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“Más tiempo para la lectura no funciona si se lo quitas a Historia o a Ciencias”

La importancia del conocimiento que propugnan las escuelas Core Knowledge impregna la reforma educativa británica y algunas iniciativas del Gobierno de EEUU, y seduce en Madrid a quienes buscan un cambio de paradigma.

Paloma Díaz SoteroMartes, 26 de febrero de 2013
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Mira con una profundidad verde casi hipnótica y con la sonrisa jovial de quien descubre sin prejuicios, como si tuviera 20 años, cuando estudiaba para maestra por la vocación de dar a todos los niños la oportunidad de llegar a lo más alto: la Educación como motor de igualdad. Aquellos principios demócratas, que hoy mantiene al frente de la Fundación Core Knowledge (Conocimiento Fundamental), contrastan con su filosofía de centrar la enseñanza en el conocimiento, promovida por el fundador de Core Knowledge, E. D. Hirsch. Sus métodos y sus colegios en EEUU son un imán para autoridades y expertos dentro y fuera del país; también para el Consejo Escolar de Madrid, que trajo a Bevilacqua a la capital para hacerse eco de su paradigma educativo.

Core Knowledge sostiene que la estrategia de dar más peso curricular a la lectoescritura está resultando decepcionante. ¿No funciona?
No, no funciona. Cuando damos mucho tiempo a la lectura algunas veces implica quitar tiempo a Historia o a Ciencias, y ésa es una estrategia muy poco productiva. El doctor Hirsch dice que la comprensión lectora es, en realidad, una función del conocimiento, de lo que tú sabes. Los investigadores sugieren que las prácticas de lectura como estrategia para mejorar la comprensión lectora pueden ayudar. Pero eso tiene un techo: emplear más y más tiempo en practicar no te va a hacer un mejor lector si no entiendes lo que lees. Por el contrario, si tienes conocimiento sobre determinadas materias, vas a entender lo que lees.

¿Podría hablarnos de alguna investigación en concreto?
Hay una que siguió la evolución de estudiantes a lo largo de 12 años. Les dieron a leer un texto de béisbol para ver su comprensión lectora, pero también les hicieron varias preguntas sobre béisbol para valorar su conocimiento de ese deporte. Era fácil de prever que los estudiantes que eran buenos lectores y sabían de béisbol fueron los mejores; es lógico. Los lectores pobres que no sabían de béisbol fueron los que peor resultado sacaron. Pero los dos grupos en el medio son los interesantes: quienes eran buenos lectores, pero no sabían mucho de béisbol, no lo hicieron mejor que los que eran malos lectores, pero sí tenían conocimientos de béisbol. Conocer el contexto de lo que lees es muy importante. Tener conocimientos te hace mejor lector.

¿Qué es primero? ¿Conocimiento?, ¿o habilidad lectora?
¡Ja! [sorpresa] Bien… Yo no lo separaría. Concibo la lectura como lenguaje, y veo todo ello en el gran marco del lenguaje y la comunicación. Antes de entrar en la escuela, los niños tienen el lenguaje en desarrollo. Al ingresar es cuando se les inicia en la lectura de esa lengua y, en efecto, en esos comienzos la capacidad de descodificar un texto impreso y traducirlo en lenguaje oral es una habilidad. Pero mire lo que pasa en EEUU: aprenden a leer, pero no construyen un contexto de conocimientos. Y no se trata de decir: ‘Oh, pueden hacer las dos cosas a la vez: adquirir la capacidad con el mismo texto con el que aprendes cosas’. Desde los primeros cursos los niños deben adquirir la capacidad de leer, pero también pasar el mismo tiempo oyendo lectura en alto para aprender cosas de diferentes culturas o de la ciencia imposibles de entender si las leyeran.

¿Cuál es la edad mejor para aprender a leer?
Depende de la lengua. Lo más importante en los primeros años es desarrollar el lenguaje oral porque, si no tienes vocabulario oral, que es conocimiento, no podrás aprender bien a leer. Si no entiendes algo que oyes, no lo vas a entender cuando lo leas.

¿Y qué debe aprender un niño antes de ir al colegio?
El lenguaje oral. Y cuantas más experiencias tengan, más lenguaje tendrán.

