Él plancha, ella conduce un camión, ¿por qué no?
Está orientado a lograr que, tanto la escuela como la familia contribuyan desde edades tempranas a la igualdad de oportunidades, a eliminar y prevenir la aparición de discriminaciones por razón de sexo, y, por otro lado, a desarrollar la actitud de aceptación y respeto de las diferencias y de este modo crear una sociedad más igualitaria para los hombres y las mujeres que la componen. Para conseguirlo, se ha intentado trabajar la coeducación desde diferentes perspectivas:
- Los cuentos: pueden transmitir ideología, valores y los niños y niñas se identifican con los personajes y las situaciones plasmadas.
- Las tareas familiares: la familia ejerce una influencia decisiva en el proceso de socialización.
- Los juegos y juguetes: históricamente, tanto a los niños como a las niñas se les ha favorecido o estimulado con unos tipos de juegos y juguetes sobre otros.
- Las profesiones: la desigualdad existente entre las personas en el ámbito del trabajo es una realidad cotidiana.
- Los personajes famosos: todavía hoy en día los hombres gozan de mayor respeto y credibilidad que las mujeres, aunque demuestren menos valía o dedicación.
Metodología
La metodología se basó en la idea del “libro viajero”, pero con la salvedad de que se elaboraron cinco libros-murales –tamaño cartulina sobre cuentos, tareas familiares, juguos y juguetes, profesiones, y persoanjes famosos–, cada uno de los cuales desarrolló un aspecto diferente de la coeducación. Cada libro-mural estaba formado por cinco subapartados, trabajados por un alumno diferente –25 alumnos en total–.
Una vez presentado el proyecto a los padres y madres, los niños , con su ayuda, debían ir trabajando en casa el tema que se les había asignado, buscando información, imágenes, recursos, y preparando el modo en que lo querían plasmar en el libro-mural para presentárselo al resto de sus compañeros. Se dio rienda suelta a la imaginación para que pudieran utilizar todo tipo de materiales y recursos educativos que hicieran más ameno y divertido el proceso de aprendizaje en el aula, sin olvidar, por supuesto, las nuevas tecnologías. Una vez finalizado el taller, todos los trabajos aportados quedaron expuestos en el aula y las fotos realizadas se colgaron en una web.
Además de la presentación de los murales, los niños aportaron durante sus exposiciones gran cantidad de material complementario sobre el tema trabajado: inventaron cuentos, juegos, juguetes no sexistas, recitaron poesías, enseñaron canciones y adivinanzas al resto de la clase, elaboraron fichas, puzles, pasatiempos, mostraron utensilios relacionados con diferentes profesiones, etc. En definitiva, utilizaron su imaginación e inventiva para aprender los diferentes aspectos de la coeducación.
Por otro lado, se llevaron a cabo proyecciones audiovisuales, no solo a nivel de clase, sino también dentro de la Semana de Igualdad de Género. Se celebró el Día de la Mujer con la dramatización de un cuento no sexista y se dieron a conocer diversas campañas patrocinadas por organismos oficiales sobre igualdad de género.
La evaluación
Gracias a este proyecto se consiguió sensibilizar y hacer partícipes a las familias del proceso coeducativo, reconocer comportamientos y cualidades asignados a niños y a niñas, evidenciar y analizar los rasgos discriminatorios entre los dos sexos que aparecen en los cuentos tradicionales o en otro material educativo, estimular tanto a los niños como a las niñas a usar juguetes y participar en los juegos y actividades que se consideran no adecuados a su sexo, entender que todos los trabajos pueden ser realizados indistintamente por personas de uno u otro sexo, reconocer y valorar el aumento de la presencia de la mujer en la vida pública actual y sus aportaciones a lo largo de la historia, y facilitar la relación familia-escuela.
A lo largo de todo el curso escolar se ha insistido en que tod@s somos diferentes pero iguales, iguales pero diferentes, y se han intentando eliminar los estereotipos que pudieran reforzar los prejuicios sobre sus capacidades, intereses y motivaciones. La coeducación debería estar integrada en la escuela desde las edades más tempranas y el profesorado tendría que recibir formación en igualdad y estímulos que le motivara para realizar su trabajo.
Coral Chamorro
Colegio “Marista San José” de León
