“España no puede quedarse atrás en el sector de los contenidos digitales”

César Miralles, hasta ahora director económico-financiero de Red.es, fue nombrado director general el pasado 29 de agosto. Miralles toma el relevo a Borja Adsuara, quien ha dirigido la entidad desde enero del 2012. Mirallles es licenciado en Economía por la Universidad de Alcalá de Henares y doctor en Económicas por la Universidad de Frankfurt. Tras su nombramiento, el nuevo director general quiso subrayar que Red.es “será el instrumento para la puesta en marcha y ejecución de la Agenda Digital para España y sus nueve planes específicos”. La Agenda Digital, dotada con 2.000 millones de euros supondrá, asegura Miralles, “un impulso definitivo a la industria digital del cual se beneficiará toda la sociedad”.

¿Qué proyectos educativos va a mantener o va a poner en marcha Red.es?
Nuestra hoja de ruta, la de Red.es y también la del Gobierno en materia digital, es la agenda digital para España, en la que hay un plan específico para los servicios públicos digitales. Educación entra dentro de ese plan, y el objetivo del Gobierno es seguir adelante con todos los planes y con la línea marcada ya desde hace más de 10 años, donde se va a hacer mucho hincapié en la conectividad de los centros escolares, y el cada vez mayor uso de contenidos digitales en la docencia. Son las dos grandes líneas estratégicas: conectividad y contenidos digitales.

¿Ha habido o va a haber algún cambio en la estrategia digital del Gobierno del PP con respecto a la de gobiernos anteriores?
El cambio fundamental de un gobierno a otro es la apuesta clara y contundente por los contenidos digitales y por la conectividad en la mayor parte de los colegios del territorio español.

¿Se han aplicado bien las nuevas tecnologías? Porque se ha criticado que en muchos casos se llenasen los colegios de aparatos sin más…
Yo creo que todo es mejorable, por supuesto. Es verdad que tenemos todavía poca información cualitativa y de impacto sobre lo que se ha hecho en ocasiones anteriores. Posiblemente, parte de esos programas se vieron impulsados por la cantidad de fondos europeos que tenía a disposición el Gobierno en ese momento para invertir en equipamiento TIC en las aulas. Por supuesto, yo creo que lo más importante no es sólo el equipamiento TIC sino la capacitación del profesorado y la existencia de contenidos de calidad. Y que, de manera paulatina y poco disruptiva, vayan ganando cada vez mayor peso dentro de la docencia. Yo creo que tenemos que ser siempre muy críticos con lo que hacemos y evaluar los programas que tenemos en marcha. Ese va a ser el cambio fundamental en esta etapa: valorar el impacto real, no sólo de lo que cuestan las cosas, sino en los resultados académicos y la mejora de la práctica docente.

El programa Escuela 2.0, que anunció en su día Zapatero –y que dotó con 100 millones de euros–, le parece que hubiese estado bien invertido de esta manera?
Yo creo que lo importante, más allá del equipamiento, son los contenidos y la conectividad. Probablemente no lo hubiese hecho de la misma manera, y hubiese primado más lo segundo, pero también es importante contar con un equipamiento. Cuando hablamos de equipamiento no sólo incluimos el portátil del alumno y del profesor, sino que además incluimos material didáctico electrónico, necesario también para dar las clases en un entorno más virtual o digital.

¿En cuanto a dispositivos, cuál es la apuesta: la pizarra digital, las tabletas, los portátiles…?
Yo creo que la estrategia viene principalmente desde el Ministerio de Educación, y no nos podemos olvidar de que Red.es un instrumento de la Secretaría de Estado de Telecomunicaciones. Entre el Ministerio de Industria y el de Educación siempre ha habido muy buena relación, y en materia educativa nosotros tenemos claro que Educación tiene que tomar gran parte de esas decisiones. Red.es siempre ha apostado por una tecnología neutra, no ha apostado por ninguna tecnología en concreto. Esa es una cuestión que tiene que ver con la parte educativa más que con la tecnológica. En este momento tenemos tabletas pero no sabemos qué vamos a tener dentro de cinco o de diez años. El cambio tecnológico es tan rápido que no podemos apostar por un dispositivo en concreto porque en cuestión de años puede estar totalmente desfasado.

