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“La Lomce preserva lo que ha ido bien en la LOE e intenta corregir lo demás”

La consejera aragonesa del PP asegura que la reforma educativa plantea mejorar la calidad de la Educación como no se había hecho hasta ahora. Al mismo tiempo preserva lo que de bueno había en la LOE e intenta perfeccionar lo demás.

José Mª de MoyaMartes, 28 de mayo de 2013
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(Foto: Alfonso Reyes)

La consejera de Aragón, Dolores Serrat, destaca en esta entrevista para MAGISTERIO algunos de los aspectos claves de la reforma, como las evaluaciones o la autonomía. “El otro tema clave y en lo que hay críticas es la simplificación curricular”, dice la consejera del PP. “Como en todo –asegura– hemos apostado más por la cantidad que por la calidad, materias poco coordinadas que dan lugar a muchos conocimientos pero que no profundizan”. Por eso cree que la reforma es necesaria.

En primer lugar me interesaría que hiciera una valoración de la reforma educativa.
La Lomce preserva del sistema LOE lo que ha ido bien e intenta corregir aquello que debe ser mejorado. Todos estamos de acuerdo en cuáles son los problemas, y también cuáles son las bondades de los cambios. Parece que las leyes hasta ahora se han preocupado mucho más en fijar el currículo,las horas y en dirigir el proceso educativo que en prestar atención a lo que es importante, que son los resultados. Cuando los padres escolarizan a sus hijos, lo que quieren es que sus hijos aprendan, que progresen, que tengan conocimientos y que se formen como personas. El cómo lo hagan les importa menos, les importa más el qué que el cómo. Creo que esto es un poco lo que se pretende con las evaluaciones externas. Creo que no hay que tenerle miedo a la reforma.

Yo creo que esto no suscita debate, que no se cuestiona mucho la nueva estructura del sistema.
Porque se va a los detalles y no a la estructura. Cuando esta ley, lo que propone en realidad, es el cambio de fondo.

¿No es un riesgo que la autonomía que cede el Estado se la queden las autonomías y al final el centro quede al margen?
Uno de los puntos fuertes de la ley es la autonomía de los centros. Desde la Administración central o autonómica es imposible hacer una ley que se adapte a todas las singularidades de todos los centros. Yo creo que es el centro el que tiene que conocer su entorno, las características de sus alumnos, en qué nivel se encuentra en el espectro educativo y decidir en qué tiene que mejorar. Lo que tienen que hacer los centros es evaluarse así mismos. Esto es lo que se llama contratos programa. La Administración lo que debe de hacer es ayudar a que este centro pueda cumplir su objetivo. La autonomía del centro requiere varias cosas, en primer lugar, cambios en la selección del profesorado y la designación del profesorado.

Cataluña proponía que el 50% del profesorado lo designase el director.
Esto es importante si vas a adquirir un compromiso para llegar a unos objetivos. Alguna opción tienes que tener para decidir, pero previo a esto lo que es fundamental es la profesionalización de los equipos directivos, el liderazgo del director. En aquellos lugares donde hay liderazgo educativo el centro avanza porque hay un proyecto y un objetivo común, y por lo tanto, todas las acciones van encaminadas a ello.

¿Te parece suficiente lo que contempla la ley respecto a este tema? Porque ha habido alguna comunidad que pidió Cuerpo de Directores…
Yo creo que eso se tendrá que ver dentro del Estatuto Docente del Profesorado. Al fin y al cabo el equipo directivo de un centro tiene que proceder del Claustro, pero que tiene que tener una formación específica en liderazgo y gestión. La ley hace hincapié en esa formación de los equipos directivos.

Bueno, y que la Administración al final tiene la potestad de decidir.
La Administración también tiene que tener voz y voto. Al final todos estamos convencidos de que un buen equipo directivo contribuye a la mejora de calidad del centro. El otro tema clave de la reforma es una mejor definición e identificación de los currículos separando los conocimientos básicos y habilidades básicas en cada una de las etapas y después ir profundizando en esos conocimientos.

