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Sueldos más altos, pero muy estáticos y ajenos a los méritos

Paloma Díaz SoteroMartes, 27 de noviembre de 2012
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Los salarios de los docentes españoles de la escuela pública están entre los mejores de la UE. El último informe elaborado por Eurydice, referente al curso 2011-12, vuelve a refutarlo, igual que el más reciente de la OCDE.

En la comparativa salarial general realizada por este órgano de la Comisión Europea, los españoles están prácticamente al mismo nivel que los finlandeses, pero, desde luego, los filtros para acceder a la enseñanza aquí no son ni la mitad de la mitad de exigentes que en el país nórdico, líder en PISA.

Nos superan con creces Alemania, Austria y Noruega, pero a ningún otro habría que envidiar.

No obstante, el informe advierte de que los salarios referenciados no incluyen pagos extra que se otorgan individualmente en muchos países en concepto de incentivos o de recompensa por méritos. En España, como no existen, no podríamos tenerlos en cuenta.

En cualquier caso, en la comparativa con el Producto Interior Bruto per cápita, que es un indicador del esfuerzo inversor del Estado en la masa salarial docente, salimos airosos. Así, somos de los poquísimos países –sólo se suman Alemania y Portugal– donde el salario mínimo de un maestro o de un profesor es mayor que el PIB per cápita.

El defecto de nuestro país, en comparación con la mayoría, es que el salario crece menos a lo largo de la carrera docente y la diferencia entre el sueldo mínimo y el máximo posible es relativamente baja en comparación con el resto de estados: el máximo es sólo un 50% mayor que el mínimo, como ocurre en Italia y Eslovaquia, mientras que en la mayor parte de Europa la diferencia supera el 70% y en algunos casos, como el francés, llega al 100%, es decir que el sueldo máximo duplica el mínimo.

Además, prácticamente sólo el paso del tiempo va marcando las subidas salariales en España. La remuneración nunca es un premio o un incentivo, como ocurre en otros lugares, donde unos buenos resultados por parte del docente en el aula dan lugar a significativos ascensos.

Es resumen, la carrera docente española carece del incentivo retributivo que pueda presentar en otros estados.

Y tenemos otro handicap: España es el país en el que más años se tarda en alcanzar el sueldo máximo. De hecho Eurydice lo destaca en su informe. Hacen falta 40 años para alcanzar el sueldo más alto posible en Primaria y 38 en Secundaria. Sin embargo, en otros ocho estados bastan entre 20 y 30 años para tocar techo salarial; en otros seis, entre cinco y 15 años; y en otros siete, hasta 35 años. Por poner ejemplos concretos, en Finlandia y Francia bastan 20. En Reino Unido y Dinamrca, una década es suficiente.

En definitiva, sólo acercándose a la jubilación los docentes españoles llegan a cobrar lo máximo previsto y ese máximo no sube tanto desde la remuneración de partida.

Los datos de Eurydice dan la razón a los sindicatos en su eterna reivindicación del diseño de un Estatuto profesional con sus escalones, sus incentivos, sus objetivos.

Los efectos de la crisis
Eurydice no puede tener en cuenta los últimos recortes de 2012 en nuestro país, como la eliminación de la próxima paga de Navidad, pero es un buen espejo –quizá el más fiel– en el que mirar los efectos de la crisis económica en los sistemas educativos europeos.

En este sentido queda demostrado que España es de los países donde los salarios docentes más se han deteriorado en el último curso, pese a lo cual continúan estando entre los más elevados. Sólo aquí, en Portugal, en Grecia y en Eslovenia se recortaron.

El informe detalla nuestra congelación salarial a los funcionarios en 2011 y 2012, la reducción del 5% de 2010, y deja caer, sin detallar, los recortes adicionales realizados por las comunidades autónomas. En total, hay 11 estados donde ha habido congelaciones salariales durante el último curso. En el resto, gozaron de ascensos.

Sin embargo, si cogemos distancia y analizamos los últimos 12 años, vemos que, en ese tiempo, en la mayor parte de los países los profesores han sufrido algún tipo de disminución o congelación salarial. Los sueldos se han visto afectados por la crisis en la mitad de los estados, siendo 2009 el año más crítico para ellos.

  • Los docentes españoles tienen pocos complementos
  • El paso de los años suele ser el factor principal que determina la subida salarial de los profesores en todos los países europeos, pero en muchos se manejan ascensos que reponden a la valoración positiva del trabajo de- sempeñado, a partir de evaluaciones a los docentes, o a los buenos resultados de sus alumnos. También pueden determinar una subida salarial circunstancias como el trabajo con niños con necesidades especiales, las actividades extracurriculares, la enseñanza a distancia o el desempeño de la labor en áreas geográficas, caras, remotas o desfavorecidas, según detalla el informe de Eurydice. En los últimos años, países como Bélgica y Francia han subido el sueldo a los docentes que hayan completado un máster.
  • En un tercio de los estados el salario docente atiende a todos esos condicionantes y parte de esa remuneración complementaria depende de los propios colegios. En el otro extremo, sólo en tres países hay apenas un único motivo de pago adicional: las horas extracurriculares.
  • España es de los países más parcos en retribuciones complementarias y, por supuesto, no se tiene en cuenta el trabajo realizado con el alumnado porque no se evalúa. El salario base sólo se ve incrementado ­–aparte de por la experiencia– por las horas extra, por responsabilidades adicionales en el centro, por formación continua y por trabajar en zonas rurales o con un alto porcentaje de alumnos de minorías étnicas. No así por enseñar a niños con necesidades especiales, como hacen dos tercios de los estados.
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