mermas en sus condiciones laborales y profesionales, que el presidente de CSI-F de Castilla-La Mancha, Mario Gutiérrez, cifra en un 20 por ciento: “Al 10 por ciento de reducción del salario de este año, entre la bajada del 3 por ciento y la eliminación de la paga extra, se suma la congelación de los salarios desde el 2010, que supone una pérdida del poder adquisitivo en los últimos años próxima al 20 por ciento”. Además añadió “la merma al respeto que supone la baja por incapacidad temporal, por enfermedad común y que los tres primeros días de baja se cobre cero euros”.
