“En Suecia hay crisis nacional porque no vamos bien en las pruebas PISA”

Cecilia Christensen se divierte enseñando, buscando mil y un recursos para hacerles comprensibles las Matemáticas a sus alumnos. El método ideado por ella, con cajas de cerillas, para conseguir que “los estudiantes vean la equis” de las ecuaciones, se ha extendido por toda Suecia y llevado por Microsoft a una aplicación informática para todo el mundo. Igual que ha dado charlas y cursos a docentes de media Suecia, vino a Madrid a explicar su método a profesores de los colegios de Fomento. Ojos brillantes, sonrisa transparente, motor de entusiasmo, Cecilia está enganchada al aprendizaje continuo y a las satisfacciones que conlleva.

¿Tan difíciles son las ecuaciones?
En Suecia los niños tienen muchos problemas con el álgebra. Nos planteamos por qué y el problema es que la equis no es visible; no saben verla. El área pueden imaginarla, compararla… Las fracciones también son fáciles de trasladar a la realidad. En las ecuaciones, de repente hablan de la equis y nadie sabe qué es.

¿Habéis constatado una mejora en los alumnos?
Sí. Al menos en mi colegio ya no hay ningún alumno que no apruebe el álgebra. En el curso 6, donde los alumnos tienen 12 años, en 17 clases damos todo el contenido del álgebra que tendría que darse de los 12 a los 16 años. Esto nos ahorra mucho tiempo, que se puede emplear para la resolución de problemas, que les hacen madurar mucho matemáticamente. Pero el mejor resultado no es que los alumnos aprueben, sino que disfruten y se diviertan con las Matemáticas. Sobre todo, que aumenten su autoestima, que se vean capaces de hacer cosas que les parecía imposible alcanzar.

¿Todos sus alumnos van bien en Matemáticas? ¿Tiene esa habilidad?
Diría que sí. Pero más que habilidad, es vocación. Luego, la capacidad se desarrolla porque se disfruta lo que se hace. Yo tengo que esforzarme para no pensar en recursos que ayuden a mis alumnos a aprender cosas nuevas. Y creo que ellos disfrutan porque a mí me gusta.

¿Qué hace bueno a un profesor?
Lo primero es que tenga vocación. Luego, conocimientos profundos y buenos de su materia; interés por el alumno, y ver, con la mayor rapidez posible, a qué nivel está el alumno con el que estoy hablando, porque tengo que hablar del mismo contenido de modos distintos, dependiendo de dónde esté cada uno. La meta es la misma para todos, pero tenemos que encontrar a cada uno dónde está y, desde ahí, llevarlo.

¿Qué es lo que bloquea a los niños de las Matemáticas?
Que el profesor no vea el nivel en el que está el alumno: porque no lo ve, o porque tiene otros 35 en los que también tiene que pensar y decide atropellar a uno para salvar a 30.

¿No influye tanto la capacidad del alumno?
Creo que la mayoría de los niños tienen la capacidad de desarrollar toda la Matemática que se imparte en el colegio. Pero también influyen los padres. Normalmente, un niño es matemático, pero muchos han oído a sus padres decir: ‘Ay, yo no era bueno en Matemáticas’. Y llegan a clase pensando: ‘¿Lo habré heredado?’.

¿Qué tiene que saber un niño bien antes de los 12 años?
Bien, bien, las operaciones básicas: suma, resta, multiplicación y división. Muy, muy bien, las tablas de multiplicar. Deben saber utilizar números decimales. Y saber leer es súper importante, porque, si no, no entienen los problemas. También, haber aprendido a pensar y a acostumbrarse a que algunas cosas pueden tardar unos minutos y no un segundo.

¿Se enseña diferente a chicos y a chicas?
Sí, porque aprenden diferente. Los chicos no tienen paciencia para oír grandes explicaciones; ellos quieren probar; no les importa equivocarse 500 veces porque así aprenden. Las chicas quieren primero aprender, tener muy claro cuáles son todos los pasos a dar, y luego hacer y comprobar que lo han entendido. Si en una clase, les dices a las chicas: ‘Vosotras probad’, van a tardar mucho más en aprender que los chicos. Y al revés: si haces una clase en la que sólo explicas, pierdes a los chicos porque se aburren. Lo ideal sería tener a chicos por un lado y a chicas por otro, sobre todo en la edad crítica de 12 a 14 años. Después se pueden juntar porque ya saben quiénes son y lo que quieren, y se aportan mutuamente.

¿Tu clase es mixta?
Sí. Pero en el curso 7 (12 años) separamos para laboratorio o para lo que podamos. A ellos les digo ‘probad’, y luego explicamos y aprenden. Y a ellas les doy una clase entera de lo que va a pasar, y luego comprueban que han entendido.

Suecia no destaca en los ránking de PISA. ¿El Gobierno está trabajando por mejorar esos resultados? ¿O no le dais tanta importancia a PISA?
Uy, se le da muchísima. Hay crisis nacional porque no estamos yendo bien. Los últimos tres años se han invertido muchos millones en financiar proyectos de los colegios para mejorar en Matemáticas. Y ahora que se han evaluado estos proyectos, se ha visto que los colegios que eran buenos son mejores, y los malos siguen siendo malos.

¿Por qué?
Los colegios buenos son los que han pedido y recibido la ayuda del Gobierno para realizar proyectos porque son los que tienen profesores que quieren hacerlos. Ahora se va a cambiar de estrategia.

En España ahora se quiere promover vuestra primera solución: promover que los colegios emprendan proyectos de mejora.
Es que España va siempre detrás de Suecia. Eso no va a funcionar; es hacer política para los que juegan en una liga, la de los mejores.

Otro aspecto que parece que España copió de vuestro modelo socialdemócrata fue aquello de que los niños pasen de curso sin haber aprobado para que no se frustren.
Eso era Suecia. Por eso estamos donde estamos.

¿Ya os habéis dado cuenta de que eso ha fracasado?
Claro. En Suecia la política ha sido ‘todos los alumnos iguales’, es decir, todos como el más tonto. Y mejor si no tienen nota, porque, si le sale mala, pobrecito, que lo traumatizas; mejor que disfruten… Y luego, todos los profesores igual: el mismo sueldo para todos. Ahora se ha cambiado. Al menos ya tenemos notas y se ha empezado a dar una parte del sueldo de manera individualizada. Lo que aún no se ha conseguido es que la Escuela de Pedagogía suba el nivel.

-Curriculum Vitae

-Dónde y cuándo
Cecilia Christiansen nació hace 45 años en Suecia, aunque es hija de madre venezolana.

-Enseñanza
Es profesora de Matemáticas en la Carlssons Skola de Estocolmo. Imparte clases en los grados 6-9 (de 11 a 14 años).

-Lema
“Nunca repondas a las preguntas que los estudiantes puedan responder por sí mismos”.

-La mejor profesora
Fue declarada Mejor Profesora de Matemáticas de Suecia en 2011 por: “su gran compromiso y el ingenio con que combina la enseñanza inteligente con ideas nuevas. Su enseñanza reflexiva –donde todas las sugerencias de los alumnos son tenidas en cuenta y discutidas– da buenos resultados y consigue entusiasmarlos. Tiene una habilidad única para compartir e inspirar a otros con sus ideas y experiencias”.

-Ecuaciones
En 2005 ideó y puso en práctica un método para hacer entender las ecuaciones que permitía a los chavales “ver la equis”. La ‘X’ es el número de cerillas oculto en las cajas y siempre el mismo número en todas. Hoy es una aplicación didáctica en Windows 8.