¿Aquí en Aragón se cederá a los centros un porcentaje de los currículos?
El propósito es que haya un proceso participativo y, por lo tanto, se tendrá que hacer un grupo de trabajo para ir de-sarrollando esos aspectos de la ley. En los aspectos curriculares queremos dar cancha a los centros, sobre todo aquellos que se comprometan con estos contratos programa.

Yo estoy a favor de reducir la optatividad, pero lo que me ha dado mucha pena es que prácticamente han laminado la materia de Filosofía. A mí me parece que es una materia muy troncal.
Yo creo que hay que dar un trato más preferente a las humanidades. Creo que el conocimiento de la lenguas clásicas y el de la filosofía es importante, porque además de formar con conocimientos, estamos formando a personas y futuros ciudadanos. En las primeras etapas hay más componente educativo y menos formativo y cuando vas subiendo en la escala el sistema es más formativo que educativo.

¿Hubiera mantenido Educación para la Ciudadanía?
Como tal no, pero sí una alternativa de valores cívicos. Está planteada como asignatura espejo a la Religión y yo creo que hay que darle optatividad para que los alumnos que cursan Religión también puedan cursar valores cívicos.

De hecho, ese tema se ha modificado porque al final se podía discriminar a los alumnos que no estudiaban la asignatura.
Pero fíjate, yo la asignatura espejo que pondría sería la Historia de las Religiones.

¿Pero no sería más apropiada que fuera la misma asignatura con dos sesgos distintos?
Pero la Religión ya debería incluir la historia de las religiones.

Volviendo las Humanidades.¿El Ministerio ha pecado a veces de excesivo complejo de favorecer las ciencias olvidando las humanidades?
Las humanidades son clave en la Educación. Si tú sólo enfocas la Educación a la empleabilidad y a la productividad, parece que tienes que dar más cancha a las ciencias.

Pasando al tema del acceso a la docencia, ¿se debe dar más peso a la prueba que a la experiencia?
Me alegra que me lo preguntes, porque yo en algunas reuniones que he tenido en el Ministerio siempre he dicho que no se puede separar el proceso educativo del profesorado. Si hay un elemento clave para la calidad educativa es la formación y mejora del profesorado. Hay que revisar la formación universitaria de los futuros profesores, el sistema de acceso y la formación continuada. Cualquier proceso de calidad pasa por valorar el capital humano, además de los medios productivos. Yo creo que ese es el paso que va a dar el Ministerio. Las comunidades también están empezando por equilibrar la baremación.

¿Cómo va a quedar en Aragón?
Está en negociación con los sindicatos en la Mesa Sectorial, pero el peso del examen tiene que ser importante y no sólo la experiencia. Hay que encontrar el equilibrio. La experiencia es un mérito durante un tiempo, pero el paso del tiempo puede convertirse en un demérito. Para las personas que quieren entrar en el sistema educativo público, su objetivo debe ser tener la plaza en propiedad y poder desarrollar una carrera profesional.

¿Cómo se siente sabiendo que hay profesores que están dando clase sin haber aprobado la oposición, o que repetidas veces han suspendido?
Yo confío en la profesionalidad de los profesores y confío en que iremos mejorando. La acumulación de gente que se convierte en interino permanente no es buena y por eso estamos trabajando en la baremación, pero sobre todo animando a la gente a presentarse y a superarse a sí misma. No-sotros hemos hecho ya un cambio en la formación del profesorado.

¿Cuál?
Hemos trasladado el peso de la formación al centro. Es decir, con asesores en los centros. De forma que hay una formación mínima obligatoria en los centros que marca las necesidades del centro. Estamos haciendo mucho énfasis en lenguas extranjeras y el bilingüismo. Para ello, además de cursos, con escuelas de idiomas o estancias en el extranjero.

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