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La evaluación de docentes por alumnos y padres, reto de la escuela del futuro

Las evaluaciones de los docentes por parte de los padres y madres y de los alumnos profundizan la democracia en las escuelas y son uno de los retos del futuro de la Educación, considera la presidenta de la Asociación de Maestros Rosa Sensat, Irene Balaguer.
MagisnetMartes, 16 de abril de 2013
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En una entrevista con EFE, la veterana docente ha opinado que los actuales criterios de evaluación "deben cambiar", hacerse más democráticos y contar con la participación de los alumnos y sus padres y también del resto de docentes. Desde la Asociación Rosa Sensat se considera que si lo que de verdad quiere la administración es valorar a los maestros, profesores y profesionales que trabajan en la escuela pública, se han de adecuar los criterios como forma de evaluación en cada nivel educativo.

Actualmente, los docentes deben pasar por unas oposiciones y, posteriormente, superar los denominados 'sexenios' cada seis o nueve años si cumplen determinadas condiciones establecidas por el actual Gobierno catalán. No obstante, el Departamento de Enseñanza negocia desde hace unos meses con la Junta de Directores de Cataluña que los directores de los centros asuman más responsabilidades a la hora de otorgar las plazas definitivas y puestos de trabajo en las escuelas. Balaguer expone que los retos de futuro de la escuela son, además de profundizar en la democracia interna de los centros, dignificar la profesión de docente y reducir la burocratización creciente, fomentar la lectura entre los alumnos y encontrar una metodología que favorezca el aprendizaje del inglés, ya que hay pocos maestros que lo dominen. Sin embargo, la actual etapa que atraviesan las escuelas catalanas es "muy difícil" por los recortes que no cesan desde hace más de tres años.

Una de las medidas más graves es, a su juicio, las no sustituciones inmediatas de docentes, que suponen "un puñetazo en la nariz de todos", maestros, alumnos y padres. "El hecho de que no se sustituya de forma rápida a los maestros en caso de enfermedad no permite hacer la práctica diaria en las escuelas", una cuestión fundamental, considera Balaguer, que añade que las medidas de la consellera Rigau para paliar en parte estas no sustituciones "son insuficientes".

Rigau ha ordenado, a partir de este abril, suplir las bajas a partir del sexto día en Educación Primaria (6-12 años) y del primero en Educación Infantil (3-6 años), después de valorar desde el inicio de este curso 2012-13 el impacto poco satisfactorio que ha tenido en los centros un Real Decreto del Gobierno del PP, que ordena sustituir a los docentes enfermos a partir del décimo día de baja. La no sustitución de docentes, su reducción, que fuentes sindicales sitúan en más de 2.000 este curso en Cataluña, y el cierre de aulas, 73 sólo de P-3 de cara al próximo curso 2013-14, dificulta en gran medida que las escuelas puedan impulsar nuevas formas de organización en las clases, con pequeños grupos de alumnos más activos y con más capacidad de diálogo.

"Con todos estos desastres de decisiones políticas, antes por exceso sin reflexión (implantación de la sexta hora) por parte del conseller Maragall y ahora por defecto (recortes) por la consellera Rigau, será difícil afrontar los desafíos de la escuela catalana en este siglo XXI", argumenta la presidenta de Rosa Sensat. En su opinión, las virtudes de un docente han de ser que le guste el oficio, que sea una persona culta y esté al día y, también, que sepa escuchar a sus alumnos, más que hablar.

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