En cualquier caso, ¿no se va a gastar dinero o se va a gastar poco en dispositivos pero sí en conectividad y en contenidos?
La prioridad ahora mismo es conectar a los centros educativos, porque si no, gran parte de los contenidos no se van a poder utilizar. Si todos los alumnos de un colegio entran al mismo tiempo a descargar un contenido y la red no lo soporta, al final se colapsa, y aunque tengamos muy buenos contenidos no los podemos usar. Con lo cual, el tema de la velocidad, de las redes ultrarrápidas que lleguen, no sólo a los hogares, sino a los colegios, es fundamental. En este sentido, Red.es tiene proyectos importantes en marcha para conectar el máximo número de centros educativos. Por otro lado, en cuanto al contenido, queremos seguir adelante con el Proyecto Agrega, un espacio donde las comunidades autónomas, los alumnos, los profesores y la industria encuentren un lugar donde intercambiar contenidos, acuerdos, etc. Pero es fundamental empezar a utilizar contenidos digitales, de manera complementaria a los contenidos tradicionales.

¿Hay algún objetivo en materia de conectividad que se pueda plasmar en cifras?
El objetivo es que para 2015 el 50% de los centros estén conectados a redes ultrarrápidas. Ahora mismo, lo que estamos definiendo son las grandes líneas,que incluyen proyectos y su cuantificación económica. Una vez que tengamos aprobado ese plan vamos a definir cómo se ejecuta realmente. Si se compra capacidad o fibra, hasta qué colegios llegar, el coste, la dispersión entre los colegios, qué operadoras escoger, etc. Es un plan que va a llevar un estudio muy extenso y en eso estamos ahora.

¿Es un plan que sólo va a afectar a la escuela pública o también a la concertada?
Pues ese es un detalle que aún no te puedo concretar. Primero tenemos que evaluar el coste de todos los colegios que hay. De todas formas, siempre que se ha trabajado en esto, se ha incluido a ambos tipos de escuelas, ya que ambas se sostienen con fondos públicos.

La parte más conocida de Red.es es el Proyecto Agrega, que a juicio de mucha gente del sector educativo y del propio análisis que nosotros hemos hecho no ha funcionado del todo bien en términos reales. ¿Qué opina?
Nosotros pensamos que se ha producido un cambio importante y, sobre todo, destacaría la buena colaboración que ha habido entre comunidades autónomas y Ministerio. Las disputas competenciales se han dejado de lado y los especialistas en el ámbito educativo han colaborado de una manera magnífica. Yo creo que, en general, es un proyecto que ha funcionado, pero necesita más impulso social.

Sí, eso es cierto, pero el porcentaje de uso o de descargas digitales es bastante bajo, y en el sector educativo no da la impresión de que haya sido una inversión con resultados esperables .
Ahora mismo las actuaciones van a ir encaminadas a la capacitación del propio profesorado para que pueda aprovechar al máximo las TIC y, en especial, este repositorio; y luego, en la parte que nosotros llamamos semántica, facilitar la búsqueda de contenidos, porque es verdad que también detectamos que es complicado encontrar lo que uno va buscando. En este sentido, todo lo que sea inversión en web semántica va a facilitar el uso para los profesores.

¿Se va a seguir apostando por generar contenido propio o se va a apostar por un espacio de pago o gratuito que tenga contenidos de la industria?
Nosotros trabajamos siempre en el ámbito del de-sarrollo de los entornos virtuales, de los repositorios, del software, de la tecnología, pero no somos un productor de contenidos digitales en ninguno de los ámbitos y quien tiene que producir los contenidos es la propia industria, no Red.es.

Entonces, ¿se van a comprar los contenidos a la industria?
Nosotros no vamos a comprar contenidos. Nosotros creamos un espacio tecnológico. Nos preocupamos porque el entorno funcione y que permita al ámbito educativo aprovecharlo, pero ni vamos a comprar contenidos ni vamos a producirlos. Eso es cuestión de la propia industria, y para la industria de los contenidos digitales normalmente tenemos un plan específico en la agenda, que se llama Plan de Impulso a la Economía Digital y a los Contenidos Digitales, en el que vamos a poner mucho énfasis.

¿Va a ser como una gran librería digital?
No, no es una librería. El papel de Red.es va a ser ayudar a que los contenidos digitales se desarrollen, crezcan y sean competitivos. Tenemos diferentes actuaciones, desde al ámbito de la capacitación en materia TIC, hasta las ayudas a la innovación, el desarrollo, la internacionalización, ayudas a la compra de contenidos digitales, al ciudadano, etc. Son diferentes ayudas para fortalecer a la industria.

¿Sería razonable pensar que los editores os verán un poco como amenaza?
Igual que en otros tipos de negocio, ha habido un cambio de modelo importante. Creo que estamos asistiendo a una revolución digital incluso de mayor tamaño que la revolución industrial, y en todas las revoluciones aparecen cambios importantes y también exigen adaptar los modelos de negocio. No quiero decir con esto que el modelo digital acabe con el modelo tradicional. Los dos pueden convivir y habrá siempre un cliente orientado más hacia un contenido u otro. Lo que no se puede obviar es que el mundo empieza cada vez más a ser un mundo digital. Somos consumidores compulsivos a través de medios digitales. La industria –sea la editorial u otra– tiene que verlo, pero pueden convivir. Nosotros no vamos a comprar contenidos, vamos a generar las condiciones y las ayudas adecuadas para que todo aquel que quiera emprender en el mundo digital, tenga un impulso público inicial que permita generar empleo en un sector de contenidos digitales, que pensamos que va a ser un nicho de empleo y en el que España no puede quedarse atrás. Eso es lo que se plantea en la Agenda Digital para España.