¿Dónde está el límite de los contenidos que deben impartirse en cada edad para no que no resulten inabarcables?
Hace 25 años, cuando el Dr. Hirsch quiso poner en marcha este programa en las escuelas Core Knowledge, reunió a grupos de padres, profesores y expertos en diferentes áreas de conocimiento (científicos, matemáticos, historiadores…) para hablar de lo que una persona culta en EEUU necesita saber. Una vez de acuerdo, se decidió que eso, aprendido grado a grado, era lo que un chico debía saber al terminar la escuela. Algunos creen que a los 6 años es muy difícil aprender civilizaciones antiguas como la mesopotámica, porque ocurrieron hace mucho tiempo y muy lejos, y que es mejor aprender cosas del aquí y el ahora. Pero eso es subestimar tanto lo que los niños son capaces de aprender… Nuestra experiencia es que, si presentas la información de manera apropiada para su nivel de comprensión, les fascina totalmente aprender culturas, eras y civilizaciones. No hay que pensar en el nivel de conocimiento, sino en la secuencia de conocimiento, en cómo asentar y construir unos contenidos sobre otros.

¿Cómo es el currículum de Core Knowledge?
En primer grado (6 años) damos Egipto y Mesopotamia; en 2º, la civilización griega y en 3º, la romana. Y una vez que conocen estas civilizaciones, empiezan a hacer generalizaciones abstractas sobre qué significa ser una civilización y eso implica elevar el nivel de pensamiento; significa que han pasado de un nivel al siguiente en la construcción del conocimiento.

¿La transmisión del conocimiento es la esencia de la Educación?
Hay una noción de conocimiento universal que está llamado a ser compartido generación tras generación; y si no se comparte, cada generación tendrá que reinventarse volviendo una vez tras otra a sus inicios. Las escuelas públicas tienen la misión de transmitir ese conocimiento compartido desde las edades más tempranas.

¿Incidir en conocimiento y lectura contrarresta el efecto de la cultura audiovisual y el ‘fast food’ informativo?
Los niños, cuando no están en la escuela, están en otras cosas: internet, videojuegos, la tele… En EEUU, los chavales de Secundaria pasan en eso una media de ¡52 horas a las semana! Tal vez esperemos demasiado de ellos si pensamos que van a leer en su casa por la noche. Por eso los colegios deben decidir en común qué contenidos merecen la pena aprender realmente en la escuela.

¿Las evaluaciones internacionales deberían reenfocarse hacia el conocimiento?
La oportunidad que se da en un test a demostrar la capacidad lectora no es total. Las competencias no pueden ir desvinculadas del conocimiento porque están impregnadas de él. Tendría sentido hacer también un test específico de conocimientos en áreas concretas porque sólo mediante evaluaciones sabes si los alumnos han aprendido algo, y también cómo y qué debemos enseñarles mejor.

Curriculum Vitae

-Educación democrática
Linda Bevillacqua se hizo profesora por el “derecho de todos los niños a aprender”, porque “todos pueden aprender”. Estudió en la Universidad de Virginia (EEUU) y se especializó en Infantil y en niños con dificultades. Junto al profesor E. D. Hirsch, diseñó el programa preescolar de los colegios Core Knowledge y hoy preside la fundación que los aglutina. Escribió Lo que un niño de preescolar necesita saber y ha sido consultora en algunas políticas educativas de EEUU, como la elaboración de unos estándares de conocimiento comunes para todo el país.

-Los colegios ‘K’
La fundación tiene 85 escuelas en EEUU, aunque su currículum se imparte en 768, gran parte de ellas públicas. En los tests nacionales e internacionales, todas ellas quedan entre las primeras. Su principio de “excelencia y equidad para todos” se cumple.

-Dr. Hirsch
Fundó Core Knowledge en 1986 y se ha convertido en una de las figuras más influyentes de la Educación dentro y fuera de EEUU. El Gobierno británico hace gala de inspirarse en la filosofía Hirsch del conocimiento para diseñar su reforma educativa: “Casi todos las metas en Educación –comprensión lectora, pensamiento crítico y habilidad resolutiva– dependen del conocimiento”.

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