No sé si comparte esa imagen del profesor considerado como un gestor del conocimiento. El profesor ya no es sólo el único protagonista en el aula.
Yo creo que estamos hablando ya de cuestiones más bien de pedagogía. El método de cada profesor no tiene que ser incompatible con la tecnología. Yo creo que eso está en cada persona. No tiene que ser excluyente. Tener una tecnología a tu disposición no tiene que convertir al profesor en un mero gestor. Creo que el profesor tiene el conocimiento y la tecnología es un instrumento para que el profesor transmita de otra manera ese conocimiento o refuerce la transmisión de su conocimiento.

Otro de los debates es si el libro de texto en formato digital debe ser como el libro de texto tradicional, estructurado, con enlaces, dinámico, o la apuesta que se hizo desde Agrega de objetos digitales un poco desestructurados.
Yo creo que estamos en un momento de revolución digital donde no podemos excluir ninguna posibilidad. No hay un estudio que descarte una de las dos variantes. Creo que lo ideal es combinar todas las posibilidades que existen. Tiene que haber un marco general o una línea clara sobre qué se tiene que enseñar, pero en la manera de transmitirlo el profesor tiene cierta independencia. Toda la digitalización de los libros abre un mar de posibilidades incluso para la industria de los libros educativos. Siempre ha habido quejas sobre el coste del papel, sobre si los contenidos se actualizan y los libros se quedan obsoletos, y en todo esto la tecnología aporta una solución clara. Incluso se ha hablado de actualizar por capítulos, que en un medio digital es muy fácil. Yo creo que hay que aprovechar las posibilidades que tenemos sin cerrarnos a nada.

De todas maneras, ¿usted está de acuerdo en que a comienzos de curso el alumno reciba un libro, ahora en formato digital, o que simplemente se le vaya impartiendo el conocimiento en clase?
Parece que no tener un libro o un tocho de papel hace que la formación que vayan a recibir vaya a ser más light, o que los niños vayan a jugar. Yo creo que son cosas diferentes. Una cosa es el contenido y los valores que se impartan y otra la forma en que se haga. La tecnología es un instrumento de refuerzo. No nos podemos conformar con un libro sino que el alumno investigue más, amplíe su información.

Por último, quería saber si está contemplado que la conectividad tenga que ser segura.
Por supuesto. Otro de los planes habla de confianza digital. Red.es está liderando el tema de la protección de menores on line y es uno de los temas de mayor importancia en la agenda del Gobierno. Con independencia de que sea en la escuela o no. Hay que proteger al menor de cualquier tipo de ciberacoso y darle el control de su privacidad, con independencia de la conectividad en el centro.

Todavía no hay resultados concluyentes sobre la mejora de los resultados en los centros que usan nuevas tecnologías. ¿Qué opina?
Es un tema complicado, pero que a mí particularmente me gusta mucho. Cuando estuve en Alemania haciendo la tesis, uno de los temas que les preocupaba era que invertían mucho dinero en países en vías de desarrollo en el ámbito educativo y querían saber qué inversiones eran más rentables en términos de resultados académicos. Es un tema muy complejo en el que posiblemente entren muchos factores y aislar uno solo es muy complicado. Al final yo me quedo con lo que dice PISA, que el resultado académico depende mucho del entorno socioeconómico. Los modelos hablan a favor de la tecnología como palanca en la mejora de los resultados. En el día a día todos nos damos cuenta de que es más eficiente llevar una tableta en vez de llevar los libros a cuestas. Otra de las ventajas es que puedes acceder a cualquier tipo de información desde cualquier lugar. En la relación maestro alumno igual, el uso de las nuevas tecnologías te permite un contacto permanente en remoto, incluso a distancia. Desde el punto de vista social tiene un gran impacto.

¿Puede tener algo que ver con que la tecnología también debe ir acompañada de un cambio metodológico?
Yo creo que la tecnología es un instrumento, un medio. El contenido, siendo el mismo, puede ser transmitido a través de la tecnología o no. No influye, ni debe influir en el contenido. Los dispositivos móviles, y en general las TIC, permiten el método tradicional y el añadido de poder utilizar instrumentos audiovisuales y otra serie de recursos que de otra manera sería imposible utilizar.